Desde el primer día de julio, el sistema Atlas (Asteroid Terrestrial-Impact Last Alert System) en Río Hurtado, Chile, reportó la presencia de un cometa que viene hacia el interior del Sistema Solar y que hoy está a más de 600 millones de kilómetros.
Pero que se detecte un cometa no es una noticia extraordinaria, porque de manera regular aparecen esos que vienen del cinturón de Kuiper o incluso de la más lejana nube de Oort, componentes de nuestro Sistema Solar.
Lo que llamó la atención a los astrónomos y expertos es que se trata de un objeto interestelar. Sí, un cuerpo que en algún momento fue expulsado de la estrella de origen por el paso de alguna otra estrella o algún impulso gravitacional desconocido y vaga por el espacio, llegando ahora hasta nuestro sistema, del cual saldrá en un futuro.
De hecho, es el tercer objeto interestelar detectado en nuestras proximidades. El primero fue el alargado (con forma de tabaco) Oumuamua en 2017 y después el cometa Borisov en 2019.
¿Cómo se descubrió que es un objeto interestelar? Por la velocidad alta que trae y la órbita que sigue, calculada con un rápido seguimiento por más de 100 telescopios.
¿Pasará cerca de la Tierra? No. La trayectoria indica que llegará a 240 millones de kilómetros de nosotros. Su mayor acercamiento al Sol lo tendrá el 30 de octubre, del cual pasará a unos 210 millones de kilómetros.
Este aparente cometa, cuyas características se irán conociendo a medida que se acerque más, dará la vuelta y seguirá de largo para continuar su viaje interestelar.
Hoy se denomina 3I/ATLAS.
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