La nebulosa planetaria CVMP 1 en todo su esplendor. Foto Gemini Observatory
¿Qué hacen unos lentes a 6500 años luz de nosotros?
Bueno, parece más bien un antifaz. Pero a esa distancia no pudo escapar de la
mirada del Observatorio Gemini.
Esta belleza cósmica es el producto de la muerte de una
estrella y su breve pero glorioso espectáculo.
Se formó a partir del estertor de una estrella gigante
hacia la constelación de la Brújula. Es una nebulosa planetaria que emergió
cuando una vieja gigante roja expulsó sus capas externas en la forma de un
tempestuoso viento estelar..
Estas nebulosas son formadas por estrellas con una masa
entre 0,8 y 8 veces la del Sol.
Las más pequeñas terminan como enanas blancas, las más
grandes, enormes, en explosiones de supernovas, pero el grupo de intermedias
finalizan con una violenta exhibición como la que se aprecia en esta imagen,
generando una nebulosa planetaria. Vienen en miles de formas y tamaños y hay
varias muy conocidas, como la de la hélice.
Pero la de esta imagen es la nebulosa planetaria CVMP 1,
que es particular no por su forma sino porque se descubrió que tiene alto
contenido de helio y nitrógeno. Es una de las más granes conocidas.
La estructura durará poco, apenas unos 10 000 años.
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