sábado, 6 de abril de 2024

La soledad hace comer más a las mujeres

Las mujeres que se perciben solitarias tienden a abusar más de una dieta poco saludable. Fotografía Pxhere



Una de las crisis actuales es la soledad, cuyos efectos nocivos en la salud física y mental han sido documentados en diferentes estudios. Una nueva investigación encontró que las mujeres que se perciben a sí mismas como solitarias exhiben actividad en regiones del cerebro asociadas con los antojos y hacia comer, en especial cuando ven imágenes de alimentos altos en calorías. Esas mujeres presentan además conductas de comida no sana y una salud mental más pobre.

El estudio fue de investigadores de UCLA y fue publicado en el journal JAMA Network Open.

Todo se debió a Arpana Gupta, codirector del Goodman-Luskin Microbiome Center en esa institución, quien deseaba conocer los impactos negativos de la soledad, en especial de personas que continúan trabajando remotamente tras la pandemia, y cómo el cerebro interactúa con el aislamiento social, los hábitos de alimentación y la salud mental.

Si bien se ha establecido que la obesidad se relaciona con la depresión y la ansiedad, y que el exceso de comer se en tiende como un mecanismo contra la soledad, Gupta quería observar los canales del cerebro asociados con esos sentimientos y comportamientos.

"Investigar cómo el cerebro procesa la soledad y  cómo se relaciona con la obesidad y los efectos en la salud no se han hecho", dijo Gupta, autor senior.

Los investigadores encuestaron 93 mujeres sobre su sistema de apoyo, sus sentimientos de soledad y aislamiento, y luego las separaron en dos grupos: aquellas que marcaron alto en la escapa de aislamiento social percibido y aquellas que marcaron bajo.

Encontraron que las mujeres que tenían niveles altos tendían a tener mayor masa de grasa, menor calidad de dieta, mayores antojos, comida basada en recompensa y comida sin control, así como niveles aumentados de ansiedad y depresión.

Se les mostró luego fotos de comida y otras de otros temas, dulce versus no alimentos, alimentos sabrosos y no alimentos. Imágenes de resonancia registraron la actividad cerebral de las participantes mientras miraban las fotografías.

El grupo de mujeres que se percibían más solas experimentaban activación aumentada en regiones del cerebro asociadas con un mayor antojo de comer comidas dulces y menor activación de la región asociada con el autocontrol hacia comportamientos de alimentación.


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