martes, 21 de mayo de 2019

Estos insectos picaban a los dinosaurios


Los chinches, esos diminutos insectos que se esconden en las camas y por la noche pican a las personas, siendo un complete fastidio, además de una posible amenaza a la salud, tienen una historia antediluviana.

Chinche que se alimenta de sangre humana. Foto Public Domain Picture


Llevan 115 millones de años haciendo de las suyas, tal vez hasta picando dinosaurios. Son insectos que, por ejemplo, anteceden en el tiempo a los murciélagos, que son uno de sus hospederos preferidos. Es decir, los mamíferos no fueron los primeros en recibir las bondadosas picaduras con las cuales se alimentan de sangre.
Eso sugiere un estudio en Current Biology.
“Es algo que se sospechaba, pero es reconfortante tenerlo en blanco y negro”, dijo Christiane Weirauch, entomólogo de la Universidad de California en Riverside, quien no participó en el estudio, citado por Science.
La investigación sitúa la presencia de los chinches muchos millones de años antes de lo que se creía. Y da pistas sobre los encuentros primeros con los humanos.
Para desarrollar su estudio, Klaus Reinhardt, entomólogo de Dresden University of Technology en Alemania y colegas recolectaron y analizaron muestras genéticas de 34 especies de chinches y emplearon los datos para crear el primer álbum familiar de estos insectos.
Compararon luego sus datos con la información de un ancestro de los chinches, Quasicimex eilapinastes, que está preservado en un pedazo de resina de 100 millones de años de antigüedad.
“El fósil fue la primera evidencia directa de que la familia Cimicidae era anterior al origen de los murciélagos”, dijo Michael Engel, entomólogo de University of Kansas, quien tampoco estuvo en la investigación pero descubrió aquel fósil en 2008, citado por The New York Times.
Antes de estos mamíferos voladores, los chinches se daban festines en otros animales aunque no se sabe y es difícil conocer cuál fue el primer animal que picaron y del que se alimentaban.
Pero hay más resultados. El árbol familiar reveló que dos especies de chinches que pican humanos, Cimex lectularius y C. hemipterus, divergieron hace 47 millones de años, mucho antes de la aparición de los Homos. Antes comieron en otros hospederos.
Este hallazgo sugiere que no es cierto, como que se creía, que las dos especies se separaron de un ancestro común hace 1,6 millones de años cuando el Homo sapiens se separó del Homo erectus y entonces comenzaron a alimentarse de la sangre humana.
Fuera de estas dos especies, hay otras dos, entre más de 100 de chinches, que se alimentan de sangre humana.

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