Que África se está partiendo, no lo ponen en duda geólogos, vulcanólogos y otros científicos. Tarde que temprano una extensa franja oriental quedará como una gran isla y nacerá un mar entre ella y el continente mocho.
En esa dirección, científicos de la Unviersity of Southampton han descubierto evidencia de oleadas rítmicas de roca fundida del manto que ascienden desde las profundidades de la Tierra, bajo África. Estos pulsos están desgarrando de modo gradual ese continente y formando un océano.
En la región de Afar en Etiopía hay debajo una columna de manto caliente que pulsa hacia arriba como un corazón que late.
En el estudio se muestra cómo el flujo ascendente de material caliente desde el manto profundo está fuertemente influenciado por las placas tectónicas, que se extienden sobre él.
Durante millones de años, a medida que las placas tectónicas se separan en zonas de fractura como Afar, se estiran y adelgazan, como plastilina blanda, hasta que se rompen. Esa ruptura marca el nacimiento de una nueva cuenca oceánica.
Emma Watts, quien dirigió la investigación y ahora está en la University of Swansea, afirmó que "Descubrimos que el manto bajo Afar no es uniforme ni estacionario; presenta pulsaciones, y estas pulsaciones presentan características químicas distintivas. Estos pulsos ascendentes de manto parcialmente fundido son canalizados por las placas de ruptura superiores. Esto es importante para nuestra comprensión de la interacción entre el interior de la Tierra y su superficie".
En la investigación también participaron científicos de Italia, Irlanda, Etiopía y Alemania. Fue publicada en Nature Geoscience.
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