¿Perderán los elefantes sus colmillos? Si prosigue la caza indiscriminada para matarlos y cortárselos, es posible. Eso a la luz de un estudio sobrecogedor publicado en Science: en Mozambique se duplicó el número de hembras sin colmillos. Y es que la historia es triste y crítica.
Durante la guerra en ese país aumentó la caza de elefantes para quitarles los colmillos. Con ellos se financiaba el conflicto civil que se presentó entre los años 70 y 90 del siglo pasado.
Por eso la población de elefantes se redujo de 2500 individuos a unos 200 a comienzos de siglo.
Antes de la guerra, el porcentaje de hembras sin colmillos era del 18,5, una característica que las hace menos atractivas para los cazadores. Entre las 91 hembras que han nacido desde que terminó la guerra, 33 % no tienen colmillos.
Un modelo evolutivo corrido por el biólogo evolutivo Shane Campbell-Staton de Princeton University y colegas, confirmó que ese cambio se presentó por la presión de la caza: la muerte selectiva de elefantes con colmillos derivó en el nacimiento de más individuos sin ellos.
Esta rápida evolución se ha documentado otras veces. Por ejemplo en la oveja de cuernos grandes de Alberta, Canadá: el tamaño se redujo 20 % en el lapso de 20 años de caza de trofeos. Lo mismo, se cree, ha pasado con varias especies de peces por la pesca intensiva.
De todas maneras en lo que ha ocurrido genéticamente en esas poblaciones pueden incidir otros factores como el cambio climático.
Los investigadores notaron que la carencia de colmillos se ve solo en las hembras. Esto y el patrón de herencia de esa característica sugiere que se debe a una mutación en el cromosoma X que es fatal en los machos y dominante en las hembras: solo se necesita una copia de la mutación para que se de el cambio.
Y como afirma Chris Darimont, de la University of Victoria, "esta es una llamada para despertar en términos de enfrentarse a los humanos como una fuerza evolutiva dominante en el planeta".
1 comentario:
Buenas noches. Impactante la influencia humana en los procesos evolutivos. Me recordó la historia de los "cangrejos samurai Heike" que describe Carl Sagan en el capítulo dos de Cosmos (página 24) como un proceso de selección artificial. Como complemento al tema existe en nuestro medio un bello texto de don Antonio Vélez Montoya, año 2014: IMPERFECCIONES CORPORALES, UNA VISIÓN EVOLUTIVA. Escrito con William Álvarez y editado por la universidad CES. Saludos.
Publicar un comentario