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sábado, 5 de octubre de 2024

Como hace 100 millones de años, la Antártida comenzó a reverdecer

El proceso de reverdecimiento de la Antártida comenzó. Así tome miles de años, el cambio climático hará que continúe. Foto M. Amesbury


En buena parte de los últimos 100 millones de años, la Antártida fue un paraíso tropical, con selvas y animales y nada de hielo. Todo cambió hace unos 34 millones de años, pero ahora parece estar despertando el verdor de esa región al Polo Sur.

Por el calentamiento global cada vez más área reverdece. La vegetación en la Península Antártida se ha incrementado más de 10vecesen las últimas cuatro décadas, una región que se calienta más rápido que la mayor parte del planeta.

El aumento fue reportado por científicos en un estudio en Nature Geoscience. La cobertura de vegetación creció de menos de 1 kilómetro cuadrado a 12 kilómetros cuadrados en 2021.

Este reverdecimiento se aceleró 30 % entre 2016 y 2021 en relación con el periodo completo 1986-2021, expandiéndose unos 400 000 metros cuadrados por año.

El estudio empleó imágenes satelitales para confirmar la tendencia acelerada en la extensión de zona verde.

El doctor Thomas Roland, científico de la University of Exeter dijo que "Las plantas que encontramos en la Península Antártida -en su mayoría musgos- crecen quizás en las condiciones más duras de la Tierra". Y agregó que "El paisaje es aún casi todo dominado por la nieve, el hielo y las rocas, con solo una fracción colonizada por vida de plantas".

El científico añadió que "Pero esa pequeña fracción ha crecido de manera dramática -mostrando que aún esta vasta y aislada región silvestre está siendo afectada por el cambio climático antropogénico".

Pero no fue el único que habló. El doctor Olly Bartlettm de la University of Hertfordshire opinó que "A medida que estos ecosistemas se establezcan más-y el clima continúe calentándose- es probable que la extensión de verde se incremente".

Explicó que "El suelo en la Antártida es en su mayoría pobre o inexistente, pero este aumento en vida plantar agregará materia orgánica, y facilitará la formación de suelo-potencialmente pavimentando el camino para que crezcan otras plantas".

Y todo tiene su inconveniente, pues el doctor Olly dijo que "Esto aumenta el riesgo de que lleguen especies no nativas e invasoras, posiblemente portadas por eco-turistas, científicos y otros visitantes al continente".

Es un hecho: así como hace más de 100 millones de años la Antártida se fue convirtiendo en un mundo tropical con variedad de plantas y animales, el proceso recomenzó. 

domingo, 13 de agosto de 2023

Sobrevivieron a los dinosaurios, tal vez no a los humanos

Hongos del género Takakia, unos fósiles vivientes que viven malos momentos. Foto Xuedong Li/Capital Normal University, China


Conocieron a los dinosaurios y los vieron pasar de largo. Ninguno de los cataclismos que derivaron en grandes pérdidas de especies, los afectó. Tienen cerca de 400 millones de años y siguen acá, con nosotros, aunque no parece que resistirán a la especie que más daño ha hecho: el Homo sapiens. El cambio climático los tiene contra la espada y la pared y van perdiendo el duelo.

Se trata de los musgos del género Takakia y sus dos especies T. ceratophylla y T. lepidozioides, que crecían en la gran masa terrestre de India y cuando esta chocó con Asia dando origen a los Himalayas, poco a poco se adaptaron y comenzaron a ascender por estos.

"Todos hablan de los dinosaurios y se emocionan con ellos", dice Ralf Reski, biotecnólogo de plantas en University of Freiburg en Alemania. "Pero estos musgos han visto llegar a irse a los dinosaurios.

Aquellas dos especies crecen juntas en la meseta del Tíbet y cada una vive independiente en algunos otros lugares, como Alaska y British Columbia, dice una nota en Nature que analiza el reporte científico en el journal Cell.

Las briofitas son un grupo de plantas que cobija los musgos y otras y no se sabía dónde encajaban las Takakia spp. El análisis del genoma de T. lepidozioides confirmó que son musgos raros. Este, se encontró, tiene el mayor número de genes de rápida evolución registrados en una planta.

Reski y colegas analizaron fósiles de este hongo de hace 165 millones de años hallados en Mongolia. Vieron que Takakia es único porque en su exterior tiene características de las primeras plantas, que no han cambiado desde que se resultaron fosilizadas.

Pero en el interior identificaron 122 genes que han evolucionado muy rápido desde entonces, algunos de los cuales les permiten vivir en ambientes extremos. Las secuencias de genes contienen un elevado número de mutaciones que derivaron en nuevas variantes de proteínas, dos veces el número de genes de rápida evolución en comparación con otro musgo tibetano, Herbertus sendtenri.

Se encontró también que el género Takakia está en riesgo. En la década pasada en la meseta tibetana poblaciones de estos hongos decrecieron1.6 % cada año, más rápido que otros hongos. De hecho T. ceratophylla está clasificado como vulnerable por la lista roja de la Unión para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Están afectados por el calentamiento global, aunque también por la calidad del aire y la humedad.

Se codearon con los dinosaurios, pero parece que no resistirán la mano humana.