El promedio de vida de un perro, según enciclopedias, es de 10 a 13 años, aunque muchos viven más tiempo. Para quienes los aman, es una vida muy corta. El can se va desgastando, como todo organismo, aparecen enfermedades y algunas mortales lo matan.
En el mundo hay varios grupos dedicados a estudiar esos padecimientos y la biología del perro con el objeto de poder alargar su vida, como por ejemplo el Dog Aging Project. Hay más, como la compañía biotecnológica Loyal y Vaika, que busca la manera de prolongar la de los perros que halan trineos.
Prolongar la vida de estos animales de compañías, favoritos para cientos de millones de personas traería un beneficio adicional: alargar al vida humana porque los canes son un modelo que se puede aplicar a humanos.
El DAP ha reclutado cerca de 40 000 perros para participar en estudios. Los participantes deben proveer la historia clínica de su perro y completar encuestas anuales. Toma unas tres horas. Y de aquellos perros, a 8500 se les secuenciará el genoma y algunos de estos tendrán exámenes de orina, sangre y pelo.
Unos grupos más pequeños están siendo estudiados para enfermedades específicas. Se evaluará a 200 perros con una forma de demencia conocida como la disfunción cognitiva canina.
Pretenden hallar señales biológicas que ayuden a identificar cuáles perros pueden estar en riesgo de desarrollar esas enfermedades en el futuro y, posiblemente, ayudar en el descubrimiento de medicinas que puedan prevenirlas o tratarlas.
Además se espera determinar qué aspectos de la forma de vida del perro podrían extender su ciclo vital, el número de años vividos con buena salud.
Nota: con información del MIT