De las afecciones más comunes en las personas a medida que envejecen es la presión arterial elevada, hipertensión, un padecimiento que cada vez sufren más jóvenes. El tratamiento, aparte de cambios en el estilo de vida (dieta, ejercicio y otros) se basa en tomar medicinas.
Pero la pregunta lógica es ¿cuándo ingerirlos? A veces se trata de una o dos tabletas distintas a la misma hora, otras veces repartidas entre mañana y tarde. Depende de cada caso.
Ahora hay un estudio llamativo, de investigadores en Sichuan University en China, publicado en JAMA Network Open.
¿Qué dice? Les cuento: hay7 informaciones de que es más difícil controlar la presión en las noches y esta puede ser predictora de ataque cardiaco o derrame, más que en las horas diurnas.
Entonces los investigadores quisieron determinar si dado el caso era mejor tomar las tabletas en la mañana o en la noche.
¿Qué hicieron entonces? Entonces en 15 hospitales de distintas ciudades chinas desarrollaron un ensayo con 720 participantes de entere 18 y 75 años, que nunca habían recibido tratamiento contra la hipertensión o lo habían descontinuado al menos por dos semanas.
Se aginaron al azar a dos grupos: uno para tomar olmesartán de 20 mg de 6 a 10 de la mañana, otro para hacerlo de 6 a 10 de la noche.
¿Hallaron algo relevante? Sí. Luego de 12 semanas de seguimiento el grupo que tomaba las tabletas en la noche tuvo una mayor reducción nocturna de la presión sanguínea sistólica. Las diastólica también decreció más en este grupo.
Pero hay más. La dosis nocturna también redujo tanto la sistólica como la diastólica en la mañana.
No hubo diferencias significativas en la incidencia de hipotensión nocturna ni efectos adversos en los grupos.