lunes, 2 de marzo de 2020

Las ratas adquirieron ciudadanía de New York


Una rata en el subway de New York. Se adaptaron a la gran ciudad. Foto Wikipedia

Sí, ratas son ratas pero no todas son iguales. Las de New York, por ejemplo, tienen la ciudadanía neoyoquina. Tal como lo lee.
Las de esa ciudad comen pizza, perros o ensaladas y habitan por todos los rincones de la Gran Manzana, desde el subterráneo hasta el Central Park.
Se estima que hay al menos 2 millones de ratas allí. La ciudad no ha podido con ellas.
Ahora, genetistas secuenciaron el genoma de las ratas neoyorquinas y encontraron cosas bien interesantes.
En el estudio identificaron docenas de genes relacionados con la dieta, el comportamiento y el movimiento. Esto les ha permitido sobrevivir y prosperar en la llamada capital del mundo.
Es decir, son ratas con ciudadanía neoyorquina, diferentes a las de otros lugares. Los cambios genéticos les han permitido conquistar con éxito los ambientes urbanos.
“Como biólogo evolutivo y neoyorquino, solo puedo estar sorprendido por las formas como las ratas se han adaptado a los ambientes urbanos”, expresó Arbel Harpak, de Columbia University, coautor de esta investigación junto a Jason Munshi-South de Forham University y Pleuni Pennings de San Francisco State University.
Entre 2014 y 2015 recogieron cerca de 400 roedores, ratas pardas Rattus norvegicus gracias al equipo de Mushi-South, que se especializa en evolución urbana y ecología. Usaron carnadas de tocino, mantequilla de maní y avena.
Secuenciaron el genoma de 29 y lo compararon con el de ratas secuenciadas antes en la zona rural del nororiente de China.
Analizaron regiones del genoma  con variantes que podrían ayudarles a ser exitosas en New York y que pronto se hicieron comunes en las poblaciones locales. Varios de esos genes tienen una influencia no conocida en la biología de estos animales.
Algunos están implicados en las conexiones cerebrales. Hace tiempo se afirma que los animales se adaptan a ambientes nuevos cambiando los circuitos neuronales, pero no se ha comprobado con certeza.
Otro investigador halló hace poco, en Cambridge, Massachusetts, que las ratas allí prefieren productos de Dunkin’ Donuts y salsa Slim Jims encima de la mantequilla de maní.
Sí, no todas las ratas son iguales. Ahora se comienza a conocer cómo se han adaptado a los más diversos ambientes, como el de la Gran Manzana, por donde se pasean con mucha propiedad.
El estudio en New York fue puesto en el sitio preimpresión bioRxiv.


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