Qué diferencia entre el café y las bebidas energéticas, de acuerdo con un estudio nuevo, un metanálisis que incluyó más de 1 500 000 participantes, cuyo resultado genera preocupación.
El metanálisis sugiere que el café y las bebidas energéticas tienen efectos opuestos. El alto consumo de café -más de 60 pocillos por mes- se relacionó con una significativa reducción de los intentos de suicidio, tal vez por sus propiedades estimulantes.
El otro lado de la moneda: cada lata de bebida energizante que se ingiera, así una al mes, aumentó el riesgo de pensamientos suicidas e intentos, con un efecto dosis-dependencia que puede triplicar el riesgo si se consume en altas cantidades.
El estudio deduce que esa diferencia puede deberse a la presencia de otros ingredientes psicoactivos en las bebidas energizantes -como taurina, guaraná y ginseng- junto con el alto contenido de azúcar, que puede desencadenar ansiedad y estados de ánimo cambiantes, en particular en los hombres jóvenes, que son sus principales consumidores.
El psiquiatra especializado en adicciones, Guillaume Davido, en diálogo con Medscape francés, dijo que los resultados son llamativos: los intentos de suicidio fueron 30 % menos entre los bebedores de café en comparación con los consumidores de aquellas bebidas.
El experto, quien no participó en el estudio, expresó que no es sorprendente que las bebidas energizantes estén relacionadas con un mayor riesgo de suicidio, en cuanto su consumo se asocia con comorbilidades más adictivas y psiquiátricas. Además, en parte se explicaría porque ese consumo a veces ocurre en actividades de vida riesgosas.
El investigador también notó las sorprendentes diferencias entre los efectos de la cafeína, protectora al tomar café, pero no en las bebidas energizantes, tal vez porque está en mayor cantidad en estas. Por eso, consumir mucho café también puede ser contraproducente.
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