Una de las bellas fotografías de la nebulosa. Foto ESO
Desde muchas regiones se aprecia ya en la noche la
llamativa constelación de Orión. Es inconfundible con su cinturón, que algunos denominan
los 3 Reyes Magos de la tradición católica.
Y si de acá a los primeros meses del año próximo se puede
ver, ¿no sería bueno conocer un poco de ella?
En la constelación, debajo del cinturón, cerca de lo que
se denomina la espada de Orión, está la famosa nebulosa, una de las pocas que logra
verse a ojo desnudo desde sitios muy oscuros.
En esa constelación sobresalen estrellas como la azul
Rigel o la roja Betelgeuse, una supergigante roja ya en la fase final de su
vida y que algún día explotará como una supernova. Tiene 20 masas como la del
Sol y su tamaño es de 887 a 1180 veces el Sol.
Pero centrémonos en la nebulosa, un sector donde están
naciendo cientos de estrellas.
Es una enorme nube de gas y polvo a unos 1300 años luz de
nosotros. Se expande por 30 a 40 años luz.
Es conocida en la nomenclatura astronómica como M42 y en
ella está la famosa cabeza de caballo, una estructura de gas y polvo que semeja
un equino.
Contiene un cúmulo abierto (grupo de estrellas) joven,
llamado el del trapecio.
Allí, alrededor de estrellas jóvenes el telescopio
espacial Hubble detectó discos protoplanetarios, indicando que avanza la
formación de planetas.
Es uno de los objetos celestes más estudiado y
fotografiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario