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viernes, 6 de septiembre de 2024

A conversar tranquilos: celulares no generan cáncer cerebral

Ni el uso intensivo de celulares aumenta los riesgos de cáncer de cerebro según estudio de comisionados de la OMS. Foto PxHere


Nos, no producen cáncer. Lo habían sugerido estudios individuales, pero ahora una amplia investigación que incluyó 11 expertos de 10 países, comisionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que revisaron 5000 investigaciones publicadas entre 1994 y 2022, concluyeron que el uso de teléfonos celulares no está relacionado con el cáncer de cerebro.

Buscaban determinar si una exposición alta a radiofrecuencias usadas en dispositivos electrónicos, aumentaba las chances de un diagnóstico de cáncer cerebral.

No, no aumenta el riesgo ni con un uso prolongado de celulares -más de 10 años- entre aquellos que pasan mucho tiempo con estos artefactos. Tampoco hallaron un mayor riesgo de leucemia o cáncer del cerebro en niños expuestos a transmisores de radio o televisión o a torres de telefonía celular.

Mientras el uso de celulares se ha "disparado, no ha habido un aumento en la incidencia de cánceres del cerebro", en palabras de Ken Karipidis en declaraciones a reporteros. 

Recordemos que las alarmas se encendieron en 2011cuando la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, agencia del cáncer de la OMS, clasificó la exposición a las ondas de radio como un posible carcinógeno para humanos, algo que se basaba en unas pocas evidencias de estudios observacionales.

Karipidis dijo que desde entonces "Se hicieron muchos más estudios" sobre las ondas de radio y han sido más extensos, a diferencia de los primeros.

No solo eso: las nuevas generaciones de redes para celulares, incluyendo las 3G y 4G, producen en realidad sustancialmente más bajas emisiones de radiofrecuencia que las viejas redes. Agregó que "No hay grandes estudios todavía sobre las redes 5G, pero hay estudios de radar, que tiene frecuencias altas similares; estas no muestran que exista un riesgo mayor".

Y hay otra situación para considerar: teniendo más torres para celulares se reduce la cantidad de radiación emitida desde los celulares, porque no tienen que trabajar tan duro para obtener una señal.

Por último, el estudio fue publicado en Environment International.

lunes, 27 de mayo de 2024

Estudio halla una forma fácil de mejorar el sistema inmunitario

Jardinear en el patio de la casa o en su interior puede mejorar el sistema inmunitario de las personas que hacen la actividad con frecuencia. Foto Wikipedia Commons 


Para mejorar el sistema inmunitario, hay una nueva alternativa: jardinear. Sí, y no es cuento de revista de modas ni de viviendas, es el resultado de un trabajo de científicos.

Un mes de jardinear en la casa aumenta la diversidad bacteriana de la piel y esto se asocia con mayores niveles de moléculas antinflamatorias.

Mika Saarenpää investigó en su tesis doctoral, entre otras cosas, cómo la exposición microbiana que promueve la salud de residentes urbanos, en particular aumentando su regulación inmunitaria, se podía incrementar con facilidad a través de actividades significativas integradas a la vida diaria.

En su investigación, personas realizaban jardinería urbana, una actividad natural para ellas que puede derivar en cambios a largo plazo en el funcionamiento del sistema inmunitario.

"Un mes de jardinería urbana en interior aumentó la diversidad de bacterias en la piel de las personas y se asoció con niveles más elevados de citoquinas antinflamatorias en la sangre.

El grupo estudiado utilizó un medio de crecimiento con alta diversidad de bacterias, emulando el suelo del bosque. En contraste, el grupo de control usó un medio pobre en bacterias y en estos no se observaron cambios ni en la sangre ni en la microbiota en la piel.

"Los hallazgos son significativos, pues la urbanización ha llevado a un aumento considerable de enfermedades mediadas por el sistema inmunitario, como alergias, asma y enfermedades autoinmunes, generando altos costos en la salud. Vivimos demasiado limpios en las ciudades", dijo Saarenpää.

"Sabemos que la urbanización conduce a la reducción de la exposición microbiana, cambios en la microbiota humana y a un incremento del riesgo de enfermedades inmunes. Esta es la primera vez que podemos demostrar que una actividad humana significativa y natural puede aumentar la diversidad de la microbiota de adultos saludables y, al mismo tiempo, contribuir a la regulación del sistema inmunitario", expuso.

Así, la exposición microbiana puede aumentarse con facilidad y seguridad en casa todo el año. El espacio y la inversión financiera es menor: en el estudio la jardinería se hizo en cajas de flores, mientras que las plantas cultivadas, como guisantes, habichuelas y mostazas se conbsiguieron en el mercado local.

Los cambios se observaron con solo un mes de actividad.

El estudio apareció en Environmental International.

  

viernes, 18 de noviembre de 2022

Así salvan vidas los árboles urbanos

Arborización en un sector de Portland. Árboles que salvan vidas. Foto Oregon.gov


Sembrar árboles, salva vidas. Literal. Un factor más para considerar plantarlos en ambientes urbanos, de acuerdo con estudio publicado en Environment International, porque la historia es la siguiente.

En los últimos 30 años, la Ong Friends of Trees plantó árboles a lo largo de las calles de Portland, Oregon (Estados Unidos) y ahora esa investigación demostró que cada árbol sembrado se asoció con significativas reducciones en la mortalidad no accidental y cardiovascular (20 % y 6 % respectivamente) para los árboles sembrados en los 15 a 30 años precedentes.

Los investigadores también estimaron que los beneficios económicos anuales de plantarlos excedía por mucho los costos de mantenimiento. 

El estudio fue hecho por el Instituto para la Salud Global de Barcelona, junto al Usda Forest Service.

Friends of the Trees plantaron 49 246 árboles en las calles, llevando registro de dónde y cuándo se sembraron. Los investigadores miraron el número de árboles en un área dada en los 15 a 30 años anteriores, donde vivían unas 4000 personas. Luego asociaron esa información con mortalidad debido a causas cardiovasculares, no accidentales y respiratorias en la misma área.

Los resultados mostraron que en los vecindarios con más árboles, las tasas de mortalidad (muertes por 100 000 personas eran más bajas. Esta asociación negativa era muy significativa para causas cardiovasculares y mortalidad no accidental, en particular para hombres y personas de más de 65 años.

Es más, la asociación era mayor a medida que los árboles crecían y tenían más edad: la reducción en la tasa de mortalidad asociada con árboles de 11 a 15 años de edad era el doble que la observada en los árboles de 1 a 5 años. Significa que los árboles mayores se asocian con mayores reducciones en mortalidad y que preservar los árboles maduros puede ser importante para la salud pública.

El estudio no se enfocó en cómo los árboles mejoran la salud. Sin embargo, el hallazgo de que los árboles más grandes tienen un mayor impacto que los pequeños es diciente, porque son mejores absorbiendo la polución del aire, moderando la temperatura y reduciendo el ruido, tres factores ligados al aumento de la mortalidad.

Además son notorios los beneficios económicos: el costo anual de plantar un árbol y cuidarlo estaba entre 3000 y 13 000 dólares, mientras que generaba 14.2 millones de dólares anuales en vidas salvadas.


martes, 19 de octubre de 2021

Estudio confirma: trabajar mucho enferma y... mata

Las nuevas tecnologías inciden hoy en aumento del tiempo laboral. Foto Wikipedia


Trabajar mucho no es bueno para la salud. Y de ello dan cuenta 745 194 personas que murieron por hacerlo durante 55 o más horas a la semana, mientras que se perdieron 23,3 millones de años por discapacidad debido a enfermedad cardiaca isquémica y a derrame cerebral, entre los años 2000 a 2016.

Sí, trabajar mucho enferma y mata. Es la conclusión del estudio publicado en Environment International, que analizó la información de 194 países y que fue promovido por la Organización Mundial de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo.

El riesgo de mortalidad y discapacidad es mucho mayor entre quienes trabajan esas horas frente a quienes laboran de 35 a 40 horas a la semana.

La investigación mostró que no es un problema menor. Se estima que en 2016, 488 millones de personas en todo el mundo estuvieron sometidas a esas extensas jornadas de 55 o más horas de trabajo a la semana.

Es peor la situación en los países del Pacífico occidental y el sudeste de Asia. Además, los hombres y las personas de mayor edad tienen la mayor carga de muerte y enfermedad.

Para la OMS, se debe promover la seguridad ocupacional y la salud de los trabajadores, e intervenciones para reducir las peligrosas extensas jornadas laborales.

La Convención de Horas de Trabajo establece que las horas de trabajo no deben exceder 8 días y 48 a la semana. Pese a ellos, varios países mantienen jornadas más cortas, de 35 a 40 horas.

Los investigadores recordaron que los epidemiólogos ocupacionales a menudo caracterizan las largas jornada de trabajo en tres categorías analíticas: 41-48, 49-54 y más de 55.

En la mayoría de los países, durante la segunda mitad del siglo 20 disminuyó el tiempo de trabajo, pero esa tendencia comenzó a revertirse en algunos países este siglo y se estima que aumentará en algunas industrias por las nuevas tecnologías que han revolucionado el trabajo.