Los
océanos y las playas están llenos de un producto de uso extendido en todas
partes: chanclas.
Sí,
eso sugiere un estudio publicado en Scientific Reports que analizó lo que
sucede en las playas de las islas Cocos en Australia. Chanclas y… cepillos de dientes.
En
esas islas existen alrededor de 414 millones de piezas plásticas. Toda una
amenaza para la vida y una demostración del grado de contaminación de los océanos.
De hecho, se estima que hay más pedazos de plástico en los mares que estrellas
en nuestra galaxia.
Cerca
del 93 % de esos objetos contaminantes están enterrados bajo la arena, al menos
cubiertos por 10 centímetros.
Las
islas Cocos tienen forma de herradura y son 26 pequeños islotes, habitados por
solo unas 600 personas. Están a 2100 kilómetros de al noroeste de Australia.
Son
las corrientes las que llevan esos objetos de plástico a las playas.
Los
cálculos sugieren que estas islas están invadidas por 238 toneladas de
plástico, incluyendo 977 000 chanclas y zapatos y 373 000 cepillos de dientes.
Esto, entre los objetos identificados en los 414 millones de residuos.
Para
Jennifer Lavers, líder del estudio, citada por BBC, lo encontrado en Cocos y lo
que había hallado antes en la remota isla Henderson en el Pacífico sugiere que
el mundo ha subestimado la gravedad de este problema.
Como
afirmó Lavers, del Institute of Marine and Antarctic Studies en la University
of Tasmania, una cosa es lo que pensamos que hay de plástico en los océanos y
otra es la realidad.
Como
mucha parte del plástico yace enterrado en las playas, a veces no se tiene una
visión total de la contaminación por este material, que se ha convertido en un
dolor de cabeza para quienes propenden por la salud de los mares y es un claro
factor de muerte animal.
Con
el tiempo el plástico se parte en pedazos y una parte va a las playas, donde quedan
enterrados con facilidad. En ciertas áreas las temperaturas más altas y la mayor
salinidad facilitan esa ruptura.
Nota:
con datos de la BBC.
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