Hay una nueva variante, no del coronavirus sino del VIH. Nueva porque se reportó hace poco, pero como que llevaba tiempo circulando en Países Bajos.
¿Qué importancia tiene? El estudio de 100 personas infectadas reveló que aumenta el número de partículas virales en la sangre, haciendo que sea más probable su transmisión. Y genera una reducción de células inmunitarias, las CD4 T, y por eso las personas pueden desarrollar el sida mucho más rápido que con las otras versiones del virus.
La ventaja: esta variante no es resistente a las drogas contra el VIH. Todas las herramientas funcionan bien, pero el hallazgo, publicado en Science, indica que se deben mantener las alertas activas para vigilar la posible evolución de nuevas variantes.
Es además un recorderis de que los virus no siempre evolucionan para ser menos virulentos. Se sabe que este virus es uno de los que muta más rápido, pues las versiones pueden variar de una persona a otra e incluso en un mismo individuo, explica una nota en Nature.
Quienes se infectan con la nueva variante tienen 5,5 veces más virus en su sangre y las células CD4 T se reducen al doble de velocidad. Se estima que sin tratamiento, personas infectadas con esta variante desarrollan en sida en 2-3 años desde el diagnóstico, frente a 6-7 para aquellos infectados con otras variantes.
Los investigadores creen que esta versión apareció en los años 90, se irrigó con velocidad a comienzos de siglo y ha disminuido presencia desde 2010 más o menos.
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