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lunes, 10 de febrero de 2020

Lo que faltaba: chocaron al Titanic

Así luce el Titanic. Foto NOAA

No lo dejan en paz. Hundido en abril de 1912 en su viaje inaugural, el RMS Titanic reposa en el fondo del mar desde entonces y su ubicación solo se conoció  a finales de ese siglo a 3784 metros de profundidad.
Tras el choque con el iceberg que produjo el siniestro en el que murieron 1514 personas, nada más le había pasado… hasta ahora.
La compañía M.S. Titanic, Inc. (RMST), que tiene los derechos para recuperar artefactos y objetos de la nave, acusó a una expedición reciente de haber chocado el barco, según The Telegraph.
Una colisión que al parecer fue leve, pero que fue ocultada por la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) de Estados Unidos.
El choque se produjo durante la expedición EYOS en un periodo de 10 días en julio y agosto pasados en la que se buscaba conocer el estado actual de los restos del barco y tomar imágenes para un documental.
Desde 2005 no se bajaba a ver al Titanic, pero en una de las cinco ocasiones de esta expedición, el vehículo submarino de fibra de vidrio subió a la superficie con una parte teñida de rojo revelando el golpe con la nave hundida.
El incidente se conoció en enero, cinco meses después, cuando se llenó un reporte. El permiso para EYOS tenía como condición no afectar al Titanic, el lugar ni los objetos allí.
El accidente pudo deberse a las corrientes impredecibles. La empresa informó a NOAA del caso el 11 de agosto, pero esta guardó silencio.
No hubo daños en la fibra de vidrio del submarino, sugiriendo que el choque fue leve.
La firma M.S. Titanic, Inc (RMST) ha recuperado objetos de los alrededores del accidente, pero no ha obtenido permiso para explorar dentro de los restos del barco, por respeto a las víctimas.
Hoy se sabe que la parte trasera del Titanic se descompone con mayor rapidez que la delantera, por la acción de bacterias que comen metal. En 2010 se identificó una de estas, nueva para la ciencia. Al comer el metal, quedan residuos, con forma de carámbanos (trozos d alargados con terminación en punta). Observar su crecimiento permite determinar el nivel de deterioro de la embarcación.

viernes, 10 de enero de 2020

Nuestra galaxia entró en choque con las Nubes de Magallanes, sugiere hallazgo


Diagrama que muestra los componentes de la sugerida colisión.

¿Comenzó un choque de galaxias en el cual estamos participando? Esa parece ser la insinuación de un descubrimiento realizado por astrónomos. Sugiere que nuestra galaxia, la Vía Láctea, está ya chocando con las Nubes de Magallanes, dos galaxias satélites hacia el hemisferio sur.
Desde los años 60 se detectó una cola de gas que se extiende desde las Nubes hasta la Vía Láctea, la Corriente Magallánica, como se le conoce. Pero ahora hay un hallazgo más.
En una presentación el 8 de enero, astrónomos revelaron la existencia de estrellas nuevas en las afueras de la Vía Láctea, en un sector poblado por estrellas viejas.
Cuando se produce una colisión de galaxias, se crean estrellas. Las halladas están cerca de la Corriente.
Este grupo de estrellas parece estar hecho con material de las Nubes de Magallanes según los astrónomos, encabezados por Adrain Price Whelan.
El hallazgo fue publicado en dos partes en el Astronomical Journal.
Para determinar la existencia de ese grupo de nuevas estrellas, analizaron datos del satélite Gaia, que cataloga las distancias y el movimiento de 1700 millones de estrellas. Ese cúmulo es joven, de solo unos 117 millones de años, dijo Price Whelan. Está más cerca de la corriente que sale de las dos galaxias de Magallanes.
El contenido de estas estrellas es similar al de las de las Nubes según los análisis hechos.
Todo esto sugiere que el choque con nuestra galaxia, que se preveía hace tiempo, está en curso y no se había advertido.
En el curso de esa colisión, nuestra galaxia obtendrá más gas para la formación de nuevas estrellas, que escasea y por eso el bajo ritmo de creación estelar.
Un choque que durará (se confirme que se inició ya o no) millones de años.