martes, 14 de mayo de 2019

La Luna se encoge y tiembla


Las flechas señalan una de las fallas encontradas en la Luna. Foto Nasa/GSFC


La Luna está viva y coleando. En los últimos millones de años se ha encogido 50 metros a medida que se enfría, y así como cuando una uva se seca y queda una pasa se forman arrugas en su superficie.
Pero como la corteza es dura se resquebraja formando fallas donde una sección es empujada sobre la vecina.
Esto, ni más ni menos, sugiere que en este satélite natural deben estar produciéndose sismos porque los análisis sugieren que las fallas están activas de acuerdo con Thomas Watters, científicos del Center for Earth and Planetary Studies en el Smithsonian’s National Air and Space Museum en Washington. “Algunos de esos temblores pueden ser tan fuertes como 5 en la escala Richter”.
Esas fallas escarpadas parecen acantilados de pequeños escalones vistos desde la superficie lunar, de unos metros de altura extendiéndose varios kilómetros.
Un informe de la Nasa recordó que los astronautas de la misión Apolo 17, la última en suelo lunar, Eugene Cernan y Harrison Schmitt tuvieron que zigzaguear en su vehículo en la falla escaparada Lee-Lincoln. Esa misión aterrizó en el valle Taurus-Littrow en 1972.
Watters es el director de un estudio que analizó datos de 4 sismómetros dejados en la Luna por los astronautas, usando un algoritmo desarrollado para marcar localidades de los sismos detectados por esa red sismológica.
Ese algoritmo dio un estimado mejor de los sitios de los temblores.
Los hallazgos fueron publicados en Nature Geoscience.
Los astronautas dejaron instrumentos en el suelo lunar en las misiones Apolo 11, 12, 14, 15 y 16. El sismómetro de la 11 solo funcionó tres semanas, pero los restantes registraron 28 sismos superficiales (los esperados para ese tipo de fallas) de 1969 a 1977, con un rango de 2 a 5 en la escala Richter.
Al revisar los sitios estimados con el nuevo algoritmo, se encontró que 8 de los 28 se produjeron dentro de los 30 kilómetros de fallas visibles en las fotografías.
Una cercanía que permite, por ahora, atribuir los sismos a esas fallas.
Adicionalmente se encontró que seis de los ocho sismos se presentaron cuando la Luna estaba cerca del apogeo, al punto más alejado de la Tierra en su órbita, cuando es más probable que se den eventos de deslizamiento en las fallas.
Otra evidencia de que las fallas están activas proviene de imágenes de la nave
Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO).
Una cámara ha fotografiado más de 3500 de los escarpes. Algunas revelan deslizamientos en el fondo de parches brillantes en las laderas de las fallas o el terreno cercano.

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