Hace mucho tiempo murió, pero apenas se acaba de ver cómo era. Hasta sus colores. Sí, era o es la estrella Earendel, la más lejana que ha podido ver el ser humano, estrella que nación cuando el universo solo tenía 1000 millones de años.
El telescopio espacial Webb la vio. Ya había sido descubierta, pero no se conocían mayores detalles. Se pudo precisar de qué tipo era y hasta datos de la galaxia que la rodeaba.
Al mirar al cielo siempre miramos al pasado. La luz de las estrellas tardan años, siglos, cientos de millones, miles de millones de años en llegar hasta nosotros. Earendel fue una de las primeras estrellas del universo. Conocerla permite indagar sobre cómo era este al comienzo de los tiempos.
Pues bien, ¿qué se deduce de esta mirada del Webb? Lo primero que se debe decir es que no se vio directamente. Está detrás de galaxias masivas, pero un efecto previsto en la teoría de Einstein la ¿acerca'. Se trata de los lentes gravitacionales. Cuerpos masivos delante de un objeto actúan como un lente y así se puede ver lo que hay detrás.
Earendel está situada en la galaxia del Arco del Sol Naciente y se detecta gracias a la combinación de la tecnología y el lente gravitacional. Hubble la había visto pero con el detalle en que aparece ahora con el Webb. Se observa gracias al masivo cúmulo de galaxias situado por delante, WHL137-08. Es tan masivo que dobla la fábrica del espacio generando el lente gravitacional.
Se trata de una estrella masiva, del tipo B en la clasificación estelar, más del doble más caliente que nuestro Sol y cerca de un millón de veces más masiva.
Earendel solo aparece como un punto de luz en la cámara de alta resolución del infrarrojo del telescopio Webb. Está magnificada 4000 veces. Es la estrella más lejana que se ha detectado. Y sí, ya debió morir, pues nació muy rápido y además mientras más masiva es una estrella más rápido agota su combustible y muere.
Los astrónomos no esperaban encontrar ninguna compañía junto a Earendel, pero con base en los colores de esta hay señales de otra estrella que la acompaña, rojiza y fría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario