sábado, 17 de junio de 2023

Así afecta el ruido la salud, hasta que... estalla

Quienes soportan ruidos contantemente, como aquellos que viven cerca a calles muy transitadas por vehículos, tienen peor salud. Foto Wikipedia


Lo experimentan quienes viven cerca de aeropuertos, o donde reparan vías y abren huecos, quienes están cerca de discotecas o almacenes con música en volumen alto, o en lugares donde con megáfonos anuncian diversos productos.

Sí, cada vez más actividades de la vida diaria están cercadas por el ruido exagerado que miles de personas soportan día a día y esto tiene consecuencias para la salud, desde mayor riesgo de infarto cardiaco a derrames y aumento de la presión arterial.

No solo personas em ambientes citadinos ruidosos, sino en aquellos menos congestionados pero que de tanto en tanto se hacen ruidosos por instantes, como por el pasó de un camión.

¿Qué hace el ruido en el cuerpo? Entra por los oídos pero es retransmitido al centro de detección en el cerebro. Esa área, la amígdala, genera una cascada de reacciones. Si es sobreactivada crónicamente por ruidos, las reacciones producen efectos dañinos.

El sistema endocrino puede sobrerreaccionar, haciendo que mucho cortisol, adrenalina y otros químicos vayan por todo el cuerpo. También se puede hiperactivar el sistema nervioso simpático, acelerando la frecuencia cardiaca, aumentando la presión arterial y dispara la producción de células inflamatorias. Pasa el tiempo y esos cambios derivan en inflamación, hipertensión y depósitos de placa en las arterias, aumentando el riesgo de enfermedad coronaria, ataques y derrame.

Para entender todo esto, científicos lo descompusieron: escanearon los cerebros de personas mientras escuchaban sonidos desagradables y en vivo vieron la reacción de sus amígdalas. También pusieron monitores de presión sanguínea y dosímetros para ruido en trabajadores de ensamblaje en una planta de autos.

Para simular una noche ruidosa, sonaba grabaciones de aviones y trenes en los cuartos de personas sanas y encontraron que en la mañana siguiente tenían niveles más elevados de adrenalina, arterias más tensas y picos en proteínas de plasma que sugieren inflamación.

Al analizar registros de escaneos de cerebros en el Massachusetts General Hospital, hallaron que quienes vivían en áreas más ruidosas eran más dados a tener la amígdala muy activada, inflamación arterial y, en el curso de cinco años, eventos cardiacos serios.

Estas asociaciones persistían incluso cuando se hizo un ajuste por otras condiciones ambientales y comportamentales que pueden contribuir a una mala salud cardiaca, como polución del aire, factores socioeconómicos y cigarrillo.

Vale recordar que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud un tráfico vehicular promedio sobre 53 decibeles o una exposición promedio al ruido de aviones de 45 decibeles se asocia con una mala salud.

Nota: con información de The New York Times

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