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jueves, 4 de diciembre de 2025

Los gatos tienen claro a quién saludar más

La comunicación de los gatos es más expresiva con los cuidadores masculinos, de acuerdo con el nuevo estudio. Foto Publc Domain


Son independientes, astutos, misteriosos y distantes. Son los gatos. Y ahora un novedoso estudio sugiere que en asuntos de comunicación tienen sus favoritismos. La investigación, publicada en Ethology, dice que maúllan más cuando... son sus cuidadores masculinos quienes ingresan por la puerta.

Como mucho del conocimiento sobre los saludos entre humanos y gatos sed basaba en lo que contaban sus tenedores, científicos dirigidos por Yasemin Salgirli Demirbas, de la Universidad de Ankara, estudiaron a 31 gatos y a sus cuidadores domésticos en su entorno doméstico.

Estos, con cámara en el pecho, debían filmar los primeros minutos de su regreso a casa, comportándose con la mayor naturalidad. El equipo analizó solo los primeros 100 segundos de cada persona, registrando 22 comportamientos específicos. Estos incluían el número de maullidos, el roce de la cabeza contra la pata y comportamientos relacionados con el estrés, como el bostezo.

El análisis de cientos de videos mostró un patrón que sobresalía: los gatos vocalizaban con mayor frecuencia (maullidos,ronroneos, gorjeos) al saludar a sus cuidadores masculinos que al saludar a sus cuidadoras. Esa mayor frecuencia se mantuvo en todos los casos, independiente de la edad, raza, sexo o incluso el tamaño del hogar. En promedio emitían 4.5 maullidos en los primeros 100 segundos de saludo a los hombres, en comparación con tan solo 1.8 en el caso de las mujeres.

Los investigadores especularon una explicación: que como los cuidadores masculinos tienden a hablar menos con sus gatos y, en general, son menos atentos, estos adaptan su comunicación para captar su atención.

Se descubrió también que los gatos utilizan diversas formas de comunicación al saludar a sus dueños. Adoptan comportamientos sociales amistosos (postura con la cola hacia arriba, acercarse y frotarse contra la persona) y comportamientos de afrontamiento (bostezar, estirarse, arañar). Los investigadores interpretan esto como evidencia de que cuando un gato dice hola, se trata de una forma compleja de comunicación que incluye un deseo de conexión, así como una forma de gestionar el estrés, como el alivio ahora que el cuidador está en casa.

Como el estudio solo se hizo con participantes de Turquía y la muestra fue pequeña, se necesitarán estudios más amplios para confirmar los hallazgos.

    

lunes, 2 de septiembre de 2019

La historia del delfín que adoptó una ballena


No es común la adopción de animales entre especies diferentes. Uno de los casos reportados, en 2006, fue cuando un grupo de monos capuchinos criaba un tití según vio la primatóloga Patrícia Izar.

La delfín con su ballenato adoptado. Foto cortesía GEMM

Ahora investigadores reportaron en el journal Ethology otro caso y bien extraño. Encabezados por Pamela Carzon del Groupe d’Étude des Mammifères Marins (GEMM) de Polynésie según National Geographic, observaron una delfín nariz de botella que cuidó durante más de 3 años una ballena joven.
Esta aparente adopción es más extraña si se sabe que el delfín hembra tenía una cría. Y ellas, en general, solo cuidan una cría a la vez.
La relación interespecies comenzó cuando el ballenato tenía un mes y terminó cuando fue destetado en abril de 2018.
Carzon y sus colegas advirtieron que la unión de la madre delfín y su hijo adoptado duró más allá de la que tuvo con su hija natural. Esta, nacida alrededor de septiembre de 2014, vivió junto a su madre y ‘medio hermano ballena’ durante un año y medio antes de su desaparición súbita, tal vez por muerte o cambio a otro grupo social.
El ballenato cabeza de melón (Peponocephala electra) también llamado delfín cabeza de melón, competía por la atención de su madre putativa, retirando a su hermana media de debajo del abdomen de la madre.
Mientras la hija socializaba a menudo con sus semejantes, el ballenato macho rara vez dejada el lado de su madre y llegó a desarrollar conductas de delfín nariz de botella surfiando, saltando y socializando con otros machos.
“Es difícil explicar esa conducta, especialmente porque no tenemos información sobre cómo el ballenato cabeza de melón se separó de su madre natural”, dijo
Carzon en un video publicado por GEMM Polynésie.
Se sabe que delfines nariz de botella hembras a veces secuestran bebés de otras especies, tal vez para llenar sus instintos maternales, pero esas relaciones casi nunca duran. Y como la de la historia tenía su cría, no se cree que haya ‘secuestrado’ al ballenato.
Vivencias en la naturaleza.