Una de las condiciones molestas del embarazo, que incluso pueden generar problemas serios de salud, son las náuseas y vómitos tan frecuentes, sobre todo, en los primeros tres meses. Un estudio publicado en Nature sugiere que científicos encontraron la causa y eso facilitará centrarse en las maneras para prevenirlo o tratarlo.
El problema es causado por una sola hormona, la denominada GDF15. Se encontró que la cantidad de esta hormona que circula en la sangre de la mujer durante la preñez genera la severidad de los síntomas.
Se sabe que más de dos terceras partes de las mujeres sufren de náuseas y vómitos durante los primeros tres meses del embarazo. Además, cerca del 2 % son hospitalizadas por la llamada hyperemesis gravidarum, que provocan esa situación durante todo el embarazo, situación que puede derivar en desnutrición, pérdida de peso y deshidratación, aparte de tener mayor riesgo de parto prematuro, preeclampsia y coágulos sanguíneos. Todo esto amenaza de muerte a la mujer.
Como es una condición tan normal, muchos médicos pasan por alto la hyperemesis, ignorando las consecuencias físicas y psicológicas.
Marlena Fejzo, genetista, coautora de la investigación, ya había mostrado en 2018 que mujeres con hyperemesis tendían a portar una variante del gen para la hormona GFD15.
Esta hormona es liberada por varios tejidos en respuesta al estrés, como por una infección. Sucede que la señal que envía es recibida en el cerebro por un área responsable de hacer sentir enferma a la persona y de vomitar.
En el presente estudio Ferjzo y colaboradores en la University of Cambridge en Inglaterra midieron la hormona en la sangre de mujeres preñadas y analizaron los riesgos genéticos para la hyperemesis. Encontraron que las embarazadas que la experimentaban tenían niveles mucho más altos de GFD15 durante la preñez que mujeres que no tenían los síntomas.
Ahora, hallaron también que el efecto de la hormona parece depender de la sensibilidad de la mujer a ella antes del embarazo.
En pacientes con altos niveles antes de la preñez, que tenían un raro trastorno sanguíneo que mantenía altos los niveles de la hormona rara vez sentían náuseas o vomitaban en el embarazo.
Es posible que la exposición prolongada a la GFD15 antes del embarazo confiera un efecto protector, especulan los investigadores.
Los hallazgos abren la puerta a tratamientos para esta molesta, complicada y a veces seria condición en las mujeres preñadas.
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