Explotó como una supernova hace cerca de 340 años, está a 11 000 años luz de nosotros y se ha expandido por 10 años luz. Es lo que queda de lo que alguna vez fuera una estrella y hoy es un remanente que se ha extendido por el espacio generando una estructura que desde la mirada del telescopio espacial James Webb luce espectacular: como un arreglo navideño para poner en el árbol.
Fueron varias las imágenes captadas por el Webb de esta desaparecida estrella, Casiopea A (Cas A), hacia la constelación con ese nombre. Imágenes con diferentes cámaras, desde el infrarrojo medio hasta el infrarrojo cercano, cada una entregando a los astrónomos y astrofísicos distintos detalles, varios de los cuales no se entienden bien todavía.
El borde de la cubierta principal, que aparece en naranja fuerte y rojo, semeja el humo que emana de una fogata, dice el informe entregado por el grupo que maneja el Webb.
Si se situara en nuestro Sistema Solar, Cas A se habría expandido un poco más allá de donde está la estrella Sirio, la más brillante del cielo nocturno desde nuestra posición, estrella a 8.6 años de luz de la Tierra.
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