domingo, 2 de marzo de 2025

Peces en el mar distinguen a los humanos

Uno de los peces nada cerca a Tomasek en el experimento en el Meditarráneo. Foto Tomasek/MPI of Animal Behavior


Sorpresas te dan los animales silvestres. Sí, cada día. Ahora científicos del Max Planck Institute of Animal Behavior encontraron un comportamiento que no se conocía en peces y que muestra la capacidad cognitiva que poseen.

Notaron que peces seguían a los buceadores que llevaban comida empleada en sus experimentos como recompensa. Entonces, lógico, se preguntaron si era que podían reconocerlos y vaya que hallaron algo interesante.

¿Qué fue? Pues pudieron determinar que los peces sí identifican a los buceadores basándose en señales visuales de su equipo de buceo.

Pero miremos algo más del contexto:

No hay muchos estudios que con evidencias demuestren que los peces, en cautiverio o en su medio natural, puedan reconocer a los humanos. Bueno, tal vez hay uno bien llamativo: en él se encontró que un pez arquero en cautiverio era capaz de reconocer rostros humanos.

Pero...

Maëlan Tomasek, del citado Instituto, expresó que "Pero nadie se ha preguntado alguna vez si los peces silvestres tienen la capacidad, o la una motivación, para reconocernos cuando entramos en su mundo submarino".

Entonces procedieron con los experimentos. ¿Lugar? el mar Mediterráneo, cerca de Córcega, Francia. ¿Qué especies estudiaron? Dos. La oblada -Oblada melanura, y la chopa -Spondyliosoma cantharus. Ningún pez estuvo en cautiverio durante la investigación.

Explicó Katinka Soller, coautora, que "Los peces podían venir e ir a voluntad según quisieran".

Antes del entrenamiento con comida, ningún pez seguía a los buzos. Katinka pasó 12 días entrenando peces. Luego, dijo, "Una vez yo entraba al agua, en solo segundos los veía nadando hacia mí, apareciendo de la nada".

Al comienzo del entrenamiento, ella usó un chaleco rojo brillante y otros accesorios llamativos junto con su equipo de buceo estándar. A medida que avanzaba el entrenamiento, gradualmente se deshizo de los accesorios. Hacia el final, solo nadaba con el equipo de buceo estándar y no proporcionaba comida en el punto de partida. Los peces seguían siguiéndola.

En la segunda parte del experimento, Tomasek se unió. Usó otros colores en su equipo de buceo. Por cinco días repitió lo que hizo Katinka, pero cada uno iba en distintas direcciones. Soller los alimentaba, él no.

En el primer día un número parecido de peces seguía a cada uno. Al segundo día, más la seguían a ella y el número aumentó durante los cinco días.

Tomasek comentó que "Es un resultado llamativo porque demuestra que los peces no solo estaban siguiendo a Katinka por hábito o porque otros peces estaban allí. Eran conscientes de ambos buzos, examinando a cada uno y aprendiendo que Katinka producía una recompensa al final de la nadada".

 En la parte final, ambos usaron idéntica vestimenta y equipo. Los peces no pudieron distinguir a cada uno, hecho que demuestra que se basan en señales visuales para identificarlos.

Ah, se me olvidaba contarles que la interesante investigación fue publicada en Biology Letters.



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