A varios días de conocerse la muerte de los tripulantes del sumergible Titán subsisten preguntas sobre temas básicos como porqué no se rescataron los cuerpos de los cinco infortunados viajeros en las profundidades del Atlántico Norte.
Lo que se puede decir es que fue una muerte rápida y que probablemente no haya quedado rastro de ninguno de ellos.
Un artículo en el portal Medium, por JP Brown, emprendedor, describe la física de la presión y qué fue lo que les pasó a los tripulantes, las fuerzas que experimentaron en el fatal desenlace.
Primero, la explicación general:
"En términos cotidianos, la presión es una fuerza ejercida sobre un área. En nuestro entorno normal, esa es la presión del aire. Pero a medida que desciende bajo el agua, esa presión aumenta debido al peso del agua arriba. Aproximadamente, por cada 10 metros que desciende, la presión aumenta en 1 atmósfera (atm) o aproximadamente 14.7 libras por pulgada cuadrada (psi).
Los restos del Titanic se encuentran a una profundidad de unos 3800 metros (12 500 pies). A esa profundidad, la presión es de unas asombrosas 380 atmósferas, o alrededor de 5600 psi. Esto es equivalente a tener un gran elefante parado en cada centímetro de tu cuerpo".
Pero, para resumir, ¿qué les pasaría a los pasajeros del Titán? Unos milisegundos de terror. Sí, milisegundos.
"En el mismo momentoen que el casco se rompe, hay una igualación inmediata de la presión. El aire interior del sumergible, que antes estaba en una cómoda atmósfera, ahora debe lidiar con 380 atmósferas del exterior. Los resultados son explosivos, literalmente.
Los pascales son una unidad de presión. A esa profundidad, la presión en todos los lados de la burbuja de aire que contiene a estos cinco hombres es de 38 503 500 pascales. Esta es la misma cantidad de presión liberada por 292 kilogramos de explosivo C4".
Eso es solo el comienzo del final:
"La burbuja de implosión del sumergible genera un intenso calor debido a la comprensión adiabática".
Así, a entre 11 y 50 milisegundos hay un infierno ardiente. Brown explica que la compresión adiabática es un proceso de compresión rápido que genera calor y ocurre en gases bajo presión extrema. A medida que colapsa el Titán, las bolsas de gas que se comprimen en el interior se calientan r´rapido, llegando a temperaturas de varios miles de grados Celsius por un momento.
¿Entonces qué? El calor vaporiza la carne y los huesos, continúa. Y eso, agrega "palidece en comparación con los rápidos cambios de presión que ya están causando estragos en todo el cuerpo. Los pasajeros ya estarían muertos debido al traumatismo corporal masivo, para uando llegue la ola de calor".
Entre 50 milisegundos y 1 segundo:
Brown explica que la reacción al dolor depende de la transmisión de señales del sistema nervioso periférico al cerebro. Cuando llegan a él, se siente el dolor. En condiciones normales, tarda 0.1 segundos en sentirse dolor tras un evento, pues las señales viajan a una velocidad de 2 metros por segundo por los nervios. El dolor agudo se percibe más rápido, a los 0.01 segundos pues participan unos nervios de conducción más rápida.
El colapso completo del sumergible ocurre en unos 50 milisegundos (0.05 segundos), o sea de 2 a 10 veces más rápido de lo que el cuerpo humano puede registrar dolor.
Como conclusión; los cinco pasajeros seguramente no sintieron dolor. Tampoco quedó un solo pedacito de ellos. Como en un horno crematorio.
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