A los animales también les gusta... emborracharse. Bueno tal vez no tanto como eso, pero sí tomarse sus 'traguitos' de alcohol.
En un estudio publicado en Proceedings otthe Royal Society B, investigadores de University of Calgary, University of Exeter, Collegue of Central Florida y Área de Conservación Guanacaste mostraron que aquellos dispersores de semillas dispersan más aquellas de frutos que han sufrido e proceso natural de fermentación y contienen alcohol.
Estudios previos han demostrado que las plantas han desarrollado una amplia variedad de adaptaciones para promover la dispersión, que es lo que asegura la continuidad de la especie. Desde árboles que producen semillas tipo helicóptero a aquellas que las eyectan, las plantas logran con la dispersión evitar la competencia por los recursos entre las del mismo tipo.
En el nuevo estudio los investigadores estudiaron la posibilidad de la seducción del alcohol como medio de dispersión de plantas con frutas en Costa Rica.
Las frutas no producen alcohol por su cuenta, sino diferentes tipos de azúcares que atraen hongos, los cuales fermentan el azúcar y generan alcohol. El contenido de este en las frutas puede ser un medio de dispersión al seducir a animales a ingerirlas y luego expulsar las semillas en las heces.
Para probarlo, recorrieron selva tropical en Costa Rica recogiendo frutas, algunas de las plantas otras del suelo. En laboratorio las examinaron y solo incluyeron las que son dispersadas por mamíferos (como murciélagos, primates, roedores y ungulados) y que estaban maduras.
Encontraron que 78 % de las frutas que recolectaron tenían niveles detectables de alcohol. Hallaron además un patrón: aquellas frutas que contenían más alcohol tendían a estar más ampliamente dispersadas que aquellas con niveles más bajos.
El contenido, entonces, parece promover una amplia dispersión.
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