lunes, 2 de septiembre de 2019

La historia del delfín que adoptó una ballena


No es común la adopción de animales entre especies diferentes. Uno de los casos reportados, en 2006, fue cuando un grupo de monos capuchinos criaba un tití según vio la primatóloga Patrícia Izar.

La delfín con su ballenato adoptado. Foto cortesía GEMM

Ahora investigadores reportaron en el journal Ethology otro caso y bien extraño. Encabezados por Pamela Carzon del Groupe d’Étude des Mammifères Marins (GEMM) de Polynésie según National Geographic, observaron una delfín nariz de botella que cuidó durante más de 3 años una ballena joven.
Esta aparente adopción es más extraña si se sabe que el delfín hembra tenía una cría. Y ellas, en general, solo cuidan una cría a la vez.
La relación interespecies comenzó cuando el ballenato tenía un mes y terminó cuando fue destetado en abril de 2018.
Carzon y sus colegas advirtieron que la unión de la madre delfín y su hijo adoptado duró más allá de la que tuvo con su hija natural. Esta, nacida alrededor de septiembre de 2014, vivió junto a su madre y ‘medio hermano ballena’ durante un año y medio antes de su desaparición súbita, tal vez por muerte o cambio a otro grupo social.
El ballenato cabeza de melón (Peponocephala electra) también llamado delfín cabeza de melón, competía por la atención de su madre putativa, retirando a su hermana media de debajo del abdomen de la madre.
Mientras la hija socializaba a menudo con sus semejantes, el ballenato macho rara vez dejada el lado de su madre y llegó a desarrollar conductas de delfín nariz de botella surfiando, saltando y socializando con otros machos.
“Es difícil explicar esa conducta, especialmente porque no tenemos información sobre cómo el ballenato cabeza de melón se separó de su madre natural”, dijo
Carzon en un video publicado por GEMM Polynésie.
Se sabe que delfines nariz de botella hembras a veces secuestran bebés de otras especies, tal vez para llenar sus instintos maternales, pero esas relaciones casi nunca duran. Y como la de la historia tenía su cría, no se cree que haya ‘secuestrado’ al ballenato.
Vivencias en la naturaleza.


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