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sábado, 11 de octubre de 2025

En región de Ecuador encuentran cápsula del tiempo

Uno de los insectos que quedó preservado para la posteridad en uno de los bosques del supercontinente Gondwana. Imagen M. Solórzano


Una verdadera cápsula del tiempo con 112 millones de antigüedad y no, no fue dejada por nadie, no había quién entonces, fue obra fortuita. La encontraron en la cuenca oriental de Ecuador. En aquel tiempo n existían los continentes como los conocemos, sino que esta región era parte del gran continente Gondwana.

 La cápsula en realidad son pedazos de ámbar cristalizado. ¿Qué hay en ellos? Una buena cantidad de insectos que vivieron entonces. Por alguna razón quedaron atrapados en esa sustancia pegajosa.

El ámbar, o resina fosilizada de árboles,. data de hace 320 millones de años el más antiguo, pero es más común entre hace 120 y 70 millones de años -Cretáceo-, resinas que con frecuencia tienen 'bioincrustaciones'.

Pues en este caso sí que la cápsula del tiempo hallada las tiene. Ese ámbar está en la Formación Hollín, en aquella región ecuatoriana. Los científicos encontraron dos tipos distintos de ámbar: uno subterráneo cerca de la raíz de plantas que producen resina y otra al aire libre. 

Entre 60 ejemplos en la última, se encontraron 21 incrustaciones biológicas que representan cinco órdenes de insectos, incluyendo dípteros, coleópteros (escarabajos) e himenópteros (un grupo que incluye hormigas y avispas), así como un fragmento de una telaraña. Además, la roca alrededor del ámbar contenía numerosos fósiles de plantas como esporas, polen y otras trazas botánicas.

Las características de los fósiles, dijeron los investigadores, indican que al ámbar se originó en un bosque cálido, húmedo, de densa vegetación y árboles productores de resina del sur de Gondwana.

Una cápsula del tiempo que revela, 112 millones de años después, cómo era la vida entonces.

El hallazgo fue publicado en Communications Earth & Environment.  

lunes, 27 de mayo de 2024

Estudio halla una forma fácil de mejorar el sistema inmunitario

Jardinear en el patio de la casa o en su interior puede mejorar el sistema inmunitario de las personas que hacen la actividad con frecuencia. Foto Wikipedia Commons 


Para mejorar el sistema inmunitario, hay una nueva alternativa: jardinear. Sí, y no es cuento de revista de modas ni de viviendas, es el resultado de un trabajo de científicos.

Un mes de jardinear en la casa aumenta la diversidad bacteriana de la piel y esto se asocia con mayores niveles de moléculas antinflamatorias.

Mika Saarenpää investigó en su tesis doctoral, entre otras cosas, cómo la exposición microbiana que promueve la salud de residentes urbanos, en particular aumentando su regulación inmunitaria, se podía incrementar con facilidad a través de actividades significativas integradas a la vida diaria.

En su investigación, personas realizaban jardinería urbana, una actividad natural para ellas que puede derivar en cambios a largo plazo en el funcionamiento del sistema inmunitario.

"Un mes de jardinería urbana en interior aumentó la diversidad de bacterias en la piel de las personas y se asoció con niveles más elevados de citoquinas antinflamatorias en la sangre.

El grupo estudiado utilizó un medio de crecimiento con alta diversidad de bacterias, emulando el suelo del bosque. En contraste, el grupo de control usó un medio pobre en bacterias y en estos no se observaron cambios ni en la sangre ni en la microbiota en la piel.

"Los hallazgos son significativos, pues la urbanización ha llevado a un aumento considerable de enfermedades mediadas por el sistema inmunitario, como alergias, asma y enfermedades autoinmunes, generando altos costos en la salud. Vivimos demasiado limpios en las ciudades", dijo Saarenpää.

"Sabemos que la urbanización conduce a la reducción de la exposición microbiana, cambios en la microbiota humana y a un incremento del riesgo de enfermedades inmunes. Esta es la primera vez que podemos demostrar que una actividad humana significativa y natural puede aumentar la diversidad de la microbiota de adultos saludables y, al mismo tiempo, contribuir a la regulación del sistema inmunitario", expuso.

Así, la exposición microbiana puede aumentarse con facilidad y seguridad en casa todo el año. El espacio y la inversión financiera es menor: en el estudio la jardinería se hizo en cajas de flores, mientras que las plantas cultivadas, como guisantes, habichuelas y mostazas se conbsiguieron en el mercado local.

Los cambios se observaron con solo un mes de actividad.

El estudio apareció en Environmental International.

  

martes, 12 de diciembre de 2023

De hace 8000 años: hallan la fortificación más antigua

Lugar de la antigua fortificación en Siberia y mapa de lo que se ha encontrado en ese remoto sitio. Imagen H. Piezonka et al


Que los humanos nos la hemos pasado siempre peleando unos contra otros, no quedan dudas. Nunca podemos estar seguros ni tranquilos. Una muestra más de eso: en Siberia acaban de encontrar la fortificación más antigua hasta ahora: un fuerte de 8000 años, fuerte establecido por recolectores cazadores de la época, que además indica que hubo pueblos que se asentaron mucho antes de que lo hicieran las sociedades agrícolas.

El hallazgo entra en contradicción con el entendimiento actual de las sociedades antiguas, desafiando la idea de que solo con la agricultura la gente comenzó a construir asentamientos permanentes con arquitectura monumental y estructuras sociales complejas.

El hallazgo fue publicado en el journal Antiquity. Se centró en el asentamiento fortificado de Amnya, el fuerte más septentrional de la Edad de Piedra en Eurasia, donde se condujo trabajo de campo en 2019 por parte de científicos de Alemania y Rusia.

Tanja Schreider, arqueóloga en el Instituto de Arqueología Prehistórica en Berlín(Alemania) y coautora, explicó que "A través de estudios arqueológicos en Amnya, recogimos muestras para datación por radiocarbono confirmando la edad prehistórica del lugar y estableciendo que es el fuerte más antiguo conocido. Nuestros análisis paleobotánicos y estratigráficos revelan que los habitantes de Siberia Occidental tenían un estilo de vida sofisticado basado en la abundancia de recursos en el ambiente de la taiga (bosque boreal)".

Ellos pescaban en el río Amnya y cazaban renos y ciervos. Para preservar los alimentos fabricaban cerámica decoraba

Hoy se conocen10 fuertes de la Edad de Piedra, con casas rodeadas por muros de tierra y empalizadas, hecho que sugiere capacidades arquitectónicas y defensivas avanzadas, avances que se creía se dieron solo en sociedades agrícolas.


martes, 27 de septiembre de 2022

La naturaleza sí mejora la salud mental: estudio

La naturaleza sí tiene un efecto positivo en la salud mental. Foto Pixabay


Cada vez más se comprueban los beneficios de los espacios verdes, del campo, de la naturaleza, en la salud mental de las personas. Un estudio del Grupo para las Neurociencias Ambientales del Max Planck Institute for Human Development, publicado en Molecular Psychiatry, halló que una caminata de 60 minutos en la naturaleza reduce los niveles de estrés.

Se sabe que las ciudades angustian y pueden generar problemas mentales, mientras que quienes viven cerca de la naturaleza obtienen beneficios mentales. Se conoce que una región central del cerebro, la amígdala, que está relacionada con el procesamiento del estrés, se activa menos durante situaciones de estrés en personas que viven en área rural en comparación con quienes viven en la urbana.

Los investigadores examinaron la actividad cerebral en regiones involucradas en el procesamiento del estrés en 63 voluntarios sanos antes  y después de una hora de caminata en un bosque o en una calle comercial con tráfico en Berlín, usando imágenes de resonancia magnética. Los resultados revelaron que la actividad en la amígdala decrecía luego de la caminata en el bosque, sugiriendo que es esta la que genera los efectos benéficos en las áreas cerebrales relacionadas con el estrés.

"El resultado respalda la relación positiva asumida previamente entre naturaleza y salud cerebral, pero este es el primer estudio en probar un vínculo causal. Interesantemente, la actividad del cerebro luego de la caminada urbana en esas regiones permanecía estable y no mostró aumento, lo que argumenta en contra de la creencia común de que la exposición urbana provoca estrés", dijo Simone Kühn, cabeza de ese Grupo.

Los autores demostraron que la naturaleza tiene un impacto positivo en las áreas cerebrales relacionadas con el procesamiento del estrés y que eso se observa con tan solo una hora de caminata. Contribuye a la comprensión de cómo el ambiente físico donde vivimos afecta el cerebro y la salud mental. Sugiere además que caminar en la naturaleza podría servir como medida preventiva contra el desarrollo de problemas en la salud mental y para amortiguar el impacto potencialmente desventajoso de la ciudad en el cerebro.

Un estudio publicado en julio de 2021, del Max Planck Institute for Human Development y el Medical Center Hamburg-Eppendorf había demostrado que caminar en exteriores mejoraba no solo el bienestar general sino que tambiénactuaba sobre la estructura cerebral.

  

miércoles, 28 de abril de 2021

Fue el cambio climático el que transformó La Tatacoa

Del paisaje verde que tuvo La Tatacoa poco queda. Foto Wikipedia Commons


De manera natural la Tierra ha tenido sus largos periodos de cambio climático. Y fue uno de ellos el que acabó con el húmedo bosque de La Tatacoa (Huila, Colombia) para convertirlo en un desierto.

La variabilidad climática en la distribución de la precipitación y la humedad de la zona, más la evolución de la Cordillera Oriental que al levantarse ayudó a modificar el régimen de lluvias reduciendo la humedad.

La zona, dice José Luis Sotelo Buitrago, magíster de Ciencias-Geología de la Universidad Nacional, tuvo temperaturas de 16 a 22 ° Celsius y había una gran interacción de las aguas superficiales y profundas durante buena parte del año.

Fue hace unos 17 millones de años cuando se presentó ese cambio climático, que luego fue seguido por un periodo de enfriamiento.

¿Cómo se supo? En su estudio, Sotelo Buitrago, analizó suelos de varios puntos, aplicando técnicas de micromorfología en las que se consideran la estructura del suelo, el color, el moteado, el desarrollo de nódulos de hierro y manganeso entre otros, que sugieren que en el Mioceno la región sufrió una variación en el régimen de humedad del suelo entre los períodos cálido-húmedo y frío-seco.

El desierto de La Tatacoa, considerado así de manera amplia, es un bosque seco tropical, una región semiárida, la segunda más seca de Colombia. Albergó una rica fauna y flora, la más importante de su tipo en Suramérica durante el Mioceno, en la llamada formación de La Venta, incluyendo grandes animales como caimanes gigantes, metaterios, megaterios, monos, armadillos, Purusaurs (enorme cocordrilo) y muchos más.

El Mioceno comenzó hace unos 23 millones de años y terminó hace unos 5 millones.

La misma Universidad Nacional identificó hace unos años seis zonas ricas en fósiles.

Un paisaje que no soportó los fuertes cambios de clima.


viernes, 5 de marzo de 2021

Solo queda 25 % del bosque andino en Colombia

Imagen muestra cómo la región andina fue deforestada. Foto U. Nacional


No queda mucho. La presión del 75 % de la población ha llevado a que quede pocos del bosque de la región andina: solo 25 % de remanente de acuerdo con Edgar Ernesto Cantillo, profesor e investigador de la Universidad Nacional.

Territorios arrasados por la pobreza y las necesidades de la gente y por la desidia de un Estado que no ha ejercido un control para evitar que hoy la zona andina de Colombia sea un peladero con viviendas. Y cultivos extensivos que han hecho daño.

En las partes más bajas, recordó el profesor, se asentaron clases con poder para expandir la ganadería, mientras que en las altas la producción de leche, carne y papa son responsables de la elevada deforestación.

Solo la zona media conserva mayor biodiversidad representativa de las partes alta y baja, pero es la más intervenida debido a los cultivos de café y caña de azúcar.

La alta deforestación no ha dejado mucho. Pese a los bosques que conserva el país, no se aprovecha la madera de modo racional, tampoco se piensa en un manejo diversificado para preservar servicios ambientales como la regulación hídrica, la retención de carbono y el mejoramiento de la calidad del aire.

Para Cantillo, "el país podría producir de 15 a 30 millones de metros cúbicos de madera" (sostenible) precisó el profesor y así se disminuiría la presión al remanente de bosques.

Pese a ello, solo en 2017 se importó madera por US$200 millones.

Un manejo errado pese a la riqueza biótica.

lunes, 6 de enero de 2020

Oler la naturaleza reduce el estrés, sugiere estudio


Estar en un ambiente natural ayuda a la salud; olerlo, reduce el estrés. Foto PxHere

No es de ahora, hace mucho tiempo, de manera empírica, también lo corroboran numerosos estudios: estar en contacto con la naturaleza contribuye con la buena salud física y mental.
Ver escenas naturales puede disminuir la frecuencia cardiaca y restablecer el foco, importantes para combatir trastornos de salud físicos y mentales. ¿Qué tal sobre oler la naturaleza?
Marcus Hedblom, un ecólogo en Swedish University of Agricultural Sciences, miembro del grupo que diseñó un nuevo estudio en laboratorio en el que las personas se ‘metían’ en un ambiente natural de árboles y bosques.
Muchos estudios, dijo, se basan en lo que dice la gente, por eso en este él y sus colegas querían identificar mecanismos fisiológicos e incluso estímulos sensoriales que podrían reducir el estrés en ambientes naturales.
La hipótesis: un ambiente rico en biodiversidad reduciría el estrés más rápido que uno no natural.
En el estudio participaron 154 personas que estuvieron en uno de tres ambientes virtuales: una ciudad, un parque, un bosque. La primera, con edificios, olor a diésel y alquitrán; en el parque, árboles y edificios y el canto de una sola especie de ave; en el bosque, árboles, arbustos, sonidos de nueve especies de aves y una mezcla de olores a hongos y abetos.
En el experimento a los participantes se les suministraba un pequeño choque eléctrico para generar estrés detectable como un aumento en el nivel de conductividad eléctrica de la piel, entonces se evaluó con qué rapidez ese nivel de conductividad subía y bajaba.
A los que estaban en el parque virtual o en el bosque, la conductividad no subió tanto como en los de la ciudad y en aquellos se redujo más rápido y no hubo diferencia significativa entre los dos ambientes.
Para sorpresa, al indagar más, encontraron que eran los olores los que reducían más rápido el estrés, indicando que tiene un mayor efecto que los sonidos y la vista.
El estudio sugiere que hay cuando menos un efecto directo de reducción del estrés. Aunque los estímulos visual y auditivo en ambientes naturales por lo general tienen mayor percepción de agradibilidad que los olores, el estímulo de los olores naturales tuvo el mayor impacto en la reducción del estrés fisiológico.  
¿Cómo y por qué? No se sabe aún.
Ya lo sabe: respire naturaleza.