Cada vez hay más evidencias de su poder, no solo restaurativo para un cuerpo y una mente cansados. Un nuevo estudio mostró que tomar pequeñas siestas puede disparar la creatividad.
Poetas, artistas y otros pensadores creativos han hablado de una relación entre los sueños y la creatividad, pero poco se sabe sobre el periodo entre somnolencia y sueño, hipnagogia, esa etapa previa al sueño o también conocida como sueño N1, una fase que reconocieron grandes creadores como Thomas Edison y Salvador Dalí. Para tener un chispazo de creatividad, hacían siesta con un objeto en la mano, que al caer los despertaba y se ponían manos a la obra.
Ahora, investigadores del MIT y Harvard University desarrollaron un método para permitirles entregar señales habladas a participantes en el estudio e introducir temas específicos en el contenido del sueño durante la etapa inicial, N1. Los participantes usaron un dispositivo de chequeo del sueño, Dormio, desarrollado en parte por los coautores. Con forma de guante, mide cambios en la frecuencia cardiaca, el tono muscular y la conductividad de la piel, como indicadores del sueño. Una app asociada en un smartphone o laptop podía responder a pequeños cambios y hacer sonar y grabar los sonidos.
Los hallazgos fueron reportados en Scientific Reports.
Se trabajó con 49 adultos, divididos en cuatro grupos. Dos fueron instruidos para alejar el sueño y dos para cerrar los ojos, permanecer despiertos y dejar vagas sus mentes mientras yacían en un cuarto oscuro. Cada uno usaba el Dormio durante los 45 minutos de la prueba.
A uno de los grupos que dormía se le pidió pensar en árboles. Cada que Dormio detectaba el sueño, una señal hablada los despertaba y escribían sus sueños. Luego volvían a dormir pensando en los árboles. El otro grupo era despertado cada que se detectaba el sueño y se les pedía describir los sueños y volver a dormir. Los dos grupos que permanecieron despiertos describían sus pensamientos cada ciertos minutos. A uno se le pidió pensar en árboles, al otro ser consciente de sus pensamientos.
Luego del experimento, los participantes fueron sometidos a tres pruebas para examinar la creatividad. En general, los integrantes de los dos grupos que durmieron mostraron mayores niveles de creatividad que los que permanecieron despiertos.. Quienes pensaron en los árboles tuvieron resultamos más altos que aquellos que durmieron sin tener que pensar en eso y muchos más superiores que los de los grupos que estuvieron despiertos.
"Cuando usted es movido a pensar sobre un tópico durante la fase previa al sueño, puede tener experiencias de sueño que más tarde puede utilizar en tareas creativas", explicó Kathleen Esfahany, del MIT, cabeza del estudio.
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