Una rata en el subway de New York. Se adaptaron a la gran ciudad. Foto Wikipedia
Sí, ratas son ratas pero no todas son iguales. Las de New
York, por ejemplo, tienen la ciudadanía neoyoquina. Tal como lo lee.
Las de esa ciudad comen pizza, perros o ensaladas y
habitan por todos los rincones de la Gran Manzana, desde el subterráneo hasta el
Central Park.
Se estima que hay al menos 2 millones de ratas allí. La
ciudad no ha podido con ellas.
Ahora, genetistas secuenciaron el genoma de las ratas
neoyorquinas y encontraron cosas bien interesantes.
En el estudio identificaron docenas de genes relacionados
con la dieta, el comportamiento y el movimiento. Esto les ha permitido
sobrevivir y prosperar en la llamada capital del mundo.
Es decir, son ratas con ciudadanía neoyorquina,
diferentes a las de otros lugares. Los cambios genéticos les han permitido
conquistar con éxito los ambientes urbanos.
“Como biólogo evolutivo y neoyorquino, solo puedo estar
sorprendido por las formas como las ratas se han adaptado a los ambientes
urbanos”, expresó Arbel Harpak, de Columbia University, coautor de esta
investigación junto a Jason Munshi-South de Forham University y Pleuni Pennings
de San Francisco State University.
Entre 2014 y 2015 recogieron cerca de 400 roedores, ratas
pardas Rattus norvegicus gracias al equipo de Mushi-South, que se especializa
en evolución urbana y ecología. Usaron carnadas de tocino, mantequilla de maní
y avena.
Secuenciaron el genoma de 29 y lo compararon con el de
ratas secuenciadas antes en la zona rural del nororiente de China.
Analizaron regiones del genoma con variantes que podrían ayudarles a ser
exitosas en New York y que pronto se hicieron comunes en las poblaciones
locales. Varios de esos genes tienen una influencia no conocida en la biología
de estos animales.
Algunos están implicados en las conexiones cerebrales.
Hace tiempo se afirma que los animales se adaptan a ambientes nuevos cambiando
los circuitos neuronales, pero no se ha comprobado con certeza.
Otro investigador halló hace poco, en Cambridge,
Massachusetts, que las ratas allí prefieren productos de Dunkin’ Donuts y salsa
Slim Jims encima de la mantequilla de maní.
Sí, no todas las ratas son iguales. Ahora se comienza a
conocer cómo se han adaptado a los más diversos ambientes, como el de la Gran
Manzana, por donde se pasean con mucha propiedad.
El estudio en New York fue puesto en el sitio preimpresión bioRxiv.
No hay comentarios:
Publicar un comentario