Nueva imagen de los anillos de Urano. Foto Pater et al
Durante decenas de años pasaron desapercibidos y solo se
descubrieron en 1977. Hoy solo los pueden ver los grandes telescopios.
Son los anillos de Urano, que aparecen sorprendentemente
brillantes en unas nuevas fotografías tomadas por dos grandes telescopios en
Chile.
Es un brillo térmico, que da a los astrónomos otras
posibilidades de estudiarlos. Hasta ahora aparecían en la luz visible y la luz
cercana al infrarrojo.
Pero ¿qué se vio ahora? Que el anillo más brillante, Epsilon,
difiere de todos los demás conocidos en el Sistema Solar.
La temperatura de estas estructuras, medida por primera
vez en este nuevo trabajo, es de 77° Kelvin o 77 grados sobre el cero absoluto.
Epsilon está compuesto por piedras del tamaño de una bola
de golf y otras más grandes, explicó Imke de Pater, de la Universidad de
California en Berkeley.
Es increíble, pero los anillos de los planetas del Sistema Solar exterior difieren en su composición.
Los anillos de Saturno, para comparar, los forman
partículas de distintos tamaños, desde polvo microscópico en el anillo más
interno, el D, hasta rocas de varios metros en los principales.
Los de Júpiter contienen sobre todo pequeñas partículas,
de micras de tamaño.
Y los de Neptuno se componen más que todo de polvo.
Las nuevas imágenes se lograron gracias al Atacama Large
Millimeter/submillimeter Array (ALMA) y el Very Large Telescope (VLT).
Los anillos pueden haberse formado a partir de asteroides
capturados por la gravedad del planeta, residuos de lunas que chocaron entre
sí, o restos de la formación de Urano hace 4500 millones de años.
La información recogida fue publicadua en el Astronomical
Journal.
Son anillos no muy amplios. Epsilon, el más ancho, varía
de 20 a 100 kilómeros.
Fue en 1986, durante el vuelo de la Voyager 2 que se
observó que los anillos de este planeta no contenían partículas de polvo.
A la fecha, se han contado 13 alrededor del planeta, con
alguna bandas de polvo entre ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario