Hay miles de iniciativas tratando de salvar la vida en el planeta, algunas con éxito, otras no tanto. En medio de eso hay una buena noticia: varias especies de atún han regresado de la puerta de la extinción.
Dos especies de aleta azul, una de amarilla y un atún blanco que son testigas de los esfuerzos de recuperación, según un reporte de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
La noticia se conoció en el Congreso Mundial de Conservación en Marsella, Francia, pero no son esta las únicas especies que generan noticias. No son buenas para varias especies de tiburones y rayas que se mantienen amenazadas por la sobrepesca, la pérdida de hábitat y el cambio climático.
Pero en medio de todo la buena noticia es que la pesca sostenible es posible.
Los datos indican que el atún de aleta azul del Atlántico (Thunnus thynnus), ya no está en peligro sino en la categoría de poca preocupación, igual para el de aleta amarilla Thunnys albacares, y el atún blanco Thunnus alalunga, que antes están en la categoría casi amenazados.
El atún de aleta azul Thunnus maccoyii pasó de críticamente amenazado a amenazado, mientras el Thunnus obesus permanecerá como vulnerable.
El atún Katsuwonus pelamis sigue como de poca preocupación.
Estos peces no son una apreciada comida para humanos, son creaturas maravillosas según un informe de National Geographic. El de aleta amarilla del Atlántico crece hasta dos metros en una década y pesa más de 550 libras. Es un gran depredador, moviéndose a velocidades de más de 65 kilómetros por hora: se tragan su presa si cabe en su organismo. Son los Ferrari del océano.
El de aleta azul del Atlántico puede pesar 2000 libras
Estos peces no solo están en un mar sino que se desplazan por varias partes del océano y es difícil seguirlos.
Japón es tal vez el país que más captura atunes. La recuperación ha sido posible por la fijación de cuotas para la captura y el seguimiento a estas.
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