Poco a poco se apagan, pero las dos naves que más lejos han llegado, las Voyager 1 y 2, seguirán activas por lo menos hasta la próxima década. Esto, gracias a que se han ido apagando equipos con el fin de ahorrar energía y así puedan proseguir en el espacio interestelar, donde se encuentran, al menos hasta después de 2030.
En febrero, la Nasa ordenó a la Voyager 1 apagar el subsistema de rayos X y el 24 de marzo le dirá a la Voyager 2 que apague el instrumento de partículas de baja carga. Es que ambas naves se mueven gracias a un sistema de radioisótopos que genera energía a partir del decaimiento del plutonio. Cada año pierden 4 vatios de poder. Si no se apagaran, solo tendrían vida para unos meses más.
Al apagar instrumentos, se disminuye el consumo. Al comienzo, cuando exploraron los planetas externos del Sistema Solar, poseían 10 instrumentos, que se han ido apagando a medidas que no se necesitan más y hoy para ahorrar energía.
Lanzadas hace 47 años, la 1 es la que más lejos anda, a más de 25 000 millones de kilómetros de nosotros, la 2 a unos 13 000 millones de kilómetros. Así, una instrucción a la 1 tarda 23 horas en llegar hasta ella, 19.5 horas a la 2.
Hoy cada nave tiene tres instrumentos activos. En 2026 se apagará uno más en cada una, para ir extendiendo la misión.
Las Voyager 1 y 2 son los únicos artefactos que han salido del Sistema Solar. La 1 lo hizo en 2012, la 2 en 2018.
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