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lunes, 2 de junio de 2025

Predicen notorio aumento de la temperatura

Con el aumento de las emisiones de gases, aumenta a la vez la temperatura promedio de la Tierra y los eventos asociados al cambio climático. Imagen DeviantArt


Se dejaran de emitir hoy gases de efecto invernadero, pero los casquetes polares seguirían derritiéndose, así como los glaciares, los extremos de temperatura continuarían y los eventos climáticos cada vez serían más fuertes y desastrosos.

Todos los años de acá a 2029 es muy probable que la temperatura del planeta pasará los1.5° Celsius sobre la era preindustrial, finales de los años 1700. El asunto es que ese límite era el que buscaban impedir los acuerdos sobre e cambio climático, como el Acuerdo de París. De hecho, el año pasado y este la temperatura mensual ha superado esa barrera. La probabilidad ahora es de 86 %. Y de 80 % que en ese periodo haya un año más caliente que el más caliente de todos, que hasta ahora es 2024.

El informe de la Organización Meteorológica Mundial OMM tiene otros datos que inquietan.

-En los próximos cinco inviernos en el norte, que van de noviembre a marzo, el calentamiento en el Ártico será 3.5 veces superior al promedio del del planeta, unos 2.4 grados encima de la temperatura promedio del periodo 1991-2020.

-Los patrones de precipitación de mayo a septiembre del periodo 25-29 y en relación con la línea base del promedio 1990-2020 sugiere condiciones más mojadas que las condiciones promedio en el Sahel, norte de Europa, Alaska y norte de Siberia, y más secas que el promedio en la cuenca del Amazonas.

-Fuera de 2023,, el sur de Asia ha estado más mojado que el promedio y las proyecciones indican que así continuará en el periodo hasta 2029.

 En 2024, el año más caliente en 175 años de registros, la temperatura promedio estuvo 1.55° C sobre el promedio 1850-1900.

La temperatura podría subir más, porque las promesas de los países de recortar emisiones se quedaron cortas y hoy existe una clara tendencia a explotar y usar más combustibles fósiles. Las emisiones de dióxido de carbono CO2 han subido año a año:

34,37 en 2020, 36.2 en el 21, 36.5 en 2022, 37.01 en 2023 y 37.41 en 2024. (Cifras en miles de millones de toneladas métricas)


viernes, 12 de julio de 2024

Inquieta: van 12 meses con temperatura de 1.5° C de más

La temperatura promedio del planeta no deja de aumentar. Una situación que traerá consecuencias para los sistemas vivos. Foto PxHere


Años se han desgastado los gobernantes de la Tierra en busca de evitar que la temperatura del planeta llegue a 1.5° Celsius más que antes de la era de los combustibles fósiles. Acuerdos como el de París y otros que no lograron sus metas. 

Es que el servicio Copernicus del Cambio Climático, de la Unión Europea, reveló que en los últimos 1 meses la temperatura ha estado precisamente 1.5° C por encima del promedio en aquella era.

Las conversaciones internacionales han pretendido establecer aquel límite, pero si no se puede, que n o sobrepase de 2° C. Pese a todos los acuerdos, las emisiones por el uso de combustibles fósiles no han dejado de crecer y crea presión sobre la esa meta.

Copernicus emplea para sus mediciones miles de millones de datos de satélites, barcos, aviones y estaciones del clima y eso permitió establecer que junio fue el mes doce consecutivo con una temperatura promedio de la Tierra 1.5° C mayor que el promedio de 1850 a 1900.

Cada partícula que se genera suma para el calentamiento. Y mientras más suba la temperatura, menos posibilidad para que los ecosistemas se adapten. Y no todos tienen la misma resiliencia. Una revisión científica por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático -IPCC- reveló que tan solo ese 1.5° de más de manera sostenida, puede matar del 70 al 90 % de los arrecifes de coral tropicales.

Si esa temperatura se mantiene a lo largo de los años, el sistema Tierra no la soportará y habrá cambios drásticos en los ecosistemas y los organismos vivos.


Nota: con información de The Guardian

martes, 25 de julio de 2023

Veganos tienen la dieta de menos impacto ambiental: estudio


Es más sano para el ambiente producir vegetales que carne. Foto Needpix


En términos ambientales no hay nada como una dieta vegana, según un estudio publicado en Nature Food, en el que los investigadores estudiaron datos de dietas de 55 000 personas, relacionados con lo que bebían y comían y los midieron con cinco variantes: emisiones de gases de invernadero, uso de la tierra, uso de agua, contaminación del agua y pérdida de biodiversidad.

Lo que encontraron fue sorprendente: los veganos tienen apenas 30 % del impacto ambiental dietario que los grandes consumidores de carne.

Los datos provenían de un amplio estudio en el Reino Unido sobre cáncer y nutrición que cobijó a casi 57 000 personas durante más de dos décadas.  Los que participaron en este estudio informaron sobre lo que comían y bebían durante 12 meses y fueron clasificados en seis grupos: veganos, vegetarianos, consumidores de pescado y consumidores bajos, medios y altos de carne.

Luego vincularon esos reportes con bases de datos con información sobre el impacto ambiental de 55 000 alimentos, y consideraron cómo era producida esa comida (es diferente el cultivo de zanahorias en invernadero en un país, que en campo en otro, y así con otros productos).

Al incorporar toda la información adicional establecieron con mayor exactitud el impacto ambiental de las diferentes dietas.

No fue una sorpresa hallar quelas dietas con más productos animales tenían mayor impacto. Por unidad de alimento consumida, la carne y los lácteos tenían de 3 a 100 veces el impacto ambiental de las comidas basadas en vegetales.

Eran enormes las diferencias entre los dos extremos, veganos y altos consumidores de carne. Los veganos en el estudio tenían solo el 25 % de impacto de los grandes comedores de carne en términos de emisiones de gases de invernadero: para producir carne se necesita más tierra, con frecuencia se deforesta y se almacena por tanto menos carbono en los árboles.

Pero no es solo en la generación de gases. Los veganos también tenían apenas el 25 % del impacto en el uso de la tierra, 46 % en el uso del agua, 27 % en contaminación del agua y 34 % en pérdida de biodiversidad 

Incluso las dietas bajas en carne tenían solo el 70 %del impacto en la mayoría de las medidas con respecto a las dietas con alto consumo de carne. Eso es importante: no se requiere ser vegano ni vegetariano para tener un impacto.

Sí, porque las cifras son dicientes: el sistema de alimentos responde en el mundo por cerca del 30 % de las emisiones, 70 % del uso de agua dulce  y 78 % de la contaminación del agua.

lunes, 17 de julio de 2023

Sí, el gas natural contribuye al calentamiento global: estudio

El gas natural es muy útil, pero su extracción aumenta las emisiones de gases de invernadero a la atmósfera, incidiendo en el calentamiento global. Foto Pixnio


No, no es la mejor alternativa para la transición energética aunque muchos consideran que sí por desconocimiento o porque no hay más.

Un estudio publicado en el journal of Environment Research Letters encontró que el gas natural es tan contaminante como el carbón, que es el peor de los contaminantes. Sí. Y la falla está en su origen: en las filtraciones durante su extracción, que son altas y en aquellas otras durante el proceso de distribución.

Con solo 0.2 ° de gas que se filtre ya lo hace tan malo como el carbón en cuanto a sus efectos para el calentamiento global. Y en todo el proceso es mucho más lo que se filtra.

Para hacer una buena alternativa habría que evitar esas filtraciones, lo que no logra todavía la industria gasífera.

"No puede ser considerado un puente, un buen sustituto", explicó Deborah Gordon, investigadora de Brown University en el Rocky Mountain Institute y participante en este nuevo estudio en el que además participaron científicos de las universidades Harvard y Duke, y de la Nasa.

Así, aumentan las evidencias de que el gas naturales un combustible útil para la transición energética hacia energías renovables.

El problema es que muchos países lo consideran como combustible para esa transición y destinan grandes presupuestos en su búsqueda, extracción y transporte.

Cuando se usa el gas natural para generar electricidad en vez de carbón, las emisiones de dióxido de carbono se reducen. En Estados Unidos bajaron 40 %. Pero el gas natural está hecho más que todo de metano, que es un gas de invernadero más potente que el CO2 cuando escapa a la atmósfera.

Y las evidencias apuntan a que se está filtrando en grandes cantidades, detecciones hechas con cámaras de infrarrojo y satélites.

Las alertas por la  liberación de gas se emitieron hace 10 años y fue Robert Howarth, científico de Cornell University quien primero alertó.



martes, 17 de mayo de 2022

Una bomba de petróleo amenaza la vida en la Tierra

Los proyectos actuales de explotación petrolera equivalen a 18 años de emisiones. La temperatura subirá más de lo deseado. Foto Pixabay


Dinero es dinero y al carajo todo lo demás. Esa es hoy la actitud de las grandes petroleras y los gobiernos de los países productores de gas y petróleo.

Un completo informe en The Guardian reveló un boom petrolero que causará serios problemas a la vida en la Tierra, incluidos los humanos.

Los planes en marcha de esa industria incluyen lo que el medio denominó bombas, 195 bombas, cada una de las cuales derivará en la emisión de al menos 1000 millones de toneladas de CO2 durante su vida, una cifra equivalente a 18años de las actuales emisiones de ese gas de invernadero. De esos proyecto, 60 % comenzaron a trabajar.

Vale recordar que la guerra de Rusia contra Ucrania ha hecho escasear el combustible en Europa, lo que es aprovechado por las petroleras para hacer su agosto pese a toda las advertencias de los científicos, en particular de aquellos que elaboran los informes del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático.

Esa expansión petrolera equivale a 10 años de emisiones de China, el país que más emite hoy.

Y el asunto no es nada bueno. El IPCC ha reportado que para preservar las oportunidades de tener un futuro mejor para la vida, las emisiones deben caer a la mitad a 2030 y eso no está sucediendo.

Otro análisis había mostrado ya que para mantener la temperatura del planeta a menos de 2 ° C sobre la era preindustrial, la mitad de las reservas de petróleo y un tercio de las de gas deberían permanecer bajo tierra, así como 80 % del carbón.

Hace pocas semanas, el IPCC había sugerido en otro e sus contundentes informes con lo mejor de la ciencia climática, que 'es ahora o nunca' el momento de reducir las emisiones. Y no está sucediendo.

De acá a 2030, según la organización Carbon Tracker, cada día se gastarán 387 millones de dólares en la explotación de los campos de petróleo y de gas.

Lo que importa es el dinero. A la British Petroleum, por citar una empresa, le está yendo tan bien en el negocio que su jefe la llamó una máquina de hacer efectivo.

Un contrasentido pese a todas las evidencias. Y una grave amenaza para cientos de millones de humanos.

lunes, 8 de noviembre de 2021

Si el hielo desaparece, se van los osos con él

Dramática foto de 2015, un oso hambriento acosado por el poco hielo en el Ártico. Foto Andreas Weith/Wikipedia


Las fotos que cada tanto muestran osos polares flacos, sobre un pedazo de hielo en el Ártico son el anuncio de algo grave que podría pasar para esa icónica especie: de seguir el deshielo rápido de esa región, no llegarán a 2100.

Desde 1979 se usan satélites para medir el hielo ártico. Allí hay una zona que se conoce como la última área de hielo, que contiene el hielo más viejo y grueso y se expande por 1 millón de kilómetros cuadrados (algo menos que el área de Colombia).

Cuando se designó esa área, el hielo tenía un grosor de 4 metros y se pensó que podría durar muchísimo tiempo, pero ahora considerando escenarios pesimistas y optimistas, hacia 2050 podría estar muy delgado. Si se contienen las emisiones de gases y el calentamiento, podría sobrevivir una porción, pero si no se logra, a 2100 no existirá y sin él habrá desaparecido el hábitat del oso polar y de otras especies asociadas.

El hielo del mar Ártico crece y se encoge cada año, en invierno y verano, pero cada vez es menor la cobertura. De hecjo, los 15 años con menor cantidad de hielo se presentaron en los pasado 15 años, una muestra del avance del calentamiento global, dice el estudio publicado en Earth's Future.

El Centro de Datos de la Nieve y el Hielo de Estados Unidos, reportó que la cantidad de hielo más antiguo y grueso que había sobrevivido al menos a una estación de derretimiento está en un récord mínimo, cerca de 1/4 del total registrado por el primer análisis satelital hace 40 años.

Los osos polares son depredadores especializados y serían vulnerables a la extinción si desaparece el hielo. Encima de este cazan animales como las focas que salen a tomar aire.

Existe la posibilidad de que en un momento se crucen con los osos grises, que se han ido más al norte a medida que el clima se calienta, remplazándose la especie por un híbrido.

De cualquier modo, el futuro no se muestra alentador para estos osos.

Nota: con información de Live Science

lunes, 1 de noviembre de 2021

Datos para entender la cumbre del cambio climático

Se agota el plazo para contener el calentamiento del planeta. Foto Pixabay


Durante dos semanas se mantendrán en Glasgow, Escocia, las conversaciones-negociaciones de 190 países con un objetivo principal: reducir las emisiones de gases de invernadero para que la temperatura del planeta no aumente más de 1,5° C, máximo 2° con respecto a la era preindustiral (finales del siglo 18).

A hoy la temperatura ha subido 1,1° Celsius, la mayor parte desde mediados del siglo pasado a hoy.

La meta se fijó en la cumbre de Partís en 2015. 

¿Pero cuáles son las pautas para conocer más de esta reunión y lo que trata?

1. Esta es la cita 26 de los miembros de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

2. Aunque se logren acuerdos, lo importante es que los países firmantes los cumplan. Hasta ahora se han quedado cortos.

3.Con lo que han prometido los países, la temperatura se dirige a subir 2,7° a finales de siglo.

4. A más aumento de temperatura, más situaciones climáticas extremas, desde sequías a inundaciones, aumento del nivel del mar y ciclones más fuertes, daños a la agricultura y pérdida de especies.

5. La concentración de dióxido de carbono (CO2)en la atmósfera hoy supera la 413 partes por millón, un nivel no visto en tres millones de años.

6. Hoy se emiten 50 millones de gigatoneladas de carbono equivalente cada año. 10 millones más que en 2000.

7. Se estima que el petróleo tendrá un pico máximo la próxima década, mientras el carbón que provee5 veces más energía que todas las fuentes renovables, está en decadencia.

8. En las dos décadas pasadas las energías renovables se multiplicaron por más de 10.

9. Colombia está entre los países cuyas promesas son críticamente insuficientes. Hay 7 que cumplirán metas y solo 1, Gambia, que ha sido fiel a sus promesas.

10. Pese a que no se consigue la meta ansiada, antes del Acuerdo de París, en 2014 el planeta iba a calentarse 4°C a fines de siglo, indicando que ha habido reducción de emisiones aunque falta mucho más compromiso real.

11. Para contener la temperatura se deberían reducir las emisiones 30 % esta década, mas las promesas solo llegan a 7,4 %.

12. Los países que más emiten son China, seguido por Estados Unidos, la Unión Europea e India. 

13. En Colombia 58 % de las emisiones provienen de cambios en el uso del suelo y la deforestación.

Esto es lo que se juega en Glasgow: o se comprometen de manera real los países a reducir emisiones, o la vida en la Tierra será muy diferente y difícil desde la segunda mitad del siglo. 

La sola firma de un acuerdo no garantizará nada.

miércoles, 24 de marzo de 2021

Las ciudades sí tienen cómo retener mucho carbono

Las ciudades pueden retener mucho carbono mediante el arbolado urbano. Foto Pixabay


Para capturar carbono, plantar árboles. Sí, pero ¿cómo y dónde? Mientras las áreas rurales parecen el sitio más obvio, hay otras zonas que no se pueden despreciar: las urbanas. Y precisamente científicos evaluaron cuánto carbono pueden retener estas zonas.

Las ciudades tienen un espacio más limitado para plantar árboles pero pueden aportar a la reducción del CO2 en la atmósfera, en un intercambio de emisiones-captura.

En un artículo en Environmental Research Letters, investigadores mostraron cuánto pueden retener las áreas urbanas. Para ello analizaron más de 7000 ciudades de todo el mundo, con base en datos de cobertura vegetal de 2017 y predicciones de recuperación de bosques. Establecieron la cantidad disponible de tierras que tienen las ciudades para reforestar y su impacto en las emisiones.

Determinaron que las urbes de más de 50 000 habitantes tienen un potencial de 82 toneladas métricas de carbono equivalente al año que representa el 1 % de las emisiones de las ciudades.

Claro, una cifra mucho menor que las áreas rurales que pueden retener unas 1600 toneladas métricas de carbono equivalente anuales pero no es despreciable en la sumatoria.

El potencial efecto, establecieron, es mucho mayor para 1189 ciudades pequeñas, que podrían reducir 25 % de emisiones mediante la reforestación.

Se encontró además que 77 % del potencial de reforestación se encuentra en el Hemisferio Sur, tal vez porque la mayoría de la masa de tierra urbana se encuentra allí.

Queda claro que el potencial de intercambio de carbono retención-emisiones es alto, pero depende de cada autoridad local fijar sus metas de reforestación con base en sus consideraciones culturales, socio-económicas y ecológicas.

Una solución natural para el cambio climático que debería encontrar eco en las agendas locales.

miércoles, 24 de febrero de 2021

Así es la huella de carbono de las videorreuniones

Las plataformas colaborativas en internet tienen un alto impacto de carbono. Foto PxHere


La pandemia por Covid-19 anticipó un poco lo que se calculaba para finales del decenio, porque no crea que eso de andar conectado a internet en largas sesiones de trabajo en plataformas conjuntas como Zoom, en seminarios y toda clase de eventos virtuales, es gratuito. No. Tiene una alta huella de carbono.-

Esa fue la que midió Grant Faber, University of Michigan en AnnArbor. Aunque la huella es menor que si se hiciera presencialmente, no deja de tener un gran impacto.

El investigador, cuyos hallazgos fueron publicados en International Journal of Environmental Studies, analizó el caso de un congreso con asistencia de 200 personas.

Las emisiones de carbono equivalen a conducir un auto por 5000 kilómetros o quemar 1500 libras de carbón. Mucho menos que de manera presencial, porque los solos viajes en avión hubieran generado 66 veces más.

De las emisiones calculadas por el congreso, 64 % se deben a la transferencia de datos, 19 % a los encuentros pre congreso y 11 % al uso de computador durante el evento.

"Hay una manera algo fácil, cosas de alto impacto que cualquiera puede hacer para reducir las emisiones por actividades virtuales". Por ejemplo: uso de energía renovable,  en el hogar, remplazar el computador con menos frecuencia y elegir videos de menor calidad.

Si todos usaran energía solar, las emisiones se reducirían 3/4 a 344 kilos de dióxido de carbono (CO2).

Además las compañías de tecnología podrían fabricar computadores más durables que se puedan reparar, usar menos materiales y energía con altas emisiones y construir una infraestructura de internet más eficiente.

Pero hacer que las emisiones se reduzcan toma tiempo y por eso el impacto de nuestras actividades por internet es importante.

Valga anotar que una investigación antes de la pandemia había calculado que las tecnologías de la información y la comunicación coparán 20 % de la demanda de energía a 2030.

Es que aunque no salga de casa y no use su vehículo, estar conectado a internet en esas sesiones hace también un aporte al calentamiento global.

domingo, 17 de enero de 2021

Este año se batirá un récord poco agradable


Pese a la pandemia emisiones de CO2 siguen al alza. Foto Pixabay-G.Altmann


Tal vez a primera vista no diga mucho el número 417, que en esta ocasión representará una cifra nada agradable.

Este año se superará el límite de 417 partes por millón de concentración de carbono en la atmósfera. Lo grave es que eso representa un 50 % más que lo que existía al comienzo de la era industrial (última parte del siglo 18).

Pese a la pandemia por Covid-19 y que muchas actividades emisoras tuvieron un menor ritmo, la concentración no ha dejado de crecer. Basta mirar lo que indica el laboratorio de Mauna Loa, Hawái, donde se mide el carbono en la atmósfera: en enero de 2020 era de 413,39 ppm y ahora es de 415,15. Si se mira más lejos, hace 10 años era de 391,73 ppm.

Aumenta pese a la presencia no solo de la pandemia sino de La Niña, fenómeno durante el cual es usual que baje el nivel. La concentración, vale aclarar, es estacional: tiene un pico en mayo y luego se reduce en el verano del Hemisferio Norte cuando crecen las plantas y absorben carbono. Y La Niña hace eso en las áreas tropicales, permitiendo con las lluvias que las plantas también guarden más.

Al haber más carbono en la atmósfera, aumenta el efecto de invernadero al atrapar la radiación solar que va de retorno al espacio.

En el pico de mayo de este año se espera que alcance las 419,5 partes por millón.

Mauna Loa toma datos desde 1958 y la tendencia actual sugiere que hay que hacer mucho trabajo para reducir emisiones, contener el calentamiento y lograr que la temperatura no suba más de 1,5° C sobre la era preindustrial. Una meta que parece inalcanzable: proyecciones recientes sugieren que al final de siglo puede ser 3 a 3,2°C más, lo cual será catastrófico para muchas formas de vida, alterará los continentes y a cientos de millones de personas se les hará mucha más difícil la supervivencia.

Para los científicos del centro MET de la Unión Europea que analizan los datos, 2021 no verá un incremento tan alto como otros años por las mencionadas variaciones naturales. Pero seguirá al alza.

El análisis tomó como base una emisión de 11,5 Gigatoneladas de carbono este año.


martes, 16 de junio de 2020

Hacía 800 000 años la Tierra no vivía esta situación

El Sol desde el observatorio de Mauna Loa donde se mide la concentración de gases de invernadero. Foto NOAA

Hacía más de 800 000 años que la Tierra no estaba así. Muchísimo más, quizás. Y aunque es un cambio imperceptible para todos, traerá consecuencias en el mediano y largo plazo.
La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera alcanzó 417,1 partes por millón en mayo, de acuerdo con las mediciones del laboratorio de Mauna Loa en Hawái. En mayo de 2019 había llegado a 414,7 y fue tan solo en 2014 cuando se pasó la barrera de las 400 ppm.
Así es como se mide el CO2 que queda en la atmósfera y actúa como gas de invernadero impidiendo que parte del calor que llega del Sol escape al espacio.
Este aumento continuo se da pese a los acuerdos internacionales para reducir las emisiones y evitar que la temperatura de la Tierra suma más de 2 ° Celsius con respecto a la era preindutrial (finales siglo XVIII).
"El progreso en la reducción de emisiones no es visible en el registro de CO2", dijo Pieter Tans, científico del Global Monitoring Laboratory de la oficina estadounidense del océano y la atmósfera (NOAA).
"Continuamos sometiendo nuestro planeta -durante siglos o más- a más calentamiento global, aumento del nivel del mar y eventos climáticos extremos cada año".
Es que si hoy se dejaran de emitir gases de invernadero (el CO2 es solo uno aunque el más incidente hoy) tomaría miles de años para que ese CO2 fuera absorbido por los océanos y la atmósfera para regresar a los niveles preindustriales.
Con motivo de la pandemia por el coronavirus SARS-CoV-2, las emisiones se redujeron al paralizarse la producción industrial, pero no se refleja en la concentración atmosférica.
¿Por qué? Porque la disminución tendría que ser tan grande para que se destacaran dentro de la variabilidad natural del CO2 provocado por la forma como las plantas y el suelo responden a las variaciones estacionales y anuales de temperatura, humedad ambiente y del suelo. Estas variaciones son grandes y hasta ahora las reducciones por Covid-19 no se notan.
Si las reducciones se mantuvieran de 6 a 12 meses, debería disminuir la concentración medida en Mauna Loa.
Aunque las plantas y los océanos absorben una cantidad de CO2 equivalente a cerca de la mitad de las 40 000 millones de toneladas que se emiten cada año por actividades humanas, la tasa del dióxido de carbono en la atmósfera se ha acelerado. En los años 1960 el crecimiento anual promedio era de 0,8 ppm. Se dobló a 1,6 ppm en los años 80 y permaneció fija en 1,5 en los 90. La tasa creció desde 2000 a 2 ppm anual en promedio y a 2,4 en la década pasada. "Hay evidencias abundantes y concluyentes de que la aceleración es causada por mayores emisiones", dijo Tans.
Un problema al que no se le está prestando suficiente atención. 
Algún día será tarde.

miércoles, 15 de enero de 2020

Calentamiento: los océanos nos van salvando


Aguas más calientes inciden en blanqueamiento y muerte de corales. Foto Pixabay

¡Qué sería de nosotros sin los océanos! El año pasado fue el más caliente para los océanos del planeta, corroboración de una tendencia prolongada al calentamiento.
Eso sugiere un estudio que mostró que los cinco años más calientes de las aguas se dieron en este último lustro: 2018 es el segundo más caliente para los océanos, 2017 tercero, 2015 cuarto y 2016 quinto.
Esto a diferencia del planeta en total: 2016 ha sido el más caliente, seguido de 2019.
El nuevo estudio fue publicado en el journal Advances in Atmospheric Sciences.
Desde mediados del siglo pasado, los océanos han absorbido cerca del 93 % del exceso de calor generado por los gases de invernadero provenientes de actividades humanas.
Esto ha blindado la superficie terrestre de peores efectos por el aumento de las emisiones.
Para medir la temperatura oceánica, los investigadores utilizan Argo, una red global de 3000 equipos flotantes con sensores que miden la temperatura y la profundidad.
El calentamiento de los mares afecta los corales y los animales con caparazón al alterar el pH de las aguas.
Así, los océanos son un gran medidor de los efectos del calentamiento global.

miércoles, 8 de enero de 2020

Miren cómo se recalentó la Tierra

El cambio climático tiene algo que ver en los incendios en Australia. Foto CSIRO

Miren si esto no se recalentó y parece salirse de madre: para el servicio climático Copernicus, de la Unión Europea, 2019 fue el segundo año más caliente desde que se llevan registros (comienzos de los años 1880).
Solo una décima menos caliente que 2016, que sigue ostentando el título de año más caliente.
Pero hay otros datos que ponen a pensar:
Los últimos 5 años han sido los más calientes de todos.
Y la década pasada ha sido la más caliente.
Esto, aunque la Organización Meteorológica Mundial (OMM) diga que todavía no se puede afirmar que fue el segundo más caliente. Pero si no lo es, sí será el tercero y la ecuación no cambia.
2019 estuvo 0,6° Celsisus por encima del promedio 1980-2010 (*) y varios de sus meses, como julio que fue el julio más caliente de toda la historia de registros, batieron marca.
Hasta hoy 2016 fue el más caliente, pero esa vez hubo un El Niño fuerte, mientras que el del año pasado fue demasiado débil.
¿Qué significa? Calentamiento global y su cambio climático. Todo causado, en gran parte, por las emisiones de gases de efecto invernadero impulsada por la quema de combustibles fósiles, que en 2019 volvieron a aumentar y nada indica que se detendrán pese a las promesas de los países signatarios del Acuerdo de París que busca que la temperatura no suba más de 1,5° con respecto a la era preindustrial (1750).
Aunque apenas comienza enero de 2020, ya hay datos preocupantes; las altas temperaturas en Australia y en un país considerado frío, Noruega.
¿Llegamos a un un punto de inflexión donde el cambio climático no tiene reversa?
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático dijo el año pasado que 2030 podría ser el del no retorno si de acá a eso no se reducían drásticamente las emisiones. Pero... ¿podría adelantarse?

(*): en estudios del clima se usan periodos de 30 años para poder tener datos consistentes.

lunes, 2 de diciembre de 2019

Actualícese con lo que está sucediendo en cumbre del cambio climático



Día 1 de la importante COP25 del cambio climático. Foto UNCCC

Comenzó en España la Conferencia 25 -COP/25-del Cambio Climático de Naciones Unidas con un panorama no muy alentador sobre lo que está sucediendo. Va hasta el 13 de diciembre.
Acá les paso dos reportes en verdad preocupantes y la reacción del secretario general de ONU, Antonio Guterres.
Hecho 1: Las emisiones globales de gases de invernadero deben reducirse 7,6 % cada año en la próxima década hasta 2030 si se quiere que la temperatura del planeta no aumente más de 1,5 a 2° C con respecto a la era preindustrial 8años 1750). Lo reveló el programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas (PNUMA o UNEP).
Ese límite es el más seguro, dadas las condiciones a las que llegamos, para que la vida en el planeta no se deteriore a niveles insospechados con perjuicio para todos los seres vivientes, incluidos nosotros.
Las emisiones de esta década han aumentado 1,5 % y en 2018 se emitió la increíble cantidad de 55,3 % gigatoneladas de CO2 equivalente (medida que incluye otros gases).
Hecho 2: A raíz de todas esas emisiones, la concentración de CO2 en la atmósfera, ese potente y más emitido gas de invernadero, subió a 407,8 partes por millón el año pasado, frente a 405,5 en 2017. Es un nivel que no había tenido la Tierra en al menos 800.000 años.
Llamado: Antonio Guterres hizo un dramático llamado a los países para aumentar las metas de reducción de gases: “Hoy el mundo produce 120 % más combustibles fósiles de lo requerido para una temperatura que suba a 1,5° C. Para carbón, la figura es 280 %.Pero la comunidad científica también nos está diciendo que aún podemos alcanzar la meta de los 1,5° C”.
Lo que se han comprometido a reducir los países hasta ahora llevará a un calentamiento de 3° C o más, fatal para la vida de muchas especies y un gran escollo para los humanos.

viernes, 21 de junio de 2019

Calentamiento global: esta es la pelea de nuestras vidas


Contener la temperatura del planeta es vital para nuestro futuro. Imagen Pixabay

Es un tema existencial para la humanidad: tener o no tener futuro, aunque para muchos suene fatalista.
Los esfuerzos para mantener limitado el calentamiento global son urgentes, volvió a repetir la directora ejecutiva del Cambio Climático de Naciones Unidas, Patricia Espinosa.
Un llamado hasta ahora desatendido, pese al Acuerdo de París para limitar las emisiones de gases  de invernadero.
La funcionaria intervino en las conversaciones que se hacen en Bonn (Alemania) para tratar de solucionar situaciones dentro de aquel acuerdo.
Es que la amenaza es real: hasta ahora los recortes de emisiones anunciados por 185 países conducen a una temperatura 3° C más alta que a comienzos de los años 1800, lo que supone una catástrofe para muchos ecosistemas y organismos que dependen de ellos. Para los humanos también.
“Esto no es posible”, dijo, agregando que esto haría que la gente se enfermera y comenzaran las peleas por los recursos, tales como agua y tierra, con residentes costeros perdiendo sus hogares ante el aumento del nivel del mar.
“Estamos en una emergencia climática y cada vez escuchamos más que esta es la pelea de nuestras vidas”.
Para ella, limitar las emisiones para que la temperatura del planeta no suma más de 1,5° C con respecto a aquella época es posible, pero se requiere un esfuerzo mucho más grande que el hecho hasta ahora.
Para lograrlo hay que obtener la neutralidad de carbono a 2050.
Es la esperanza de los funcionarios y de Naciones Unidas, pero cada vez más estudios sugieren que se hace casi imposible detener la temperatura en ese punto. Las emisiones siguen al alza. En mayor la concentración de carbono en la atmósfera superó las 410 partes por millón, algo sin precedentes entre hace 800 000 y 3 500 000 años. Las emisiones netas crecieron también en 2018.
El Acuerdo de París ha sido ratificado por 185 países y en Bonn se cumple la reunión de todos ellos de mitad de año para preparar la cumbre de clima de finales de año en la que se deben tomar nuevas decisiones para frenar el calentamiento global, una situación que afecta y afectará más a los de menos recursos y a las naciones más pobres.

jueves, 6 de junio de 2019

En mayo la atmósfera recibió dosis extra de CO2, ¿por qué?


Hoy se emite más dióxido de carbono.Foto PxHere

Las cosas no marchan bien, no en cuanto a reducir las emisiones de gases de invernadero.
La concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera tuvo el segundo aumento más alto de las ´timas seis décadas, revelan los datos del observatorio de Mauna Loa en Hawái, donde se monitorea ese gas desde 1958.
En mayo la concentración fue de 414,8 partes por millón, 3,5 más altas que en el mismo mes de 2018.
Desde hace tiempo, científicos advierten que llegar a las 450 ppm será nefasto para el planeta y la vida en él. Aumentaría la temperatura más de lo deseado y el calor global sería catastrófico e irreversible.
En mayo los niveles de CO2 son más altos que en otra época, porque la vegetación que crece en el Hemisferio Norte comienza a absorber el gas del aire.
Este es el séptimo año consecutivo con incrementos constantes en la concentración de carbono y el quinto año desde que la marca de 400 ppm se alcanzó en 2014.
En 2015 subió a 404,1 y en 2016 a 407,6, otro gran aumento.
Hasta los años 90 el promedio de crecimiento anual era de 1,5 ppm, disparándose a 2,2 ppm la década pasada. Hoy es mayor.
¿Por qué subió tanto este mayo? El Niño podría haber incidido algo, pero se sabe que las emisiones de CO2 vienen también en constante incremento.
A mayor dióxido de carbono en la atmósfera, más calor queda atrapado en la atmósfera y aumenta el calentamiento global.

miércoles, 5 de junio de 2019

Las 15 ciudades que más combaten el calentamiento global


Las mayores emisiones de gases de invernadero, dos tercios, se originan en las ciudades. Y es en muchas de ellas donde se están tomando acciones concretas y atrevidas paras revertir ese panorama.
De acuerdo con el grupo CDP, organización sin ánimo de lucro, las 15 ciudades más ambiciosas en la lucha contra el calentamiento global que persiguen ser carbono neutro de acá a 2050, algunas de ellas tan pronto como en 2020 o 2030, son:

Melbourne, segunda ciudad de Australia. Foto B. Spragg

Melbourne, Australia;
Canberra, Australia;
La Haya, Países Bajos;
Reikiavik, Islandia;
Sidney, Australia;
Seattle, Estados Unidos;
Boston, Estados Unidos;
Distrito de Columbia, Estados Unidos;
Barcelona, España;
West Palm Beach, Estados Unidos;
Ciudad del Cabo, Sudáfrica;
Indianápolis, Estados Unidos;
Londres, Reino Unido;
Nueva York City;
París, Francia.

Hay otras que apuntan a cortar el 80 % de las emisiones a 2050:
Calgary, Canadá; Cleveland, Estados Unidos; Toronto, Canadá; Baerum, Noruega; San Francisco, Estados Unidos; Minneapolis, Estados Unidos; Denver, Estados Unidos; Arlington, Estados Unidos.

“Las ciudades están haciendo mucho trabajo, pero no pueden solas”, dijo Kyra Appleby, directora global de ciudades, estados y regiones de CDP. “Las empresas tienen que actuar, los gobiernos nacionales también, la gente debe cambiar su conducta para limitar las emisiones de carbono”.
Un grupo de 5 ciudades, incluidas París y San Francisco se han opuesto metas de 100 % de energías renovables, algo que logró Reikiavik, ciudad de 123 000 habitantes.
Hoy París obtiene 35 % de su energía de fuentes limpias y San Francisco el 60 %.
Casi 7 % de 625 ciudades incluidas en el reporte tuvieron el puntaje más alto. Entre las de mayor calificación, solo 28 han puesto metas de carbono neutro (equilibrio de emisiones de gases) y neutralidad climática (diseño de políticas amplias para reducir el impacto de las actividades humanas en el ambiente), cortar a la mitad las emisiones o más.