martes, 8 de octubre de 2019

¿Nos metieron gol con el estudio de la carne?



Posible conflicto de intereses en estudio que dice que la carne roja no es nociva. Foto Needpix


¿Nos metieron el dedo en la boca? Puede ser.
La semana pasada los mundos de la ciencia y la salud, como millones de ciudadanos, se sorprendieron con un estudio que contradecía décadas de conceptos médicos: que las carnes roja y procesadas no son dañinas decía el informe científico en Annals of Internal Medicine.
Hubo revuelo, porque decenas de estudios han demostrado cómo el consumo excesivo de estas incide en enfermedad coronaria, diabetes tipo2 y distintos tipos de cáncer.
Lo llamativo es que el nuevo estudio se basó en una revisión de investigaciones sobre el tema. Fue liderado por  Bradley C. Johnson, epidemiólogo de Dalhousie University en Canadá con el concurso de una docena de investigadores de otros países.
Johnson declaró, como se hace en todo artículo científico, que no tenía conflicto de intereses en el tema (es decir, no era patrocinado ni había trabajado en el sector objeto del estudio, la carne en este caso, en los últimos tres años).
Pero se descubrió que en diciembre de 2016 participó en otro estudio que trató de desacreditar las guías internacionales que aconsejan a las personas consumir menos azúcar. También apareció en Annals of Internal Medicine y fue pagado por una institución vinculada con el sector azucarero.
Este grupo, International Life Sciences Institute, fue fundado por un ejecutivo de Coca Cola, dijo The New York Times. Y ha sido acusado por la Organización Mundial de la Salud de contrarrestar las recomendaciones públicas en salud. Del grupo también participan McDonalds, Pepsico y Cargill.
El Instituto ha reclutado científicos alrededor del mundo y cultivado alianzas con la academia para presentar pautas que contradigan lo que consideran guías anti industria de alimentos por las organizaciones de salud.
Para los editores de Annals of Internal Medicine, el artículo de la carne cumplió con los estándares exigidos para las investigaciones científica.
Y Frank Hu, director de nutrición en la Escuela de Salud Pública de Harvard, anotó al diario estadounidense que la herramienta usada por Johnson y colegas se usa para evaluar medicinas en ensayo, no estudios dietéticos.
La discusión persiste, pero en todo esto sí parece algo extraño.
Como siempre, la sugerencia es: consumir con moderación alimentos, incluidas las carnes rojas y procesadas.




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