Es un asunto muy loco, que habla de las amenazas a las que estamos sometidos en el ambiente que nos rodea. En un estudio publicado en Environmental Health Perspectives, científicos revelaron el hallazgo de 921 químicos que se encuentran en diversidad de sustancias y materiales que pueden contribuir al desarrollo de cáncer de seno.
El estudio puede ser un factor que ayude a la regulación de muchas de esas sustancias. El cáncer de seno es uno de los tipos de cáncer más comunes y los datos recientes indican que cada vez es más común en mujeres jóvenes. La genética no logra explicar esta tendencia.
"Este nuevo estudio provee una ruta para que reguladores y manufactureros puedan detectar pronto químicos que pueden contribuir al cáncer de seno para prevenir su uso en productos de consumo y hallar alternativas más seguras", dijo Jennifer Kay, cabeza del estudio, investigadora en el Silent Spring Institute.
Kay y colegas estudiaron múltiples bases de datos internacionales que han sido ligados a los tumores mamarios en animales. Analizaron químicos que alteran las hormonas, que afectan el sistema endocrino, en específico aquellos que activan el receptor de estrógeno presente en las células del seno, así como los químicos que hacen que las células generen más estrógeno o progesterona, un factor de riesgo para este tipo de cáncer.
Así identificaron esos 921 químicos que pueden contribuir a este cáncer. Al 90 %de ellos están expuestas comúnmente las personas en productos de consumo, alimentos, leche, pesticidas, medicinas y en los sitios de trabajo.
La descomposición de la lista reveló 278 químicos que causan tumores en las mamas en animales. Más de la mitad hacer más estrógeno o progesterona y cerca de un tercio activa el receptor de estrógeno.
"El cáncer de seno es una enfermedad hormonal, así que el hecho de que tantos químicos puedan alterar el estrógeno y la progesterona es preocupante".
Como el daño del ADN también puede activar un cáncer, los investigadores buscaron bases de datos adicionales y encontraron 420 químicos que dañan el ADN y alteran las hormonas, tornándolos riesgosos.
También determinaron que los químicos que causan tumores de mama en animales es más probable que tengan esas características de dañar el ADN y alterar las hormonas que aquellos que no.
Se debe aclarar que para que los químicos ayuden al desarrollo del cáncer se deben considerar factores como la cantidad y repetición en la exposición y la genética entre otros.
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