No solo los humanos sufrimos el calentamiento en las ciudades, donde el cemento y el asfalto son los reyes, sino otros animales. Por ejemplo: las aves.
Un estudio en 336 ciudades de China encontró que el calor que retienen los edificios y las superficies pavimentadas están reduciendo la biodiversidad de aves en las urbes.
El hallazgo, de científicos de Zhejiang University y Cornell Lab of Ornithology fue publicado en el journal Sicience of the Total Environment.
"Nuestros hallazgos documentan por vez primera, las relaciones directas entre la diversidad de aves y el efecto isla de calor de las ciudades a través de distintas estaciones. Este efecto no es único de las ciudades chinas y es probable que los patrones documentados en el estudio estén ocurriendo en grandes ciudades a través del globo que tienen bastante asfalto, acero y concreto con poca vegetación verde", dijo Frank La Sorte, del Cornell Lab.
Los autores dijeron que las aves se mueven áreas suburbanas más frescas, disminuyendo la biodiversidad citadina, siendo más sentido el hecho en épocas en las que no están criando polluelos.
Los autores usaron datos de un estudio que se adelanta sobre la diversidad de aves en China. Luego determinaron la superficie de isla de calor para cada ciudad en comparación con sus suburbios. El impacto del efecto isla de calor urbano se documentó tras controlar cada sitio ecológico y ambiental en ellas.
"Lo que no esperábamos era que la pérdida de diversidad fuera más pronunciada durante la temporada de no crianza", explicó el autor senior Jiayu Wu. "Predijimos que ese efecto disminuiría los costos de estar calientes durante el invierno, haciendo menos necesaria la migración y resultando en un aumento de la diversidad durante esa temporada".
En cambio, el efecto de isla de calor sobre la diversidad de aves permaneció consistente durante la temporada de cría y la de no crianza.
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