Sí, varias de las apreciadas y especies de plantas
prehistóricas de Colombia, las zamias, se encuentran en peligro crítico de
extinción o con distinto grado de amenaza.
Esto reveló un análisis del Instituto Humboldt. Estas,
explicó, son importantes por hacer parte de un grupo de plantas primitivas
terrestres que vivieron entre dinosaurios y les sirvieron de alimento.
Zamia muricata está amenazada. Foto Humbolgt/Hernando García
También, siguió, porque aves y murciélagos las visitan
para absorber múltiples semillas de gran tamaño, por lo general cubiertas de
una capa carnosa en tonos rojizos y vistosos.
Pero cada vez quedan menos de estos fósiles vivientes en
cuanto a su distribución y número.
Las razones, de acuerdo con el Instituto,
son:
Uno: La deforestación sin control que arrasa bosques y
selvas con fines agrícolas, ganaderos, comerciales, de expansión vial y urbana,
entre otros, destruye y diezma su hábitat.
Dos: el sello de “fósil viviente” que sumado a
características morfológicas únicas (rareza y tamaño) cotizan la flor completa
o sus semillas en mercados internacionales de vegetación exótica ornamental,
donde aficionados pagan desde cientos hasta miles de dólares o euros por un
ejemplar de colección que llega a compararse con una obra de arte. ( Por eso el
Libro Rojo de Plantas de Colombia, volumen 2: palmas, frailejones y zamias
sugiere que estas plantas podrían ser aprovechadas de forma sostenible, sin
embargo, la actual sobreexplotación ilegal e indiscriminada a la que están
sometidas compromete la supervivencia de varias especies).
Tres: un proceso lento en extremo, para la noción humana
de tiempo, de polinización-fertilización, maduración de semillas y crecimiento.
Muchas zamias, por ejemplo, tardan entre
uno y cinco siglos para desarrollar un tronco de tan solo un metro de alto.
Por todo esto, el Humboldt con sus plataforma BioModelos
y el apoyo de un grupo de expertos botánicos y herbarios nacionales
desarrollaron mapas de distribución de las 20 especies de zamias existentes en
Colombia para incrementar su conocimiento, valoración y conservación.
Hoy, esta es la situación de las zamias:
Zamia pirophylla en peligro crítico. Foto Humboldt/Cristina López
Ocho especies en la categoría En Peligro Crítico (CR):
Zamia amplifolia, Zamia dosidon, Zamia montana, Zamia Oligodonta, Zamia
pirophylla, Zamia tolimensis, Zamia wallisii y la corocita (Zamia restrepoi).
En la categoría Amenazada (EN) se encuentran la chigua
macho (Zamia chigua), cacao indio (Zamia encephalartoides), palma de monte
(Zamia huilensis), Zamia hymenophyllidia, Zamia incognita, Zamia manicata,
Zamia muricata, y Zamia melanorrhachis.
En la categoría de amenaza Vulnerable (VU), pero con
serios riesgos a sus hábitats en algunos sectores, están la Yuca de monte
(Zamia amazonum), la chigua (Zamia obliqua), Zamia roeslii y Zamia ulei.
Ante este alarmante panorama, y al considerar que las cycadas
(linaje de plantas primitivas que persiste en la actualidad, con un registro
fósil de más de 250 millones de años) son un grupo carismático para
conservación de la biodiversidad a nivel internacional, las zamias han sido
elegidas como uno de los grupos estratégicos para planificar e implementar
acciones de conservación en la Estrategia nacional de conservación de plantas
de Colombia.
En el país hay presencia de especies de zamias en el
norte del Caribe (una compartida con Venezuela), en el piedemonte y algunas
zonas de la Orinoquía (por lo menos una en descripción), pero la mayor parte de
la diversidad del género está en las regiones Andina, Pacífica y Amazónica.
En términos de conservación, las especies que
relativamente han sufrido la mayor pérdida de hábitat son Z. huilensis (90,3
%), Z. muricata (86,2 %) y Z. tolimensis (70,9 %). Dicha circunstancia
comprometería su viabilidad poblacional dado que el rango geográfico no supera
los 1000 km2.
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