Cerebro de un asesino tiene menos materia gris en regiones del cerebro de color azul. Foto TS.
Imágenes de resonancia de más de 800 hombres en prisión
revelaron rasgos cerebrales diferentes en aquellos que cometieron homicidios en
comparación con quienes cometieron otros delitos.
Eso reveló un trabajo de Kent Kiehl y su grupo, quien con
frecuencia realiza esos estudios con población carcelaria en Estados Unidos.
Kiehl, autor de The Psychopath Whisperer: The Science of
Those Without a Conscience, ha estado fascinado por la mente criminal desde que
estudiaba en University of California, Davis. Ahora con las imágenes cerebrales
de miles de personas estudia las diferencias que puedan tener con respecto a la
población general.
En ese esfuerzo hace poco examinó los cerebros de 800
hombres en cárceles de New Mexico y Wisconsin. El trabajo se hace con voluntarios,
divididos entre homicidas, no homicidas pero con actos violentos y aquellos que
no están presos por violencia.
El equipo tuvo en cuenta la severidad en el uso de
sustancias, el tiempo en prisión, la edad, el coeficiente intelectual, en el
momento del análisis de las imágenes.
En comparación con los otros dos grupos, los 200 que habían
cometido homicidio mostraron una reducción significativa de materia gris en
varias regiones cerebrales que tienen un papel importante en el control del
comportamiento y el conocimiento social, es decir, centros cerebrales que se
relacionan con la conducta y la interacción social.
Las imágenes permiten distinguir con claridad a quienes
cometieron homicidio de quienes cometieron otros crímenes violentos y a
aquellos condenados por casos sin relación con la violencia.
El scanner, que anda a bordo de un tractocamión especial, ha
sido usado en otros correccionales y ha recopilado 6500 imágenes de más de 3000
participantes en los estudios.
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