En algún momento de acá a septiembre habrá una estrella que no se ve a simple vista y aumentará su brillo hasta poderse ver. Un fenómeno que ocurre cada 80 años. Una nova.
Se debe a una violenta explosión en un sistema estelar hacia la constelación Corona Borealis. Una explosión debida al intercambio de material entre dos estrellas, que genera una gran explosión nuclear.
Así, la luz de ese estallido viaja por el cosmos y hace creer que apareció una nueva estrella, tan brillante como la estrella del norte de acuerdo con Nasa. Y se verá entonces durante varios días, oportunidad de lujo para astrónomos aficionados y profesionales, así como instrumentos como el telescopio espacial James Webb.
Será la tercera vez que humanos puedan ver el evento, descubierto por el irlandés John Birmingham en 1866, que se repitió en 1946.
Pero, ¿por qué se presenta este estallido y aumento del brillo?
Es una relación explosiva entre una estrella roja gigante (como será alguna vez nuestro Sol) y una enana blanca. La primera ha agotado su hidrógeno y se expandió enormemente. La segunda es una etapa posterior de la muerte estelar, la atmósfera estelar ha sido expulsada y queda un núcleo.
La enana blanca, T Coronae Borealis, tarda226 días en orbitar la gigante. Las dos andan tan cerca que el material que expulsa la gigante roja se recoge cerca de la superficie de la enana blanca. Una vez se ha acumulado una cantidad como una masa terrestre se desata una explosión termonuclear, una situación que ocurre cada 80 años más o menos.
En esta explosión en solo segundos la temperatura sube a 100-200 millones de grados Celsius.
Nota: con información de Phys.org.
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