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viernes, 20 de septiembre de 2024

Un lagarto se pone careta para bucear

El anolis produce la burbuja con aire adentro que le permite permanecer sumergido para escapar a diferentes depredadores. Foto Lindsey Swierk


De afán se tiene que sumergir -¡vaya manera de escapar a depredadores hambrientos!- pero no olvida algo importante: la careta. Y no hablamos de ninguna persona, sino del buzo más pequeño del planeta: un lagarto. Pero ¿cómo así?

El lagarto, estudiado en la selva tropical en Costa Rica tiene una vida semi acuática. Cuando está en problemas se sumerge, mas antes se protege: produce una gran burbuja que cubre su nariz, de modo que pueda respirar bajo el agua.

Los investigadores de Binghamton University y State University of New York estudiaron si esa burbuja les servía para respirar o simplemente tenían algún otro mecanismo en el cuerpo que les permitía pasar un buen tiempo bajo el agua.

A unos lagartos les impidieron la formación de esa especie de careta mediante una sustancia que les aplicaban, a otros se les permitió. Entonces estudiaron cuáles permanecían más tiempo sumergidos. Los que producían esa burbuja que les cubría la nariz estaban un 32 % más debajo del agua.

¿Por qué deben sumergirse?

Lindsey Swierk, de Binghamton, que estudia esos lagartos (anolis), explicó que los "Anolis son una especie de nuggets de pollo de la selva. Los pájaros se los comen, las serpientes se los comen", y agregó que "Así que saltando al agua pueden escapar de esa cantidad de depredadores, y permanecen muy quitos allí. También quedan muy bien camuflados bajo el agua y permanecen en el agua hasta que pase el peligro. Sabemos que pueden estar bajo el agua al menos 20 minutos, tal vez más". 

El descubrimiento se publicó en Biology Letters.

sábado, 18 de mayo de 2024

Una mujer necesita 50 000 calorías extras en un embarazo


La hembra humana necesita muchísima energía extra para llevar los nueve meses de embarazo. Una cantidad que midió un nuevo estudio. Foto PxHere


Desarrollar una nueva vida, albergarla en el vientre durante nueve meses no es cualquier cosa. Exige una enorme cantidad de calorías y estas acaban de ser contadas por científicos, que presentaron sus hallazgos en Science.

Se creía hasta ahora que la mayor parte de esas calorías se encontraban en el feto, pero no. Este estudio demostró que este solo responde por el 4 % del costo energético de la preñez, mientras que la madre carga con el resto, un 'combustible' extra requerido por el cuerpo de la mujer. Un esfuerzo titánico.

Es para sorprenderse: el costo energético de un embarazo a lo largo de nueve meses es de 50 000 calorías de dieta, mucho más de lo que los científicos esperaban. 

El descubrimiento provino de los estudios de Dustin Marshall, biólogo evolutivo en Monash University (Australia), en el metabolismo. Cada especie tiene que llenar demandas distintas de energía. Los mamíferos de sangre caliente pueden mantener una temperatura estable y estar activos aunque esta caiga, pero mantener esa temperatura requiere alimentar constantemente la fuente.

Es distinto a animales de sangre fría, como las serpientes, que pueden pasar semanas sin comer.

Marshall y sus estudiantes estimaron los costos y no solo recurrieron a literatura existente sino que analizaron la tasa metabólica de las hembras mientras están en período reproductivo, estimación con base en el oxígeno que consumen.

Con todos los datos reunidos estimaron los costos de reproducción para 81 especies, desde insectos a cabras. Determinaron así que el tamaño del individuo influye mucho en cuánta energía se requiere para reproducirse. Como curiosidad, animales microscópicos requieren menos de una millonésima de caloría para generar descendientes y el venado de cola blanca necesita 112 000 calorías.

Los animales de sangre caliente requieren tres veces más energía que los reptiles.

Para sorpresa, hallaron que los costos indirectos de la preñez son mucho mayores que los directos. En promedio solo 10 % de la energía que una hembra mamífera usa durante la preñez va a las crías.

En la hembra humana el costo es muy alto, tal vez porque las mujeres permanecen preñadas mucho más tiempo que la mayoría de otros mamíferos.


miércoles, 12 de octubre de 2022

Por primera vez observan chimpancés y gorilas jugando y comiendo juntos

Un chimpancé joven en el área donde interactúan las dos especies de simios. Foto Kyle de Nobrega


Aunque vivan en la misma selva, no se mezclan. Eso era lo que se tenía claro hasta ahora. Es que un estudio dirigido por la primatóloga Crickette Sanz, de Washington University en San Luis, Estados Unidos, reveló la primera evidencia de una duración duradera entre chimpancés y gorilas en su medio natural. Dos especies amenazadas.

Con más de 20 años de observaciones, los científicos documentaron lazos sociales entre individuos de gorilas y chimpancés que perduraron durante años en distintos contextos.

Sanz, profesora de antropología biológica en Arts & Science, explicó que desde hace tiempo se sabe que esos simios pueden reconocer individuos de la propia especie y formar relaciones duraderas, pero no se sabía que eso se extendía a otras especies.

"Un ejemplo de lo que encontramos puede ser el de un individuo yendo a través de un grupo de la otra especie en busca de un individuo en particular", agregó.

La Cuenca del Congo es una área de conservación para proteger no solo a estos grandes simios sino también al elefante de la selva, a leopardos y varias especies más.

En el estudio, publicado en iScience, con datos de 1999 a 2020 se documentaron a esas especies de simios involucradas en un amplio rango de interacciones, desde juego hasta agresión.

¿Qué beneficios obtienen chimpancés y gorilas de esta interacción? Podría ser desde protección frente a depredadores, mejoramiento de las opciones de búsqueda de alimentos y otros beneficios sociales por la información compartida.

La información reunida en el estudio descarta la primera opción, la protección frente a depredadores como leopardos, serpientes o raptores. "La depredación sí es un riesgo en esta región, pues tenemos casos de chimpancés muertos por leopardos. Sin embargo el número de chimpancés en subgrupos diarios permanece relativamente pequeña y los gorilas dentro de grupos se aventuran lejos de los lugares que les protegerían", dijo Sanz.

En vez de eso, las oportunidades por alimentos parecen ser más importantes. La coalimentación en el mismo árbol representó 34 % de las interacciones, más 14 % de simios alimentándose en árboles cercanos.

Al menos 20 especies de plantas fueron el objetivo de estos simios en sus eventos de coalimentación, aumentando la comprensión científica sobre la cantidad de recursos que chimpancés y gorilas reúnen juntos para compartir.

En  ocasiones fueron observados jóvenes de esas especies que buscaban algún individuo en particular para jugar. Una relación que expande sus competencias individuales sociales, físicas y cognitivas.

Para los científicos, una posible preocupación es que compartan enfermedades afectando las poblaciones. El Ébola, por ejemplo, surgió en poblaciones silvestres de simios y se estima que el brote de hace 20 años en África Central acabó con un tercio de las poblaciones mundiales de chimpancés y gorilas.

En la investigación participaron además miembros de Wildlife Conservation Society, University of Johannesburg (Sudáfrica) y Lincoln Park Zoo en Chicago.

jueves, 4 de noviembre de 2021

Y sobrevivieron al asteroide que mató los dinosaurios

Todas las actuales serpientes surgieron tras la extinción de los dinosaurios. Foto PublicDomainPictures


Y sobrevivieron. El enorme asteroide que hace 66 millones de años golpeó la Tierra y acabó con los dinosaurios y muchas otras especies, no pudo con ellas.

Un estudio publicado en Nature Communications, presenta la evolución de las serpientes, encontrando que cuando se presentó el cataclismo solo había un puñado de especies. 

¿Cómo pudieron sobrevivir? Se cree que por dos razones básicas: una, pasan mucho tiempo enterradas o entre la tierra y, dos, aguantan largos periodos sin comer.

La investigación, de científicos de la University of Bath, más Bristol, Cambridge y Alemania, usó fósiles y análisis genéticos de las diferencias entre las actuales y anteriores serpientes y así reconstruir su evolución.

Los resultados mostraron que todas las especies de serpientes actuales se derivaron de un puñado que existía cuando el gran impacto. En este debieron desaparecer también algunas ellas.

Al no encontrar competencia, pudieron establecerse en nuevos nichos y tener nuevas presas. Así comenzaron a diversificarse y aparecieron linajes como víboras, cobras, pitones, boas y culebras.

Todas las actuales, incluyendo las de los árboles, las marinas, las venenosas víboras y cobras, las enormes boas y pitones, emergieron solo tras la desaparición de los dinosaurios.

"Nuestro estudio sugiere que la extinción actuó como una forma de 'destrucción creativa', al eliminar las viejas especies permitió a las sobrevivientes explotar los vacíos en el ecosistema experimentando con nuevos estilos de vida y hábitats", indicó Nick Longrich, de Bath.

Y así hoy son más de 4000 especies por todo el mundo.


jueves, 30 de mayo de 2019

Popurrí científico: serpientes mordelonas y nuevo visitante interestelar


1. Ojo con las serpientes. También andan afectadas por el cambio climático y se acercan cada vez más a los humanos. Las mordeduras de estos venenosos reptiles se han disparado en todo el planeta. En la década pasada unos 30 millones de personas fueron mordidas por víboras, con 5,4 millones solo el año pasado. Se calcula que una persona muere cada 5 minutos por acción del veneno que inoculan.

Serpiente mulga. Foto F. Delventhal

El cambio climático ha disparado esos accidentes. Los lugares donde han habitado poco a poco se vuelven insoportables para ellas, así que solo pueden migrar, adaptarse o morir. Y hoy se han observado algunas a cientos de kilómetros de los que eran sus hábitats, aparte de que inviernos más cortos, como en India, hacen que acaban su hibernación más rápido y aumenten los encuentros con humanos.

2. Exocometas o cometas alrededor de estrellas. Han sido observados por astrónomos en lejanos soles, un logro impresionante. Como no son tan sólidos como los planetas, cuando pasan delante de su estrella, al estar cerca de ellas desarrollan una enorme cola que disminuye la luz estelar y permiten su detección. Alrededor de Beta Pictoris se detectaron unos en 1987. Ahora se encontraron tres más. Esa es una estrella muy estudiada, a 63 años luz de nosotros. Los hallaron astrónomos europeos que usaron datos del telescopio TESS, lanzado el año pasado.

3. Animales más pequeños. En los próximos 100 años muchos animales sufrirán una transformación: serán más pequeños, en particular las aves y los mamíferos según un estudio de investigadores de University of Southampton publicado en Nature Communications.
La masa de los mamíferos se reducirá un 25 %, un gran cambio en comparación con el 14 % de reducción vivido en los últimos 130 000 años. La investigación analizó 15484 especies de esos dos tipos de animales.


Dibujo de cómo sería Oumuamua, ahora se halló meteorito interestelar. Imagen Hubble/ESA


4. Visita interestelar. En el Sistema Solar se detectó en 2017 un asteroide de unos 400 metros que provino del espacio interestelar, bautizado Oumuamua. El primero conocido de ese origen. Ahora astrónomos de Harvard University sugieren que hallaron un meteorito que también llegó de fuera de nuestro sistema. Analizando datos del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra detectaron uno cuya elevada velocidad indica un posible origen en otra parte de la galaxia. Medía 3 metros y fue detectado el 8 de enero de 2014 en un punto a 18,7 kilómetros de altura sobre la isla Manus en Papua Nueva Guinea: su velocidad fue de 216 000 kilómetros hora y eso revelaría el origen, pues no está atado a la influencia gravitatoria del Sistema Solar.