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lunes, 12 de agosto de 2019

Reproducen el perfume que usaba Cleopatra


Si Cleopatra VII era hermosa o fea no se sabrá e incluso diferentes artistas e historiadores la dibujan de modos muy distintos. Ahora, lo que sí podría saberse es ¿qué perfume usaba?

Científicos saben ahora a qué olía Cleopatra. Foto Wikipedia

Un grupo de expertos recrearon los perfumes del antiguo Egipto, que pudo ser usado por la monarca.
Arqueólogos han excavado durante muchos años en la ciudad Thmuis, hoy Tell-El Timai, conocida por ser sede de dos de los perfumes del mundo antiguo, Mendesiano y Metopiano. “Era el Chanel No 5 del antiguo Egipto”, dijo Robert Littman, de la Universidad de Hawai en Manoa, quien junto a Jay Silverstein se dieron a la iniciativa de recrear el ‘Eau of Ancient Egypt”. Lo dijo al sitio Atlas Obscura.
En 2012 los arqueólogos descubrieron  lo que se cree era la casa de un mercader de perfumes, y hallaron un área para manufacturar alguna especie de líquido y una ánfora y botellas de vidrio con residuos.
Las botellas no olían, pero el análisis químico de los residuos reveló algunos ingredientes.
Con la ayuda de dos expertos en perfumes egipcios y con base en textos griegos antiguos sobre fórmulas de perfumería, lograron recrear las esencias.
Entre los ingredientes: cardamomo, aceite de olive, canela y la base es una resina de un árbol de la Península Arábica y el Cuerno de África.
Era un producto más viscoso que los actuales perfumes y duraban más.
Y dado que se usaban en aquellas épocas, pudo ser preferido de Cleopatra VII. Eso sugieren los investigadores.
Nota: Con contribución del Smithsonian Institute-

martes, 23 de julio de 2019

Los Neandertales usaban pegaloca


Pues no usaban tornillos, tuercas ni clavos, pero los Neandertales se las ingeniaban.

Los Neandertales tenían un buen desarrollo tecnológico. foto Wikipedia

Eso sugiere un descubrimiento de arqueólogos en dos cuevas en Italia: individuos de esa especie, asentados allí hace 55 000 a 40 000 años, usaban una especie de resina para pegar las herramientas de piedra a los palos de madera o hueso para usarlas (el mango).
Es una muestra más de que estos parientes de los humanos, con los que convivieron y se aparearon, eran muy listos.
“Continuamos encontrando evidencia de que no eran primitivos inferiores sino muy capaces de hacer codas que tradicionalmente solo se han atribuido a los humanos”, dijo Paola Villa, autora del estudio y curadora del Museo de Historia Natural en Colorado University en Boulder.
Los hallazgos se hicieron en las cavernas Grotta del Fossellone y Grotta di Sant'Agostino, cerca de las playas de la costa oeste italiana.
Estas fueron hogar de Neandertales que vivieron durante el Paleolítico Medio, miles de años antes de que los humanos pusieran un pie en Europa, según los investigadores.
Los arqueólogos hallaron más de 1000 herramientas de piedra en esos dos sitios, incluyendo algunas que no medían más de 5 centímetros.
Al analizarlas, Villa y colegas notaron un residuo extraño en un mango de esas piezas, que parecía ser material orgánico.
El autor líder del estudio, Ilaria Degano de la Universidad de Pisa, realizó un análisis químico de 100 herramientas mediante cromatografía de gases-espectrometría de masas. Esos exámenes mostraron que las piedras habían sido cubiertas con resina de pinos. En un caso, estaba mezclada con cera de abejas.
Es decir, en ciertos casos las pegaban a un mango de madera o pueda para manejarlas mejor.
No es el primer hallazgo de un pegante usado por Neandertales. Otro de Campitello en el centro de Italia es anterior.
Entonces esto indica que la técnica era común.
Nota: pegaloca es un pegante vendido como tal en algunos países.

martes, 21 de mayo de 2019

Estos insectos picaban a los dinosaurios


Los chinches, esos diminutos insectos que se esconden en las camas y por la noche pican a las personas, siendo un complete fastidio, además de una posible amenaza a la salud, tienen una historia antediluviana.

Chinche que se alimenta de sangre humana. Foto Public Domain Picture


Llevan 115 millones de años haciendo de las suyas, tal vez hasta picando dinosaurios. Son insectos que, por ejemplo, anteceden en el tiempo a los murciélagos, que son uno de sus hospederos preferidos. Es decir, los mamíferos no fueron los primeros en recibir las bondadosas picaduras con las cuales se alimentan de sangre.
Eso sugiere un estudio en Current Biology.
“Es algo que se sospechaba, pero es reconfortante tenerlo en blanco y negro”, dijo Christiane Weirauch, entomólogo de la Universidad de California en Riverside, quien no participó en el estudio, citado por Science.
La investigación sitúa la presencia de los chinches muchos millones de años antes de lo que se creía. Y da pistas sobre los encuentros primeros con los humanos.
Para desarrollar su estudio, Klaus Reinhardt, entomólogo de Dresden University of Technology en Alemania y colegas recolectaron y analizaron muestras genéticas de 34 especies de chinches y emplearon los datos para crear el primer álbum familiar de estos insectos.
Compararon luego sus datos con la información de un ancestro de los chinches, Quasicimex eilapinastes, que está preservado en un pedazo de resina de 100 millones de años de antigüedad.
“El fósil fue la primera evidencia directa de que la familia Cimicidae era anterior al origen de los murciélagos”, dijo Michael Engel, entomólogo de University of Kansas, quien tampoco estuvo en la investigación pero descubrió aquel fósil en 2008, citado por The New York Times.
Antes de estos mamíferos voladores, los chinches se daban festines en otros animales aunque no se sabe y es difícil conocer cuál fue el primer animal que picaron y del que se alimentaban.
Pero hay más resultados. El árbol familiar reveló que dos especies de chinches que pican humanos, Cimex lectularius y C. hemipterus, divergieron hace 47 millones de años, mucho antes de la aparición de los Homos. Antes comieron en otros hospederos.
Este hallazgo sugiere que no es cierto, como que se creía, que las dos especies se separaron de un ancestro común hace 1,6 millones de años cuando el Homo sapiens se separó del Homo erectus y entonces comenzaron a alimentarse de la sangre humana.
Fuera de estas dos especies, hay otras dos, entre más de 100 de chinches, que se alimentan de sangre humana.