Espécimen de buitre leonado Gyps fulvus. Foto Museo de Historia Natural de Londres
Los museos de historia natural son una de las ricas
fuentes para conocer el mundo de las especies que viven con nosotros en el
planeta. Pero estos museos son… machistas.
Sí, así como lo lee. Claro que tal vez sin intención. O
quién sabe.
Eso lo muestra con datos un estudio publicado en
Proceedings B, de The Royal Society.
Los especímenes naturales son usados en ecología,
biología evolutiva y conservación, dice el estudio liderado por Natalie Cooper,
del Natural History Museum en Londres.
Y aunque el sexo biológico puede influir en esas tres
áreas si las colecciones están inclinadas hacia un sexo, pueden no ser
representativas de la especie.
El grupo de científicos investigó la relación de los
sexos en más de 2 millones de especímenes de aves y mamíferos y encontraron un
sesgo a favor de los machos en aves (40 % hembras) y mamíferos (48 % hembras),
pero eso varía entre los órdenes de animales.
La proporción de especímenes hembra no ha variado casi en
130 años, pero ha decrecido en especies con rasgos vistosos en los machos, como
el color del plumaje y los cuernos. El tamaño corporal tiene poco efecto.
El sesgo por los machos es más fuerte en los ejemplares
tipo (aquellos con los que se nobmra una especie); solo 27 % de las aves tipo eran hembras y 39 % en
los mamíferos.
¿Qué significa esto? De acuerdo con los autores,
significa que estudios pueden haber sido afectados por el sesgo hacia los
machos, por lo que se requiere mayor vigilancia al momento de usar datos de un espécimen
y al designar los tipos.
El estudio de esos 2 millones de especímenes se hizo en cinco
grandes museos internacionales.
Los curadores y manejadores de las colecciones no
descartan ejemplares con base en el sexo, por lo que el sesgo podría estarse
dando en el trabajo de campo donde se capturan los individuos. Tal vez por no
capturar hembras con crías y consideraciones éticas o de conservación.
Se sospecha que una gran fuente de ese sesgo hacia los
machos se debe a una selección deliberada de grandes y espectaculares
especímenes, especialmente cuando estos son más grandes o coloridos que las
hembras, poseen ornamentos o elementos de defensa como cuernos o trompas.
Para los autores, dada la antigüedad de la mayoría de las
colecciones de los museos, algún sesgo hacia los machos puede tener que ver con
los cambios en las actitudes hacia el sexo a través del tiempo, por lo que se
esperaría una reducción de ese sesgo hoy.
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