Las flechas señalan una de las fallas encontradas en la Luna. Foto Nasa/GSFC
La
Luna está viva y coleando. En los últimos millones de años se ha encogido 50
metros a medida que se enfría, y así como cuando una uva se seca y queda una
pasa se forman arrugas en su superficie.
Pero
como la corteza es dura se resquebraja formando fallas donde una sección es
empujada sobre la vecina.
Esto,
ni más ni menos, sugiere que en este satélite natural deben estar produciéndose
sismos porque los análisis sugieren que las fallas están activas de acuerdo con
Thomas Watters, científicos del Center for Earth and Planetary Studies en el
Smithsonian’s National Air and Space Museum en Washington. “Algunos de esos
temblores pueden ser tan fuertes como 5 en la escala Richter”.
Esas
fallas escarpadas parecen acantilados de pequeños escalones vistos desde la
superficie lunar, de unos metros de altura extendiéndose varios kilómetros.
Un
informe de la Nasa recordó que los astronautas de la misión Apolo 17, la última
en suelo lunar, Eugene Cernan y Harrison Schmitt tuvieron que zigzaguear en su
vehículo en la falla escaparada Lee-Lincoln. Esa misión aterrizó en el valle Taurus-Littrow
en 1972.
Watters
es el director de un estudio que analizó datos de 4 sismómetros dejados en la
Luna por los astronautas, usando un algoritmo desarrollado para marcar
localidades de los sismos detectados por esa red sismológica.
Ese
algoritmo dio un estimado mejor de los sitios de los temblores.
Los
hallazgos fueron publicados en Nature Geoscience.
Los
astronautas dejaron instrumentos en el suelo lunar en las misiones Apolo 11,
12, 14, 15 y 16. El sismómetro de la 11 solo funcionó tres semanas, pero los
restantes registraron 28 sismos superficiales (los esperados para ese tipo de
fallas) de 1969 a 1977, con un rango de 2 a 5 en la escala Richter.
Al
revisar los sitios estimados con el nuevo algoritmo, se encontró que 8 de los
28 se produjeron dentro de los 30 kilómetros de fallas visibles en las
fotografías.
Una
cercanía que permite, por ahora, atribuir los sismos a esas fallas.
Adicionalmente
se encontró que seis de los ocho sismos se presentaron cuando la Luna estaba
cerca del apogeo, al punto más alejado de la Tierra en su órbita, cuando es más
probable que se den eventos de deslizamiento en las fallas.
Otra
evidencia de que las fallas están activas proviene de imágenes de la nave
Lunar Reconnaissance
Orbiter (LRO).
Una
cámara ha fotografiado más de 3500 de los escarpes. Algunas revelan
deslizamientos en el fondo de parches brillantes en las laderas de las fallas o
el terreno cercano.
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