No es un señor barbado, de pelo largo y de túnica amplia
quien va gritando por las calles “el fin del mundo está cerca”.
Ahora son científicos los que han dicho que existe una
probabilidad de que el colapso se la humanidad esté demasiado cerca: 2050.
El culpable: el cambio climático.
Los incendios serán frecuentes y fuertes. Foto Cameron Strandberg/Wikipedia
Lo sostiene, con datos, un artículo australiano de un
Think Tank que encontró que los riesgos son en realidad mucho más serios.
Si no se toman acciones drásticas, a mediados de siglo
podría llegar la hecatombe.
El artículo fue publicado por el Breakthrough National
Centre for Climate Restoration en Melbourne (un think tank independiente
enfocado en políticas climáticas) y sus autores son un científico del clima y
un exejecutivo de una empresa de combustibles fósiles.
La actual crisis climática (nombre con el que ya diversas
instituciones, investigadores y medios se refieren al cambio climático) es más
grande y compleja que cualquiera otra que hayan tenido que enfrentar los
humanos.
Explican que los modelos del Panel Intergubernamental del
Cambio Climático para predecir que un aumento de la temperatura de 2° Celsius
con respecto a la era preindustrial pondría millones de personas en riesgo, no
considera la complejidad de los muy relacionados procesos geológicos de la
Tierra para poder predecir adecuadamente la escala de las potenciales
consecuencias.
Para los autores, la verdad es mucho más dura.
Pero entonces ¿cómo terminará el mundo para los humanos?
El escenario comienza con políticos ignorando las advertencias
de los científicos y la voluntad de la gente de descarbonizar la economía, lo
que derivará en un aumento de temperatura de 3° C hacia 2050.
Entonces las grandes masas de hielo se derretirán, habrá
sequías brutales que matarán árboles de la Amazonia liberando enormes
cantidades de carbono, generándose una bola de nieve con un mundo cada vez más
caliente.
“Treinta y cinco por ciento del área global de tierra y
55 % de la población global está sujeta a más de 20 días al año de condiciones
de calor letal, más allá del límite de supervivencia humana”, escribieron los
autores.
Al tiempo, sequías, inundaciones e incendios afectarán
regularmente la tierra. Cerca de 1/3 de la superficie terrestre será desierto. Colapsarán
ecosistemas enteros, comenzando por los arrecifes de coral, las selvas húmedas
y las capas de hielo del Ártico.
La región tropical sufrirá más estos efectos, la
agricultura desaparecerá y más de 1.000 millones de personas se convertirán en refugiadas.
El nivel del mar se comerá enormes pedazos de tierra. Foto Pational Park Service
Este movimiento de personas, más unas costas retraídas
por el nivel del mar, estresarán al máximo las naciones ricas y vendrán
conflictos armados en pos de los cada vez más escasos recursos. Tal vez todo
termine en una guerra nuclear.
Reinará el caos y para los autores, tal vez sea el fin de
la civilización global humana como la conocemos hoy.
Y solo hay una manera de prevenir este escenario
catastrófico: aceptar que el cambio climático es una gran emergencia y actuando
en consecuencia.
El artículo fue respaldado por Chris Barrie, jefe de
Defensa de Australia, retirado ya y comandante senior de la Armada real, quien
ha testimoniado ante el Senado sobre las devastadoras posibilidades del cambio
climático.
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