El vuelo iba tranquilo, desde Cancún en México con destino Newark en New Jersey, Estados Unidos. De repente comenzó a caer sin razón ni fallo alguno cuando iba sobre Florida. Lo piloto retomaron el control de la nave. Al menos 15 pasajeros del vuelo de JetBlue, un A320, resultaron con heridas y el jet tuvo que aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Tampa. Ocurrió el 30 de octubre pasado.
¿Qué sucedió? La empresa fabricante, Airbus, tras estudiar la situación atribuyó el hecho a una intensa radiación solar y fue por eso que se ordenó que los 6000 aviones de ese tipo en todo el mundo permanecieran en tierra mientras se hacía un reacondicionamiento de equipos para soportar esas radiaciones.
La historia suena bien, pero hay un pero: ese día no hubo radiación solar intensa los niveles observados no podían afectar los sistemas de la aeronave, dijo Clive Dyer, experto en clima espacial y radiación en la University of Surrey, Reino Unido, quien durante décadas ha estudiado los efectos de la radiación en la electrónica de los aviones.
Cree entonces que el computador del jet fue impactado por rayos cósmicos provenientes de la explosión de una supernova, una estrella que explotó hace millones de años y cuyas partículas apenas llegaron a la Tierra y afectaron al avión.
Dyer dijo que los "Rayos cósmicos pueden interactuar con la microelectrónica moderna y cambiar el estado de un circuito". Entonces, agregó, "Eso puede ocasionar un simple cambio de un bit, como de 0 a 1 o de 1 a 0. Genera información errada y hace que las cosas funcionen mal. Pero también pueden afectar el hardware".
Los rayos cósmicos surgen en una explosión de supernova, acelerando chorros de protones que se dispersan por el universo a la velocidad de la luz. Llegan de modo constante a la atmósfera terrestre, interactúan con moléculas en el aire y generan lluvias de partículas exóticas, que en su camino pueden afectar la electrónica de un avión.
También las llamaradas del Sol, producen esas partículas y pueden ser docenas de veces más energéticas y dañinas que las partículas cósmicas. Y esa actividad solar es más común. De hecho, dos semanas después del incidente persistían en la atmósfera partículas de una llamarada solar. La actualización del software que hizo Airbus tiene mucho sentido pues con frecuencia la actividad solar es intensa, pero Dyer descarta que la radiación del Sol haya generado el problema en el avión.
La causa vino de muchísimo más lejos. Y de un evento en el pasado remoto.
Nota: con base en informacion de Space.com

No hay comentarios:
Publicar un comentario