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miércoles, 2 de julio de 2025

Hay estrellas que mueren dos veces

Imagen del remanente de la supernova, en la cual la estrella enana sufrió una doble explosión generando una supernova del tipo Ia. Foto ESO/VLT


No fue una muerte, sino que fueron dos. O tal vez una muy sufrida. Por primera vez astrónomos obtuvieron evidencia visual de una estrella que terminó su vida con una doble detonación. Lo lograron al estudiar el remanente de la supernova SNR-0509-67.5 con el Very Large Telescope del European Southern Observatory (ESO) en los Andes en Chile.

La mayoría de las supernovas son explosiones de estrellas masivas al terminar su vida, pero hay algunas variedades, como cuando una enana blanca, el núcleo inactivo dejado por una estrella tipo Sol, explota, las llamadas supernovas Ia, muy importantes en el estudio del cosmos.

Las teoría dice que estas supernovas Ia comienzan con un par de estrellas enanas, que orbitan tan cerca que la una roba materia de la otra hasta que acumula tanta que se hace inestable y explota.

Peor había indicios de que algunas supernovas Ia se podrían explicar mejor por una doble explosión que se activa antes de que la estrella alcance su masa crítica. Y eso fue lo que se encontró ahora. La enana blanca forma una manta de helio robado, que se puede hacer inestable y explotar. La primera explosión genera una onda de choque que que viaja alrededor de la enana y a su interior activando una segunda detonación en el núcleo de la estrella, provocando la supernova.


martes, 8 de abril de 2025

Una bella imagen llena de violencia cósmica

La gran imagen de la nebulosa de la Hélice, creada por una estrella en su etapa final de vida. Foto NASA/CXC/SAO/Univ Mexico/S. Estrada-Dorado et al.; Ultraviolet: NASA/JPL; Optical: NASA/ESA/STScI (M. Meixner)/NRAO (T.A. Rector); Infrared: ESO/VISTA/J. Emerson; Image Processing: NASA/CXC/SAO/K. Arcand)


Es una belleza en el cosmos cercano. La nebulosa de la Hélice, o Caldwell 63, que se encuentra a solo 650 años luz de nosotros. En el centro está la causante de tan llamativo paisaje cósmico: una estrella enana blanca, ya moribunda. Pero hay algo más.

Ahora, la nueva mirada mediante diferentes ondas de luz y distintos telescopios, entre ellos el Hubble y el Chandra de la NASA, reveló los remanentes de la moribunda estrella que creó la nebulosa: está  expeliendo su gas hacia el espacio y la radiación estelar hace que el gas resplandezca como un anillo gigante que se extiende por 3 años luz.

En la nueva mirada se encontró que esa estrella que muere pudo haberse engullido un planeta que giraba a su alrededor y pasó muy cerca de ella. Las fuerzas de marea de la enana blanca parecen haber destrozado el planeta cercano y arrastrado luego los fragmentos sobrantes hacia su superficie, provocando potentes llamaradas de rayos X.

viernes, 25 de octubre de 2024

Supernova de 1181 quedó como un diente de león


Recreación de cómo luce la nebulosa que dejó la supernova de 1181. Video Observatorio W. M. Keck/Adam Makarenko


En el año 1181 una estrella comenzó a brillar mucho hacia la constelación Cassiopeia y lo hizo durante unos seis meses. Del hecho quedó registro en astrónomos de China y Japón de ese entonces. Fue una explosión de supernova.

Desde entonces muchos astrónomos se dedicaron a encontrar los restos de la supernova, que se encontraron en 2013: una nebulosa en el punto donde fue la explosión, hallada mediante un proyecto de científicos ciudadanos.

Posteriores observaciones lo confirmaron y la nebulosa se denominó Pa 30, compuesta por el material eyectado desde la estrella, una enana blanca, cuando explotó como supernova. En 2023 se descubrieron extraños filamentos en esa estructura, que semejan los pétalos de una flor muy conocida: el diente de león.

Ahora, con el  Observatorio W. M. Keck en Maunakea, Hawái, astrónomos hicieron el mapa de los filamentos en tres dimensiones y la velocidad a la que se expanden: la nebulosa se expande a 1000 kilómetros por segundo y lleva cientos de años en ese movimiento.

Los astrónomos saben que los extraños filamentos fueron generados por la supernova, lo que no saben es cómo y cuándo.

Eso sí, se trató de una supernova parcial, pues un pedazo de la estrella sobrevivió quedando como una estrella zombie. Un tipo de explosión denominado Iax.

Formas sorprendentes de un cosmos que todavía no se comprende del todo.

El estudio fue publicado en The Astrophysical Journal Letters.

domingo, 29 de septiembre de 2024

Descubren mundo que muestra la muerte de la Tierra

Este es el proceso que vivirán el Sol y la Tierra, detectado en otro sistema planetario. Video animación de una gigante roja/UC Berkeley

A 4000 años luz en nuestra galaxia hay una copia del futuro de la Tierra. Astrónomos detectaron una estrella enana blanca con un planeta tipo el nuestro a doble de la distancia de su sol de la que tiene nuestro planeta hoy con respecto al Sol.

Un destino similar le puede esperar a la Tierra. ¿Cómo que similar? Pues una estrella enana blanca es una estrella como el Sol que al morir se infla como una gigante roja y luego  termina con el tamaño de un planeta pero la masa de sol.

¿Y? Pues en unos 4000 a 5000 millones de años el Sol vivirá ese proceso. Se expandirá y engullirá a Mercurio y Venus, y quizás a la Tierra misma. Este de pronto sobrevive, pero al expandirse nuestra estrella terminaría en una órbita más lejana a la que tiene hoy.

Claro, ya para entonces este será un mundo muerto, sin agua y calcinado. Sin vida alguna.

El sistema planetario que sugiere nuestro futuro fue detectado por un grupo de astrónomos liderados por los de la Universidad de California en Berkeley. La estrella enana blanca tiene la mitad de la masa del Sol.

El descubrimiento, publicado en Nature Astronomy, les dice a los científicos más acerca de la evolución de estrellas se secuencia principal, como el Sol, de gigante roja a enana blanca y cómo afecta los planetas a su alrededor, un proceso que en nuestro caso podría comenzar en unos 1000 millones de años (tarde miles de millones de años en desarrollarse por completo).

Entonces, en unos 8000 millones de años las capas externas del Sol se habrán dispersado para dejar detrás una bola densa y brillante, una enana blanca con cerca de la mitad de su masa en un cuerpo menor a la Tierra.

"Hoy no tenemos un consenso  sobre si la Tierra podría ser engullida por el Sol en unos 6000 millones de años", explicó el autor líder, Keming Zhang, quien estuvo en Berkeley pero ahora está en la Universidad de California en San Diego. "En cualquier caso, el planeta Tierra será habitable por otros 1000 millones de años, en ese punto los océanos se habrán evaporado por un efecto invernadero desbocado, mucho antes del riesgo de ser engullida por la gigante roja".

El sistema planetario detectado es un ejemplo de un planeta que sobrevive, aunque está lejos d ela zona habitable de la tenue enana blanca y es improbable que albergue vida. Pudo haber tenido condiciones habitables en algún punto, cuando su estrella era todavía una tipo Sol.

Ilustración de un planeta muerto alrededor de una estrella enana blanca. Imagen UCBerkeley/Adam Makarenko

jueves, 15 de agosto de 2024

Enanita anda a 600 kilómetros por segundo

Ilustración de la supernova y nuestra estrella, que fue expulsada gracias a ese evento estelar de alta energía. Imagen Keck Observatory


Qué le pasó, no se sabe. El caso es que viaja a una velocidad sorprendente para su tamaño. Sí, una estrella de poca masa anda por nuestra galaxia a la increíble velocidad de 2 millones de kilómetros por hora, 600 kilómetros por segundo, todo un suceso para cuerpo así.

En comparación, nuestro Sol, mucho mayor que aquella, viaja a 'solo' 804 000 kilómetros por hora, 200 por segundo.

¿Qué sucede?

Les resumo:

Esta estrella con hipervelocidad ha sido seguida por varios telescopios y su trayectoria indica que algún día podría salir de nuestra galaxia, la Vía Láctea, y convertirse en una viajera del espacio intergaláctico. Ha sido denominada con el sugestivo nombre de J1249+36.

A unos 400 años luz de nosotros, es la estrella más veloz, de poca masa, más cercana.

¿Cómo se detectó?

Explico:

Fue observada inicialmente por cerca de 80 000 ciudadanos científicos participando en el proyecto colaborativo Backyard Worlds: Planet 9, que analiza la enorme cantidad de datos recogidos por la misión Wise de la NASA. Y llamó la atención que se desplazara a cerca de 0.1 % de la velocidad de la luz.

Pero, bueno, ¿por qué anda tan apresurada?

Paso a comentarles:

Hay dos posibles escenarios. Uno, que fuera compañera de una enana blanca que acretó tanto material que explotó como una supernova y envió a su compañera a viajar por la galaxia. De esta explosión, explicación plausible, no hay huellas de ese suceso de hace varios millones de años.

Dos: que fuera miembro de un grupo de estrellas, que andan empacados densamente y que pueden contener agujeros negros, algunos de ellos binarios (dos, uno alrededor del otro). Entonces pudo acercarse mucho y fue pateada, expulsada del lugar.

Las simulaciones corridas sugieren que esta es la mejor opción, pero es difícil determinar de cuál cúmulo globular fue sacada a las malas.

Simulación del caso 1, una explosión de supernova que expulsa la estrella. Video Keck Observatory/Adam Makarenko


lunes, 8 de abril de 2024

Expectativa por estrella que aumentará su brillo y se podrá ver

De acá a cinco meses una estrella aumentará enormemente su brillo, dicen astrónomos. Foto ESO


En algún momento de acá a septiembre habrá una estrella que no se ve a simple vista y aumentará su brillo hasta poderse ver. Un fenómeno que ocurre cada 80 años. Una nova.

Se debe a una violenta explosión en un sistema estelar hacia la constelación Corona Borealis. Una explosión debida al intercambio de material entre dos estrellas, que genera una gran explosión nuclear.

Así, la luz de ese estallido viaja por el cosmos y hace creer que apareció una nueva estrella, tan brillante como la estrella del norte de acuerdo con Nasa. Y se verá entonces durante varios días, oportunidad de lujo para astrónomos aficionados y profesionales, así como instrumentos como el telescopio espacial James Webb.

Será la tercera vez que humanos puedan ver el evento, descubierto por el irlandés John Birmingham en 1866, que se repitió en 1946.

Pero, ¿por qué se presenta este estallido y aumento del brillo?

Es una relación explosiva entre una estrella roja gigante (como será alguna vez nuestro Sol) y una enana blanca. La primera ha agotado su hidrógeno y se expandió enormemente. La segunda es una etapa posterior de la muerte estelar, la atmósfera estelar ha sido expulsada y queda un núcleo.

La enana blanca, T Coronae Borealis, tarda226 días en orbitar la gigante. Las dos andan tan cerca que el material que expulsa la gigante roja se recoge cerca de la superficie de la enana blanca. Una vez se ha acumulado una cantidad como una masa terrestre se desata una explosión termonuclear, una situación que ocurre cada 80 años más o menos.

En esta explosión en solo segundos la temperatura sube a 100-200 millones de grados Celsius.

Nota: con información de Phys.org.


martes, 19 de septiembre de 2023

Nasa revela 5 poderosos objetos cósmicos

Imagen compuesta de las cinco estructuras reveladas por la agencia espacial. Fotos Nasa


Cinco impresionantes imágenes de objetos cósmicos tomadas por distintos tipos de luz, incluyendo rayos X, por el observatorio espacial Chandra y otros de la Nasa, fueron divulgadas.

Incluyen desde el caótico centro de nuestra galaxia, hasta otra que se mueve a gran velocidad, así como los remanentes de explosiones estelares.

Los objetos son:

Centro de nuestra galaxia: está a unos 26 000 años luz de nosotros y contiene un agujero negro supermasivo, nubes de gas supercalientes, estrellas masivas, estrellas de neutrones, gas, polvo y muchos otros elementos.

Remanente de la supernova de Kepler: son los restos de una estrella enana blanca que explotó al agotar su combustible. En el color azul se aprecia una poderosa onda de choque generada que va por el espacio tras la explosión. El color rojo, de una cámara del ya en desuso telescopio espacial Spitzer, y el cian y amarillo del Hubble revelan los restos de la destruida estrella.

ESO 137-001: es una galaxia que se mueve por el espacio a 2.4 millones de kilómetros por hora y deja una doble estela de gas supercaliente que detectó el Chandra (luz azul), mientras que el Very Large Telescope de ESO (Observatorio Europeo del Sur) muestra en rojo los átomos de hidrógeno.

NGC1365: en el centro de esta galaxia espiral hay un agujero negro supermasivo alimentado por un chorro constante de materia. Parte del gas, color púrpura por los rayos X del Chandra, será engullido. La foto la complementan colores aportados por el telescopio espacial James Webb.

Pulsar de la Vela: combina imágenes de Chandra, el Hubble y el Ixpe de la Nasa, revelando lo que quedó de una estrella que colapsó y explotó y ahora envía una enorme tormenta de partículas y energía al espacio.

jueves, 4 de mayo de 2023

Pillan estrella tragándose un planeta

No quedó ni rastro de lo que fue. Fue consumido por su madre, por su estrella madre. Astrónomso observaron por primera vez un planeta que fue devorado por su estrella, una estrella en la fase final de su vida.

Es lo que, posiblemente, sucederá con la Tierra en unos 5 000 millones de años. La estrella, al final de la vida, creció en tamaño, como una gigante roja y se fue tragando el planeta, del tamaño de Júpiter, que cayó dentro de la estrella como lo hace asteroide. Un proceso en el cual fue tragándose su materia.

Los astrónomos percibieron cuando la estrella aumentó 100 veces su brillo durante una semana, el momento en el cual lo que quedaba del planeta cayó en ella.

Ilustración del planeta cayendo en espiral hacia su estrella, que aumenta de brillo. Imagen R. Hurt & K. Miller (Caltech/IPAC)  

Lo que sucedió fue plasmado en un artículo publicado en Nature. Cuando una estrella envejece, ya hacia el final de su vida, crece de tamaño y si hay planetas cerca los engulle. Sucederá con el Sol y seguramente los planetas Mercurio y Venus y tal vez con la Tierra, que desaparecerán.

Esa fase de estrella moribunda, de una gigante roja, puede durar unos 100 000 años. Cuando se expandió, su atmósfera externa seguramente cubrió al planeta, hizo que mermara su movimiento, se redujo su órbita y cayó debajo de la atmósfera visible.

La observación fue posible con la sonda espacial Neowise (Near Earth Object Wide Field Infrared Survey Explorer), de la Nasa. El estudio fue conducido por Kishalay De, astrónomo del Massachusetts Institute of Technology en Cambridge.

El desafortunado planeta, que dado su tamaño y órbita, no podría haber tenido vida, orbitaba de su sol más cerca de lo que lo hace Mercurio de nuestra estrella.

La detección se dio por casualidad. De buscaba eventos llamados novas, cuando una estrella muerta, una enana blanca canibaliza gas de otra estrella cercana, eventos que siempre están rodeados de flujos de gas caliente, pero observaciones siguientes de otros telescopios en la superficie terrestre mostraron mucho gas frío y polvo alrededor de la estrella, sugiriendo que no era una nova sino algo más.

Así que recurrieron al Neowise. Los datos revelaron que la estrella brilló un año antes de que se detectara el gran destello, brillo que revela la presencia de gas (que emite luz infrarroja) alrededor de la estrella. Para De y colegas, el planeta no cayó hacia su estrella 'sin dar la pelea' y también halando el gas caliente fuera de la superficie estelar cuando caía en espiral hacia ella. Cuando el gas salió al espacio se pudo enfriar y convertir en polvo, como el vapor de agua convertido en nieve.. Mucho más gas voló al espacio durante la colisión, produciendo más polvo visible a telescopios en tierra y a Neowise.

Pocos eventos en el universo brillan en infrarrojo y luego en luz visible, explicó De. El hecho de que Neowise hubiera observado la estrella un año antes fue clave para descifrar de qué se trataba.

Esa posiblemente, será la suerte de la Tierra. Claro, ya para entonces la vida acá se habrá extinguido tras un proceso con distintas situaciones que tornarían el planeta inhabitable. 

miércoles, 17 de noviembre de 2021

Así resplandece una nebulosa planetaria

 

Detalle de la nebulosa planetaria y su ubicación. Foto Hubble/Nasa/ESA


La estrella, tipo Sol, explotó hace mucho tiempo. Cuando murió, envió sus capas externas al espacio en una gran explosión. Una nebulosa planetaria (*), marcada comoNGC 2438. Quedó un halo de gas resplandeciente de 4,5 años luz de extensión que rodea el anillo interno de la nebulosa. De la estrella solo quedó un núcleo de una enana blanca.

Estos halos son comunes en este tipo de nebulosas y han sido estudiados para conocer su evolución. Esta nebulosa fue una de las analizadas. El halo brilla debido a la radiación ionizante de la enana blanca central.

En esta imagen, el azul representa oxígeno, el verde es hidrógeno, naranja es nitrógeno y el rojo es azufre. 

La foto fue captada por la cámara gran angular y planetaria del telescopio espacial Hubble.

(*): una nebulosa planetaria no se refiere a planetas ni a su formación.

jueves, 14 de octubre de 2021

Hallazgo confirma que la Tierra no sobrevivirá

Concepción artística del planeta tipo Júpiter que sobrevivió la muerte de su estrella. Imagen Observatorio Kech


El escenario es este: el Sol acaba su combustible, se convierte en una estrella gigante roja, poco a poco se infla hasta estallar y expeler material, para luego convertirse en una enana blanca. Los planetas cercanos como la Tierra no sobrevivirán, serán engullidos por la poderosa explosión. Pero ¿y los más distantes?

Este escenario es real, no parece que haya lugar hoy para desestimarlo, pues hay un hallazgo que lo reafirma.

Astrónomos hallaron un sistema a unos 6500 años luz, un planeta del tamaño parecido a Júpiter que gira alrededor de su estrella a una distancia parecida a la que este planeta orbita alrededor del Sol.

La estrella no fue posible verla, es tan débil. Pero el planeta sí. Eso sugiere que sobrevivió a la explosión de su estrella madre, que terminó convertida en enana blanca, tal como le pasará al Sol. No se hallaron planetas más cercanos, lo que sugiere que de haber existido fueron destruidos por la gigantesca explosión.

El caso es que el planeta tipo Júpiter sobrevivió y presenta el escenario más real a lo que nos sucederá en algo más de 4000 millones de años, tal vez 5000 millones.

"Esta evidencia confirma que los planetas orbitando a una gran y suficiente distancia pueden continuar existiendo tras la muerte de su estrella", explicó Joshua Blackman, astrónomo de la Universidad de Tasmania en Australia, cabeza de la investigación, publicada en Nature.

"El futuro de la Tierra puede no ser tan rosa porque está mucho más cerca del Sol", dijo David Bennett, coautor, de la Universidad de Maryland en Estados Unidos y del Centro Espacial Goddard de la Nasa.

"Si la humanidad quisiera moverse a una luna de Júpiter o de Saturno antes de que el Sol frite la Tierra durante su fase de supergigante roja, aún permaneceríamos en órbita alrededor del Sol, aunque no podríamos depender del calor del Sol como estrella blanca por mucho tiempo".

Una enana blanca es en lo que se convierte una estrella de la secuencia principal como nuestro 
Sol cuando muere. En las últimas fases de su ciclo de vida estelar, la estrella consume todo el hidrógeno de su núcleo qy se infla como una estrella gigante roja. Cuando colapse en sí, se encogerá como una enana blanca, quedando solo un núcleo caliente denso, como del tamaño de la Tierra y con la mitad de la masa del Sol. Como estos cuerpos compactos son tan pequeños y no generan ya reacción nuclear, son muy tenues para ser detectados.

El hallazgo de este sistema se logró con el Observatorio Keck, que reveló que la enana blanca tiene 60 % de la masa del Sol y su planeta sobreviviente es un gigante gaseoso un 40 % más masivo que Júpiter.

Se encontró por el método de microlente gravitacional, que se da, en este caso, cuando una estrella cercana a la Tierra se alinea con otra más lejana, creando un fenómeno en el cual la gravedad de la estrella cercana actúa como un lente y magnifica la luz de la estrella de fondo. Si hay un planeta orbitando la más cercana, temporalmente curva la luz magnificada cuando este pasa por ahí.

Vale anotar que la enana blanca no se pudo detectar por ser tan tenue su luz, pero todo indica que el planeta tipo Júpiter la orbita, habiéndose descartado otras posibilidades.