De a poco los Andes se quedan sin glaciares. Floto Wikipedia Commons
Algo parece seguro: en dos o tres generaciones quedarán
muy pocos glaciares permanentes en la cordillera de los Andes.
El ritmo de deshielo es vertiginoso, según nuevos
estudios: han perdido hasta 1 metro de grosor y en algunos lugares, en
particular más al sur, han retrocedido 10 kilómetros, recuerda un análisis de
Yale Environment 360.
En Perú el área glaciar se ha reducido un tercio desde
2000 a 2016.
(En Colombia ha desaparecido la mayoría y los que quedan
serán recuerdo de acá a 2050: Sierras Nevadas de Santa Marta y Cocuy, Ruiz,
Santa Isabel, Tolima y Huila, menos de 37 kilómetros cuadrados entre los seis).
Se puede afirmar que 98 % de los glaciares andinos se
encogieron este siglo, cuando las temperaturas del planeta han subido sin
cesar.
La mayor parte del hielo de la Tierra se encuentra en
Groenlandia y la Antártida. Los glaciares de montaña apenas representan 4 %
del total., incluyendo la meseta tibetana, los andes, Himalayas, los Alpes y
cadenas montañosas de Alaska y Rusia.
El panorama de los Andes se ha completado gracias a las
imágenes satelitales. Hace pocas décadas solo se conocía la historia de los más
accesibles.
La Patagonia responde por el 83 % de la pérdida glaciar
en Sudamérica.
“Nuestro estudio y otro de Etienne Berthier son los
primeros que comprenden todo el continente sudamericano basados en mediciones
en todas partes”, según Thorsten Seehaus, glaciólogo de la Friedrich-Alexander-Universität
Erlanger-Nürnberg, que publicó sus hallazgos en Nature Climate Change.
Solo en la zona desértica de los Andes los glaciares han
aumentado grosor o se han mantenido estables, pero representan 1,3 % de toda la
masa glaciar.
Pero de resto, de Colombia y Venezuela a la Patagonia, se
están encogiendo.
El futuro ofrecerá paisajes andinos muy diferentes y
podrían verse en aprietos ciudades que toman el agua de los glaciares para uso
humano y en actividades agropecuarias y demás usos.
Se considera que en Colombia, de acuerdo con estudios de
hace varios años, unas dos millones de personas tendrían problemas cuando
desaparezcan los glaciares que quedan.
