No se ha establecido cuánto ejercicio ayuda, el caso es hacerlo varias veces a la semana. Foto Pixabay
Un consejo que salva vidas: haga ejercicio, que salva
vidas.
De hace tiempo se sabe que el ejercicio mejora la salud,
fortalece los músculos y huesos, mejora el metabolismo, el semblante y la
memoria.
Ahora un panel de expertos concluyó, tras revisar la
evidencia existente, que la actividad física ayuda a reducir las chances de
desarrollar siete tipos de cáncer: colon, seno, riñón, endometrio, vejiga,
estómago y adenocarcinoma faríngeo.
Es más: encontraron que el ejercicio, antes y después de
un diagnóstico de cáncer, está relacionado con una mayor supervivencia en
personas con cáncer de seno, colorrectal o de próstata.
Un informe de los Institutos Nacionales de Salud de
Estados Unidos (NIH) recordó que hace una década, el American College of Sports
Medicine (ACSM) reunió el primer panel de expertos para revisar el papel del
ejercicio en el cáncer, pero para ese entonces no existían tantos estudios y
era limitada la evidencia que sugería el beneficio sobre los cánceres de colon,
señor y tal vez algo más. Y también había señales de que podría mejorar la supervivencia
de personas diagnosticadas con ese mal.
Hoy la evidencia es sólida y se fortalece cada vez más.
Por eso la ACSM reunió un grupo de 40 expertos para que
hicieran una revisión de literatura científica y resumieran el nivel de
evidencia.
Esto fue lo que encontraron, según publicaron en tres
artículos en Medicine & Science in Sports & Exercise y en CA: A Cancer
Journal for Clinicians.
Hallazgos:
-Hay evidencia moderada que respalda una asociación entre
el ejercicio y otros cánceres, como de pulmón e hígado.
-No está claro aún cuánto ejercicio se requiere para
disminuir el riesgo de desarrollar cáncer, pero estar físicamente activos es
uno de los pasos más importantes en general que personas de todas las edades y
capacidades pueden hacer.
-Reducir el tiempo de permanecer sentados también puede
ayudar a bajar el riesgo de ciertos cánceres, como de endometrio, colon y
pulmón. Pero las conclusiones todavía no son muy firmes.
-Cada superviviente de cáncer debería evitar la
inactividad. Hay muchas evidencia de que los ejercicios aeróbicos y de
resistencia mejoran los resultados de un cáncer, reduciendo la ansiedad, la
depresión y la fatiga mientras se mejora el funcionamiento físico y la calidad
de vida.
-La actividad física antes y después de un diagnóstico de
cáncer también puede mejorar la supervivencia en ciertos cánceres, con los
mayores beneficios por el ejercicio durante y después del tratamiento por el
cáncer.
-Con base en las evidencias, el panel recomienda que los
supervivientes de cáncer hagan ejercicio de moderado a intenso al menos dos a
tres veces a la semana en sesiones de unos 30 minutos.
-El ejercicio, en general, es seguro para los supervivientes
por este mal. En algunos casos ayuda a la supervivencia misma.
-Se recomienda a los equipos de tratamiento y a los
profesionales del ejercicio, incorporar el ejercicio dentro de las
prescripciones para el cuidado del cáncer.
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