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domingo, 23 de noviembre de 2025

Complot: hormigas obligadas a cometer matricidio

La impostora se acerca con cuidado para llevar a cabo su plan, que destruirá a la reina de la colonia. Foto Current Biology


A veces, algunas madres animales matan a sus hijos, lo raro es que estos maten a su madre. Pero sucede. Y la trama de lo que sucede en esta historia parece una novela de misterio.

En este caso, está resuelto el 'crimen', de acuerdo con un estudio publicado en Current Biology.

Las hormigas obreras son inducidas a cometer matricidio, tal vez un magnicidio al matar a su reina, un plan 'orquestado' por una invasora.

Resulta que una reina ajena al nido, bien de la especie Lasius orientalis o L.umbratus ingresa a la colonia de L. flavus o L. japonicus. Keizo Takasuka, de Kiushu University en Japón, autor, dice que "Las hormigas viven en el mundo del olor". Y luego explica que "Antes de infiltrar el nido, la reina parásita de modo subrepticio adquiere el olor de la colonia en su cuerpo de las obreras que trabajan afuera de modo que no es reconocida como enemiga".

Una vez ingresa a la colonia ajena ataca la reina de esta rociándole desde una abertura que tiene lo que parece ser ácido fórmico.

Takasuka explica que "Las parásitas explotan la capacidad de reconocer olores, creemos, pues al rociar ácido fórmico disfraza el olor normal de la reina con uno repugnante. Esto hace que las hijas, que normalmente protegen a su reina madre, la ataquen como una enemiga".

La parásita con rapidez sale del nido para que no le huelan de pronto algún residuo de ácido que haría que la atacasen también.

Repite la acción cuantas veces sean necesarias hasta que muera la reina. Entonces, en el vacío de poder comienza a poner huevos asumiendo el reinado. Las obreras, de modo sorprendente, aceptan el nuevo régimen, atendiendo los huevos y a la nueva reina usurpadora.

miércoles, 25 de diciembre de 2024

En experimento, hormigas superaron a los humanos

La inteligencia colectiva de las hormigas superó a los humanos en el experimento, moviendo un objeto a través de un laberinto. Foto Weizmann Institute


Son laboriosas, criaturas sociales que trabajan en armonía y tal como los humanos también cooperan entre sí parta transportar una carga. Entonces el profesor Ofer Feinerman, del Weizmann Institue of Science, quería ver quién era mejor para llevar una carga larga a través de un laberinto. Y en parte la respuesta fue toda una sorpresa.

Los investigadores crearon una versión en la vida real del rompecabezas de los que mueven el piano, un problema computacional clásico de los campos de planificación del movimiento y la robótica que trata de posibles formas de mover un objeto de forma inusual (por ejemplo un piano) del punto A al punto B en un entorno complejo.

No hubo piano, sí un objeto con forma de T que tenían que maniobrar a través de un espacio rectangular dividido en tres cámaras conectadas por dos pasadizos estrechos.

Los investigadores crearon dos conjuntos de laberintos que diferían únicamente en el tamaño, para que coincidieran con las dimensiones de las hormigas y los humanos, así como grupos de diferentes tamaños. Obvio, reclutar voluntarios fue más fácil entre los humanos, que accedieron al pedírseles y porque posiblemente les gustó la idea de la competencia. Las hormigas por su parte no son competitivas. Se unieron porque se les hizo creer erróneamente que la carga pesada era un pedazo de comestible jugoso que estaban transportando a su nido.

Las hormigas elegidas para competir contra el Homo sapiens fueron las Paratrechina longicornis, llamadas así por sus largas antenas, aunque a veces se les conoce como hormigas locas por su tendencia a correr de un lado a otro. Son hormigas negras de unos 3 milímetros, comunes en todo el mundo.

Las hormigas afrontaron el desafío del laberinto en tres combinaciones: una sola hormiga, un pequeño grupo de siete y un grupo grande de unas 80. Los humanos se encargaron de la tarea en tres combinaciones paralelas: una sola persona, un grupo de seis a nueve individuos y uno grande de 26.

Para que la comparación fuera lo más significativa posible, en algunos casos se pidió a los grupos de personas que evitaran comunicarse mediante el habla o gestos, e incluso que llevaran mascarillas quirúrgicas y gafas de sol para ocultar sus bocas y ojos.. Además se les pidió sujetar las cargas solo con las asas, que simulaban la forma como las sujetan las hormigas. Las asas contenían medidores que medían la fuerza de tracción aplicada por cada persona durante el intento.

Cada experimento se repitió numerosas veces. En el individual, la ventaja fue clara para los humanos. Pero en el caso grupal, el resultado fue diferente, en especial para los grupos grandes. No solo los grupos de hormigas lo hicieron mejor que las individuales, sino que en algunos casos lo hicieron mejor que las personas. Los grupos de hormigas actuaban juntas en una manera calculada y estratégica, exhibiendo una memoria colectiva que les ayudó a persistir en una dirección particular de movimiento para evitar errores repetidos.

Los humanos, al contrario, fallaron en mejorar su desempeño significativamente cuando actuaban en grupos. Cuando la comunicación entre miembros del grupo era restringida para semejar la de las hormigas, su desempeño incluso estuvo por debajo de la prueba individual. Tendieron a optar por soluciones 'codiciosas' que parecían atractivas a corto plazo pero no eran beneficiosas a largo plazo y, según los investigadores, optaron por el mínimo común denominador.

Feinerman dijo que "Una colonia de hormigas es en realidad una familia. Todas las hormigas del hormiguero son hermanas y tienen intereses comunes. Es una sociedad muy unida en la que la cooperación supera con creces a la competencia. Por eso a veces se dice que una colonia de hormigas es un superorganismo, una especie de cuerpo vivo compuesto de múltiples 'células' que cooperan entre sí.

Agregó que "Nuestros hallazgos validan esa visión. Hemos demostrado que las hormigas actuando como grupo son más inteligentes, que para ellas el todo es mayor que la suma de sus partes. En cambio, la formación de grupos no amplió las capacidades cognitivas de los humanos. La famosa 'sabiduría de la multitud' que se ha vuelto tan popular en la era de las redes sociales no se puso de manifiesto en nuestros experimentos".

El estudio fue publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).



miércoles, 3 de julio de 2024

Caso especial: hay hormigas cirujanas que amputan patas a las heridas

Imagen en el proceso de amputación en C. maculatus. Foto Danny Buffat


Salvar vidas mediante cirugías no es una actividad exclusiva de humanos. No, aunque hasta ahora era así. Hay un pequeño animalito que hace de cirujano cuando se requiere para salvar a compañeras del nido heridas en las violentas peleas con integrantes de otra colonia: la hormiga.

Y para hacerlo realiza una intervención que en humanos es delicada: una amputación. Sí.

En un artículo en el journal Current Biology científicos demostraron cómo la hormiga carpintera de Florida, una hormiga roja, común en esa región.

Esa hormiga trata selectivamente las heridas en las patas de compañeras de nido, bien limpiando la herida o... amputando.

Cuando se probó en experimentos la efectividad de estos "tratamientos", no solo ayudaron en la recuperación, sino que el equipo de investigación encontró que la elección de atención de las hormigas se adaptaba al tipo de lesión que se les presentaba.

"Cuando hablamos de conducta de amputación, este es literalmente el único caso en el cual una amputación sofisticada y sistemática de amputación de un individuo por otro miembro de su especie ocurre en el reino animal", dijo Erik Frank, primer autor de la investigación, ecólogo del comportamiento en University of Würzburg.

El cuidado de heridas no es exclusivo de esta especie. En 2023 se reportó que otro grupo de hormigas, Megaponera analis, usa una glándula especial para inocular lesiones con compuestos antimicrobianos para evitar posibles infecciones.

Lo que hace diferente a la hormiga de Florida, Camponotus floridanus, y otras del género, es que no posee esa glándula y parece que usan solo medios mecánicos para tratar a sus compañeras.

Descubrieron que este cuidado mecánico implica una de dos rutas. Las hormigas limpiaban las heridas sólo con sus piezas bucales o realizaban una limpieza seguida de la amputación completa de la pierna. Para seleccionar qué ruta tomar, las hormigas parecen evaluar el tipo de lesión para hacer ajustes informados sobre la mejor manera de tratarla.

En este estudio se analizaron dos tipos de lesiones en las piernas, las laceraciones en el fémur y las en la tibia a modo de tobillo. Todas las lesiones del fémur fueron acompañadas por una limpieza inicial del corte por parte de un compañero de nido, seguida de un compañero de nido que mordió la pierna por completo. Por el contrario, las lesiones de tibia sólo recibieron la limpieza bucal. En ambos casos, la intervención dio como resultado que las hormigas con heridas infectadas experimentalmente tuvieran una tasa de supervivencia mucho mayor.