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viernes, 10 de octubre de 2025

Hay que agradecerles mucho a los cocolitóforos

Vista microscópica de un cocolitóforo, cuyas placas de calcio tienen un rol importante en el ciclo global del carbono. Imagen Jelena Godrijan, Ruder Boskovic Institute


Son más pequeños que un grano de polvo, su forma es de disco y viven en el océano. Pero semejantes organismos son vitales para el clima del planeta, quién creyera. Tan importantes que ya tienen su día internacional, que se celebra el 10 de octubre, promovido por científicos europeos.

Bueno, se trata de cocolitóforos, una pequeñísima alga que ha sido vital para la regulación del clima, pues retienen grandes cantidades de carbono, producen oxígeno uy contribuyen con la salud de los ecosistemas marinos.

Muy pocos, tal vez poquísimas personas los conocen, pero sin ellos los océanos y el clima del planeta serían drásticamente diferentes. Algas unicelulares que contienen clorofila, flotan en las capas iluminadas del mar y están cubiertas con placas de carbonato de calcio, conocidas como cocolitos.

Pese a su tamaño, están entre los más efectivos reguladores del carbono en la Tierra. Cada año generan más de 1500 millones de toneladas de carbonato de calcio, capturando dióxido de carbono y almacenándolo en las profundidades marinas. Aparte de remover carbono, producen oxígeno, nutren las redes marinas de alimento e influyen en el equilibrio de gases de invernadero del planeta.

A menudo dominan largas áreas del océano, pero el cambo climático está alterando la temperatura, la química y la composición de nutrientes del agua marina. Por eso está amenazada su supervivencia y sería la desestabilización de ecosistemas que dependen de ellos.

Lo que distingue a los cocolitóforos de otros plancton es su papel en el ciclo global del carbono y el registro único que dejan. Alex Poulton, profesor del Centro Lyell, explica que "A diferencia de otros grupos, construyen intrincadas placas de carbonato de calcio que no solo ayudan a extraer dióxido de carbono de la atmósfera, sino que también lo transportan a los sedimentos marinos profundos, donde puede quedar atrapado durante milenios. Esta biomineralización deja un registro geológico excepcional, que nos permite estudiar cómo han respondido a los cambios climáticos pasados y predecir mejor su futuro".

domingo, 15 de junio de 2025

Tic, tac, tic, tac: la acidez amenaza los océanos

Los corales son uno de los organismos marinos que más sufre por la acidez de las aguas. La situación empeora cada vez más. Foto Wikipedia Commons


Es una reacción en cadena y cada vez será peor. Un nuevo estudio reveló que los océanos de todo el mundo están más ácidos de lo que se pensaba. La razón es una sola: las emisiones de dióxido de carbono de origen antropogénico.

¿Por qué importa? Porque la acidificación de los océanos daña ecosistemas marinos y afecta a las comunidades costeras, que dependen de aguas sanas para su supervivencia.

La investigación, publicada en Global Change Biology, determinó que la situación es peor de lo que se había visto antes. Los océanos entraron en una zona de peligro en 2020. Cada año, lógico, empeora. Y si bien son cambios que se van dando de manera progresiva, los sienten muchas especies marinas y quienes dependen de ellas.

Steve Widdicombe, director científico y subdirector ejecutivo del Laboratorio Marino de Plymouth, organización involucrada en el estudio, dijo que "La acidificación de los océanos no es solo una crisis ambiental, sino una bomba de tiempo para los ecosistemas marinos y las economías costeras". El investigador agregó que "A medida que la acidez de nuestros mares aumenta, presenciamos la pérdida de hábitats críticos de los que dependen innumerables especies marinas, lo que, a su vez, tiene importantes implicaciones sociales y económicas".

La acidificación se debe más que todo a la absorción de CO2por parte del océano. El océano absorbe alrededor del 30 % del CO2 de la atmósfera, por lo que, a medida que las actividades humanas liberan CO2, se libera una mayor cantidad en los océanos. El CO2 se disuelve en el océano, creando ácido carbónico y liberando iones de hidrógeno. Los niveles de acidez se basan en la cantidad de iones de hidrógeno disueltos en el agua; así que los mares se van volviendo más ácidos.

Peor hay más: los iones de hidrógeno se unen a los iones de carbonato en el océano para formar bicarbonato, y eso reduce el carbonato disponible para la vida marina, como los corales, las almejas y el plancton. EStos animales necesitan carbonato para sus huesos, conchas y otras estructuras naturales, que fabrican a partir de carbonato de calcio. Los investigadores miden la aragonita, una de las formas solubles del carbonato de calcio, para medir los niveles de acidez.


miércoles, 7 de abril de 2021

¿Nuevo límite para la vida en el frío? Hallan sorprendentes organismos

Esponjas, gusanos de tubo y cirrípedos aparecen en las imágenes. Foto H. Griffiths


¿Qué límites tiene la vida en la Tierra? Pues científicos quedaron sorprendidos al hallar extraños animales adheridos debajo de la plataforma de hielo de la Antártida a 900 metros bajo el nivel del mar.

Los investigadores dieron con esas formas vivas por casualidad. Al perforar un agujero de casi un kilómetro se toparon con una roca. Y al enviar una cámara para ver lo que sucedía, detectaron esos organismos.

Las imágenes mostraron dos tipos de esponja, uno con un largo tallo que finaliza en la cabeza , pero aparecen otros organismos que podrían ser gusanos o cirrípedos (percebes). El hallazgo fue presentado en Frontiers in Marine Science.

Las plataformas de hielo se forman cuando el agua del interior del continente fluye a la costa y flota en el mar que rodea. Al fluir el hielo sobre la tierra, puede llevar rocas. que quedan en la base de la plataforma, que fue lo que ocurrió.

Sondeos de la vida marina de la Antártida han encontrado organismos móviles como algunos peces, gusanos, krill y medusas abajo de la plataforma, no se habían hallado nunca organismos estacionarios, que se alimentan mediante filtración: es decir por el alimento que les pueda llegar por las corrientes y queden atrapados. Se debe tratar principalmente de plancton muerto.

La comunidad de organismos que vive aislada está a unos 500 metros bajo la base de la plataforma de hielo y a unos 260 kilómetros del punto más cercano de aguas abiertas.

El plancton que les llega debe recorrer más de 600 kilómetros.

Una vida muy difícil, pero que ha florecido pese a todo: depende que por el sitio donde están adheridos a la roca pase alimento.

Un hallazgo que dejó atónitos a los científicos.


Organismos adheridos debajo de la plataforma de hielo de la Antártida. Foto H. Griffiths-Ukri-Bas