Para los astrónomos es ya un problema serio. Y cada vez se torna peor. Para el común de los mortales, todavía no salvo uno que otro pedazo que podría caer sobre ellos. El caso es que ola basura espacial preocupa.
Una basura que no solo se concentra en las órbitas cercanas a la Tierra sino en su satélite natural, la Luna. En ella reposan más de 100 bolsas de desperdicios humanos y cada vez habrá más con el creciente número de misiones de varios países para llegar allí. Solo en agosto pasado una nave rusa se estrelló contra la superficie selenita, mientras la misión india Chandrayann 3 se posó sobre su piso y este enero llegó una enviada desde el país del Sol naciente: Japón.
En la Luna aparte de esas 100 bolsas hay unas 200 toneladas de nuestra basura, desde bolas de golf hasta botas.
Además para los próximos 10 años hay planeadas unas 100 misiones a la Luna.
Pero vayamos a las cifras de esa basura que copa el espacio cercano, en la cual se incluyen los satélites: pues si bien tienen una función útil, comienzan a ser un estorbo para los telescopios en tierra.
Les cuento:
Hay alrededor de 7700 satélites en órbita a distancia de pocos cientos de kilómetros y serán cientos de miles hacia 2027 con todo lo que está proyectado (como la horda de satélites que están enviando Amazon y SpaceX)
Hay alrededor de 23 000 objetos más largos de 10 centímetros y 100 millones de piezas de más de 1 milímetro (algunas han golpeado la Estación Espacial Internacional -ISS). Parece poco, pero esas piezas se mueven a unos 24.140 kilómetros por hora.
Y el asunto es que nadie en la Tierra está a cargo de los desperdicios que las distintas misiones de muchos países están dejando en órbita.
Para algunos expertos el ambiente espacial orbital debería ser un bien común que merece la protección por parte de Naciones Unidas. Pero de lo que se piensa a la realidad habrá mucha basura más deambulando, literal, sobre nuestras cabezas.
Vale citar que un científico de Nasa, Doald Kessler expuso lo que luego se llamó el efecto Kessler: un escenario en el cual se presenta una colisión en cascada, en el cual chocan esos residuos espaciales generando cada vez más y a la larga dificultando no solo la observación sino la seguridad de los mismos satélites.
Nota: con aportes de nota de PBS.
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