Groenlandia,
en las rocas pero sin hielo. Ese podría ser el resumen de lo que está
sucediendo en esta otrora gélida región que poco a poco se calienta y…
deshiela.
Glaciólogos
y otros científicos calcularon con base en los datos de los satélites Landsat cuánto
hielo ha perdido esa región desde 1972 y la cantidad es como para asustarse un
poco: seis veces más rápido de lo que se creía.
“Cuando
usted mira varias décadas, es mejor sentarse en su silla antes de mirar los
resultados, porque es un poco asustador ver cuán rápido está cambiando”, dijo Eric
Rignot, de la University of California en Irvine.
Es
el coautor de un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of
Sciences (PNAS), con colegas de California, Grenoble, Utrecht y Copenhague.
“Es
algo que afecta los cuatro rincones de Groenlandia, no solo las zonas más
calientes del sur”,
Los
glaciólogos usan tres métodos para medir el derretimiento: el satélite mide la
menor altura de los glaciares al derretirse; con mediciones en la gravedad, pues
la pérdida de hielo se puede detectar con una reducción del jalón
gravitacional, método disponible desde 2002; y con modelos de balance que
analzian la masa ganada y perdida.
Los
resultados indican que durante los años 1970 Groenlandia acumuló 47
gigatoneladas de hielo por año en promedio. Y en los 80 perdió un volumen
equivalente.
El
derretimiento continuó a esa tasa en los 90, antes de una aceleración profunda
en los 2000 (187 gigatoneladas/año) e incluso más desde 2010: 286 gigatoneladas/año.
Esto
es 6 veces más rápido que en los 80, y con base en eso se estima que solo
Groenlandia ha contribuido con 13,7 milímetros al aumento del nivel del mar
desde 1972.
Cambios
dramáticos que por ahora, y tal vez jamás, no tienen reversa: son producto del calentamiento global.
En la foto satelital se aprecian las figuras del descongelamiento.
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